La respuesta.

La respuesta no es la huida...

(La respuesta no es la huida, Maldita Nerea)

Suspirar mientras pensamos en cuantas veces hemos querido huir. Pensar cuantas veces henos querido escapar de los pequeños problemas del día a día, de los malos momentos, de la vida... 

Muchas veces hemos creído esto. Hemos creído que lo mejor es huir, escaparnos, escondernos en algún lugar donde nadie nos encuentre, un escondrijo perdido en algún lejano bosque, una torre bien alta, donde nadie sea capaz de llegar... No sé tan solo huir.

Nos ahogamos, nos ahogamos muy fácilmente y creemos que la respuesta a nuestros problemas, que la solución a nuestros problemas es huir... Yo soy la primera en admitir que quiero escaparme... Desearía salir corriendo de aquí, salir de este mundo en el que estoy encerrada, ser "libre". 

Sin embargo, no se puede... Porque sé que cuando vuelva a mi mi mundo, cuando vuelva a la realidad, cuando vuelva a tocar de pies a tierra, todos los problemas seguirán estando ahí. 

Pero, me encantaría... No puedo negarlo, me encantaría perderme por esos lejanos lugares que aun me quedan por descubrir, irme bien lejos de aquí, salir de estas cuatros paredes que me envuelven, que me ahogan y me agobian... 

Y aunque quiero hacerlo sé que no puedo. Y lo sé, porque entiendo que la solución amis problemas no es huir, no es salir corriendo, sino afrontarlos. He de hacer frente a esos pequeños problemas que trastocan mi vida, he de acabar con ellos...

Siempre tenemos que armarnos de valor y enfrentarlos. Aunque en algún momento creamos que no es posible, aunque no nos veamos con el valor suficiente para hacerlo, es importante... 

La respuesta no es la huida. Nuestros problemas no se acabaran si huimos, sino que esos problemas seguirán creciendo día tras día... Se acumularán, seguirán permaneciendo ahí, sufriremos más... Y ni siquiera una noche, ni siquiera mil escapadas podrán acabar con ellos. 

Así que no huyas, no corras... Sé fuerte, ármate de valor, acaba con ellos.