sábado, 31 de agosto de 2013

Tempus fugit.

Tempus fugit. 

El tiempo pasa, vuela , corre y no nos hemos dado cuenta de lo valioso que es hasta que lo hemos gastado y malgastado. El tiempo pasa, y nuestra vida también, son dos cosas que van a la par, y a veces desaprovechamos las oportunidades que la vida y el tiempo nos ha dado...

Hemos malgastado nuestro valioso tiempo dándole nuestra amistad y nuestro apoyo a gente que quizás no se lo merecía. Quiero decir, tuvimos un pasado en común donde estábamos la una para (y por) la otra. Pero claro, el tiempo y la distancia hicieron estragos en nuestra amistad.

¿Estragos? ¿La distancia? No. Eres tú. He dado mucho en nuestra amistad a cambio de nada. Sé que nunca espero recibir nada, sin embargo la amistad también es cosa de dos. Y yo puedo estar detrás de esa persona si verdaderamente me importa, puedo hacer mil cosas diferentes por mantener esa amistad. Pero tú también debes poner de tu parte. Y no lo haces. 

No sé que te ha pasado, no sé que te ha sucedido exactamente para tratarnos de esta forma. Ya no hay mensajes de buenos días, ni siquiera un simple hola, nada. No eres capaz de interesarte, ni eres capaz de intentar quedar con nosotras aunque solo sean cinco minutos. No lo haces. No lo intentas. Siempre somos los demás quienes estamos detrás de ti, y tú ni te inmutas. 

¿Nosotras? Sí. Aquellas personas que hemos estado contigo desde el principio, en lo bueno y en lo malo, siempre. Aquellas amistades que conocemos tus secretos, que te hemos apoyado y aconsejado. Nosotras. 

Es verdad que todas hemos cambiado, que hemos crecido. Sin embargo nos hemos apoyado la una en la otra. Pero, contigo eso no pasa. No nos apoyamos. Sí has cambiado. Sé que no soy nadie para juzgarte, porque quizás ya ni te puedo considerar una gran amiga. 

Ahora en tus característica habríamos de incluir la prepotencia, el egocentrismo y la falta de humildad. También, el egoísmo. Sí, no eres capaz de entender que en el mundo no sólo existes tú. Los demás también. Y nosotros también podemos tener otras amistades. Y debes respetarlo. 

Respeto. Otras de las cosas que a ti te faltan. No eres capaz de respetar las opiniones de los demás, las amistades que puedan tener aunque tú no te lleves bien con dicha persona. No eres capaz. 

Y sé  que quizás no se entienda bien lo de tempus fugit, pero tiene una explicación sencilla. El tiempo pasa, y yo lo he desaprovechado y de mala manera con personas que al final de cuentas no han aportado nada bueno en mi vida. Nada. Mi tiempo es oro, el tiempo pasa, vuelva, corre. Y no me he dado cuenta de lo valioso que es hasta que he visto como has cambiado. 

lunes, 26 de agosto de 2013

Lo sé.

Si fuera más guapa y un poco más lista 
Si fuera especial, si fuera de revista...
(Jueves, La Oreja de Van Gogh)

Lo sé. Sé que no soy la persona más bella del mundo, ni la más lista, sé que no tengo las medidas perfectas, lo sé. Pero créeme cuando te digo que como yo nadie te va a querer. 

He ido más allá, siendo capaz de ver más allá de la mera superficie. Tú, una persona valiente, fuerte, capaz de darlo todo por los suyos, por ver sonreír a aquellos que te rodean. He visto a través de tu mirada lo maravilloso que puede ser el mundo a tu lado, los grandes momentos que podríamos vivir juntos. Lo sé. 

Sin embargo, tu falta de autoestima te hace buscar una persona superficial y materialista. Alguien que se fije en ti por lo que eres, y no por como eres. Buscas a alguien que no indague, que no profundice, no quieres enamorarte profundamente. Tienes miedo, lo sé. 

Pero, debes superar ese miedo. Debes dejarme entrar en tu vida, dejarme hacerte feliz. Debes de ver más allá de la fachada, más allá de ,lo material. No puedes encerrarte en ti mismo. Sé que en el pasado te hicieron daño, te hirieron, te humillaron y decepcionaron. Lo sé. 

Aun así, debes comprender que no todas las personas somos iguales. Y que hay personas que quizás han pasado por el mismo sufrimiento que tú y que por eso tienen miedo a volver a ser lastimados. Por eso, sé que juntos venceremos el miedo. Lo sé. 

Podremos ser felices, sonreír como en los viejos tiempos. Disfrutar de la vida, sin pensar en el mañana, en el futuro. Sé que somos personas fuertes, que podemos con esto. Lo sé.  

jueves, 22 de agosto de 2013

One year...




Un año, tan sólo ha pasado un año desde que empecé esta locura. Sí, todo empezó la mañana del 22 de Agosto del 2012. Llevaba días planteándome lo de escribir un blog, había encontrado mil páginas donde escribir. Sin embargo, ninguna me convencía, nada me convencía. Ni el formato, ni el título para el blog, ni el nombre de la página web... nada. Pero al final, un 22 de Agosto a las 12:29 publiqué mi primer post. 

Recuerdo de que hablaba. La hipocresía era un tema que estaba de moda en mi vida en aquel momento. Y no fue lo único que estaba a la orden del día en mi vida, no fue de lo único que empecé a hablar en mi blog. ¡Era mío! ¡Es mío! Podía (y puedo) hacer lo que quisiera con él... 

Aun así, los comienzos no fueron nada fáciles. Encontrar personas que estuvieran dispuestas a leerlo no fue fácil. Había días que creía que nadie lo leía, que a nadie le importaba. Pero, ver como el número de visitas iba en aumento, me llenaba de alegría, de orgullo. También me fue difícil encontrar apoyo... Quiero decir, hubo gente que lo leyó y no le gustó, lo sé por los diferentes comentarios en las redes sociales opinando sobre temas que yo había tratado. Y no sólo eso, hubo personas que pensé que me apoyarían y desaparecieron. Y otras que no querían saber nada de esto, que querían que estuviera pendientes de ellos y no de "un estúpido blog", tal y como ellos lo calificaron. Y sin embargo, todo eso no me desanimó. 

Yo no escribía, ni escribo, para ellos. Lo hago para mí. Este blog ha sido una especie de salvación. He podido desahogarme, escribir como me sentía en ese momento de mi vida, expresarlo en un papel cuando las palabras no querían salir por mi boca. Me ayudó a ordenar mis ideas, mis sentimientos, a expresarlos sin miedo, a crear mis propias fantasías, aquellas que me gustaría vivir. Expresarlo todo sien miedo a nada, ni nadie. ¡Como la vida misma! es y ha sido un punto de apoyo en mi vida. Podía escribir a las 8 de la mañana como a las 3 de la madrugada, eso daba igual. Después siempre había alguien que lo leía, alguien que se identificaba con las historias, alguien que veía otro punto de vista de las historias. He escrito sobre las nuevas experiencias y aventuras que he ido viviendo, he escrito sobre los  caminos recorridos y aquellos que quedan por recorrer, sencillamente he escrito. 

Escribir para relajarme, y que lean para evadir los problemas durante cinco minutos y meterse en la historia. Sonreír o llorar, sentirse identificado o ver los problemas desde otra perspectiva. Despejar la mente escribiendo, reflexionando, pensando y desahogándome. Escribir y dejar plasmado todo aquello que pienso, que siento o aquello que me sucede. Escribir y disfrutar leyendo aunque tan solo sean cinco minutos. Escribir... escribir por placer... ¿Lo ves?

También he dicho antes que me fue difícil encontrar apoyo, y en cierta forma es así. Pero sé que desde un principio hubo alguien que estuvo en todo momento, alguien quien esperaba los post con ansia, alguien que me regañaba (al principio) por no escribir uno por día como prometí. Una persona que ha sido y es mucho más que una amiga, a quien le he dedicado muchos de mis posts, alguien que ayer por fin decidió escribirme algo en mi blog. Sé que gracias a ella he conseguido mucho. Fue mi gran apoyo desde el principio y lo sigue siendo ahora. No obstante, con el paso del tiempo y el comienzo de nuevas etapas conseguí nuevos apoyos, personas importantes para mí que han ido leyendo el blog siempre que han tenido un momento. Personas a las que a lo largo de este año les he ido dedicando algún que otro escrito. Amistades que me han preguntado si hoy haría un post esecial, y yo las he dejado con la duda. Amistades que en el momento en que las conocí no dudaron en leerlo, amistades que me confesaron haber pasado por loo mismo... Personas que me han hecho llegar a las más de 3000 visitas que llevo acumuladas. También sé que existen personas que no se pronuncian, personas que tal vez no conozco pero que leen el blog de esta pequeña soñadora. 



A todos y cada uno de ellos, gracias. Gracias a aquellos que empezaron conmigo esta aventura y a aquellos que se unieron por el camino. No sólo gracias por el apoyo, sino también por la ayuda dada. Porque muchas veces habéis sido mi fuente de inspiración, me habéis animado a escribir, a darme cuenta de lo que tengo... Gracias por apoyar directa o indirectamente esta locura. Gracias por continuar, algo que empezó a las 12:29h y que continúa hoy 22 de Agosto a las 12:29h. 


Love you, little dreamer. 

miércoles, 21 de agosto de 2013

TÚ.

Hay gente que tiene el poder de hacerte ser mejor persona, solo por haberla conocido y tu eres una de ellas, me has ayudado a ser mejor persona. 

Quizá, al leer esta frase la primera persona que se os viene a la cabeza es aquella, que gracias a ella habéis podido seguir hacia delante... Pues bien hoy quiero ser yo, la que agradezca a ella, a mi hermana, a mi amiga y mi confidente, a ti!. Quiero agradecerte todo lo que has hecho por mi, las veces que me has tendido la mano sin pedir nada a cambio, tus bonitas palabras que me escribes día a día , tus sonrisas, tu cariño y tu amor, las tardes juntas que empiezan en llantos y acaban en risas, y sobretodo por concederme el privilegio de ser tu amiga. 



Como más de una vez ha comentado ella, carecemos de muchos amigos pero con una verdadera amistad tenemos suficiente.
Cuantas veces hemos hecho una promesa y cuando menos te lo esperas se rompe? Aquí es donde quiero llegar, porque seguramente más de uno habrá hecho la típica promesa "siempre estaremos juntos" y yo la primera, pero llega un momento de tu vida que te das cuenta que esa promesa no ha valido para nada, que el pilar que considerabas se ha caído y que los sueños que tenias en común ya no están. Por eso quiero decir, que nunca prometas nada, sino vive cada momento como si fuera el último, lo que tenga que pasar pasará pero de momento, vivamos-lo juntos! 
A partir de aquí, te das cuenta de quien son tus verdaderos amigos, y tú, la niña con ojos verdes, la que con sus relatos llenos de sentimientos nos ayudan día a día a seguir hacia delante, y sobretodo a ser mejores personas, desde aquí quiero felicitarte por haber podido cumplir uno de tus pequeños sueños que un día me propusiste, y no dudé en apoyarte.

Quiero que sepas que estoy orgullosa de tener a alguien tan especial como tu en mi vida. Espero que continuemos recorriendo juntas el largo camino de la amistad!

Te quiero!

miércoles, 14 de agosto de 2013

Ahí.

Me esperas sentado en un banco del parque más cercano a mi casa. Me esperas y esperas a que me acerque a ti. Te veo, estás igual que siempre. Veo tus ojos verde esmeralda, tu sonrisa cautivadora y ese cuerpo bien formado. Todo aquello que me enamoró de ti está ahí. Tú estás ahí. Estás en ese banco, ahí sentado, esperando pacientemente. 

Esperas que que me acerque, pero no puedo, no quiero. Sé que te preguntarás el por qué... es más, lo veo en tu mirada extrañada. Lo noto. Estás ahí mirándome fijamente, ahí, haciéndote mil preguntas. Ahí, esperando mil respuestas. 

Y es ahí donde está el problema... No siempre has estado ahí. He sido yo quien durante mucho tiempo ha estado esperando a que tú aparecieras. Fueron muchas las noches que pasé en vela esperando tu visita... o al menos una llamada o un triste mensaje. Pero ni siquiera eso llegué a recibir. Y ahora exiges mi atención, me pides que vuelva a ti. No puedo, no quiero. 

Fueron tantas mis preocupaciones por ti, por nosotros. No quería problemas, ni llantos, odiaba discutir. A ti, parecía gustarte. Me cansé. No deseaba pelear, ni discutir, sólo quererte y que tú pudieras corresponderme de alguna manera... Pero, ni siquiera llegaste a sentir un poco de compasión por mí o por mis sentimientos, nada... 

En cambio, fuiste capaz de jugar con ellos. Estuviste ahí para jugar conmigo, para herirme, humillarme, menospreciarme. Estuviste ahí para hacerlo. Intentaste cambiarme, que fuera otra persona distinta a la que conociste, de la que te enamoraste. 

Y ahí está otros de los problemas. Te "enamoraste" de mí tal y como era... Pero después me viste como un proyecto, una forma de conseguir un ideal. Entonces, vi que no me querías, que no sentías nada por mí. Si tan sólo hubieras estado ahí incondicionalmente, no habrías intentado cambiarme... Tú me conociste con mis más y mis menos, mis virtudes y mis defectos. 

Cambiaste mi vida, y estuviste ahí para ver como me derrumbaba, como mi mundo se desmoronaba. Como yo me iba cayendo poco a poco. Estuviste ahí. Ahora lo vuelves a estar, pero para pedir perdón. Ahí para ver como he crecido, como he vuelto a sonreír, como ahora soy fuerte. Y tú no. 

Ahora yo no puedo estar, no quiero estar. Soy feliz, y tú no eres parte de mi felicidad. Por eso, me doy media vuelta y empiezo a caminar, sé que no vendrás detrás mío, has entendido que ya no te necesito... Ya no te quiero ahí.  

martes, 6 de agosto de 2013

He aprendido...

Hay un tema muy concurrente en mí y es la amistad. No es que yo sea una persona con mil amigos, sino todo lo contrario. Tengo pocos, pero verdaderos. Sin embargo, admito que me ha costado tiempo encontrar personas tan especiales como ellos. Además, admito haber vivido y visto situaciones muy diversas de las cuales he aprendido. 

Lo primero que he aprendido es que si alguien te importa de verdad buscas aunque sean cinco minutos para poder pasarlos con esa persona. Encuentras la manera de disfrutar de esa amistad. Aunque haya obstáculos por superar, si a esa persona la quieres superarás todas las barreras que haya. Da igual todo lo demás, si la amistad es de verdad. 

Pero claro, no todo el mundo es así. Y quizás tu amistad le importa, pero no le da el suficiente valor, al menos no para ti. En ese momento, como nosotros sí valoramos mucho a esa amistad, vamos detrás de ella. Sin embargo, con el tiempo he aprendido que hay veces que es mejor desistir. 

La amistad es cosas de dos, donde las dos personas han de ceder por igual... Aunque después no esperes nada a cambio. Quiero decir, llega un momento en que uno se cansa de dar y de esperar respuesta... cansa. Por eso, en un momento dado hemos de parar, frenar, seguir atados a una persona que no muestra interés no vale la pena. 

He aprendido que en nuestra vida las personas pueden ser: amigos, "amigos", compañeros, conocidos o hipócritas. En este mundo hay de todo. ¡Qué le vamos a hacer! Hay gente que nunca madura, que son egoístas, que se creen el ombligo del mundo... A estos he aprendido a ignorarlos. No hay que prestarles mucha atención. Es lo mejor. No puedes esperar que cambien, que se preocupen por los demás... Ignóralos. Se sentirán solos, sin un apoyo incondicional. 

Por eso, yo he aprendido que sí, que en esta vida puedes encontrar un apoyo incondicional, alguien único. Quizás no es tan solo una persona, quizás son dos o tres... Pero son personas a las que puedes llamar a las  de la madrugada, sabes que contestarán. Amigos que siempre te tienden una mano, que te ayudan a levantarte cuando has caído. En fin, que siempre están ahí. En las buenas y en las malas, cuando llueve o hace sol, siempre. Nunca desaparecen. Siempre dispuestos a escucharte a aconsejarte, a abrazarte. He aprendido a valorarlos. 

Y es gracias a ellos que he descubierto un mundo nuevo, diferente. He aprendido a vivir mi vida, a ser feliz, a ser fuerte... He aprendido a aprender de ellos.  

lunes, 5 de agosto de 2013

9 MESES. 5 MINUTOS.

Hay veces que tras mirarnos durante cinco minutos en el espejo, nos paramos a reflexionar. Y sólo te pido eso; cinco minutos. Tan solo cinco minutos para leer, reflexionar y comprender. 

Quizás es el verano el que me ayuda a abrir los ojos, o quizás es la distancia que me ayuda a entender todo lo sucedido en los últimos 9 meses. Eso sí, primero debería pedir perdón por los errores cometidos o por el daño hecho. Empecemos...

En la distancia, sola, encerrada en mi habitación mientras suena una de las tantas canciones de Black Eyed Peas, comprendo que muchas de las promesas hechas fueron en vano, que el por y para siempre de tus labios nunca fue verdadero. Comprendo que te distanciaste por celos y porqué yo ya no te servía. Desapareciste de mi vida. Desapareciste alegando que era yo quien se estaba apartando de todos. Sin embargo, sigues buscándome cuando necesitas mi ayuda. Interés, puro interés. No soportas que a mí las cosas me puedan ir bien, que yo pueda ser feliz. Si te soy sincera, cada vez que veo en mis notificaciones un mensaje tuyo, decido que lo mejor es ignorarte, no quiero que me arruines el día. La misma canción que suena ahora me lo dice: no digas nada, por favor... (Caly y el Dandee) Y no lo hago, tan solo lo expreso en pequeños trozos de papel.

¡Papeles! ¡Hojas! Trocitos de hojas de los que tantas veces te reíste, trocitos los cuales me hacías apartar porque decías que poco valían, que tan solo eran escritos donde plasmar chorradas. ¿Chorradas? ¿Estupideces? ¡Tus celos sí que eran estúpidos! 

Espera un momento... No quiero dedicarle un post entero a alguien que no vale nada y que nunca supo valorar mi amistad. Tranquila, que el tiempo pone a cada uno en su lugar y tú tendrás el tuyo. 

En fin... Que en nueve meses he conocido a personas muy especiales. Amigos que me han sacado sonrisas, risas y lágrimas. Amigos y amigas con los que tomarse un café, reír y no darte cuenta de lo rápido que ha pasado el tiempo. Compartir gustos y aficiones, secretos y confidencias y así conocerse mejor. 

He conocido que en muy poco tiempo se han convertido en esenciales. Quizás ahora en verano se nos hace difícil vernos. Y, a pesar de los mensajes cariñosos de buenos días (o sosos, dependiendo de la persona), sigue faltando el contacto humano. Por eso, es por la única razón que deseo ver a mis amigos, a aquellos que están "lejos" como en Platja d'Aro o Sant Fost (:D). 

También conocí a personas donde la amistad no acabó de cuajar, pero aun así valoro que se haya intentado. Otras se perdieron por el camino. Y otras se recuperaron. Quizás no al 100%, pero fuimos capaces de retomarlo, de ver que nos habíamos equivocado... Y quizás como dice la canción que hace tan solo dos minutos estaba sonando en mi vieja radio; darse cuenta de lo que tenía cuando la dejas ir. (Let her go, Passengers). 

Pero esto no acaba aquí. También reforcé las amistades de verdad, aquellas de antes del comienzo de mi nueva etapa. Crecí y aprendí junto a las personas que me han visto crecer, caer, aprender. Personas para las que pocas palabras me quedan... Tal vez, de agradecimiento. 

Por último, no quiero hablar de aquellos que se fueron, ya que no merece la pena. Sólo quiero seguir creciendo, siendo feliz, escribir y seguir siendo esa pequeña soñadora con grandes sueños y metas por cumplir. Seguir siendo como soy. 

Lo que dan de si nueve meses ¿no?
Lo que dan de si cinco minutos de reflexiones ¿no?

Alea iacta est!

Alea iacta est. 


Dejarlo todo al azar. Mis decisiones, mis actos, mi vida entera. Todo al azar. Echarlo a cara o cruz y que sea la moneda quien al ser lanzada al aire, y chocar contra el suelo decida. Pero, no yo. 

Hay veces que no somos capaces de decidir por nosotros mismos, no somos capaces de reaccionar, de sentarnos a pensar para ver los pros y los contras, no lo somos. Entonces, creemos que lo mejor es dejarlo a la suerte, al azar... Sin saber que quizás eso sea peor. 

La suerte está echada. Para bien o para mal, pero lo está. Y claro, esas decisiones tomadas al azar conllevan consecuencias, quizás no las mejores. Entonces ¿por qué tomamos decisiones tan a la ligera? 

Hay veces que tengo miedo a medir las consecuencias, miedo a pensar en lo que pasará si decido hacer una cosa u otra, si decido ir por un camino o por otro... Miedo. Por eso, cuando lanzo la moneda al aire, cuando llega al suelo resonando, cuando me acerco y miro que ha salido, tan solo puedo suspirar y decir: alea iacta est. 

Y sea para bien o para mal, debemos aceptar nuestras consecuencias, asumirlas y seguir adelante. Porque lo hemos dicho, hemos suspirado y admitido que la suerte está echada, que aceptaremos todo lo que pase. 

Eso sí, la decisión de dejarlo todo al azar, no ha sido echado a suertes. No, eso sí que no. Lo estuve meditando durante una larga temporada, pensando que hacer, barajando todas las opciones posibles, meditándolo. Y decidí que era lo mejor. 

Dejar mi vida a la suerte, dejar que todo se decida lanzando una moneda al aire, cogiendo un papel de un sombrero negro, o dejándolo a un número al azar. Hay veces que no pude decidir, que no supe que hacer, cometí errores y creí que lo mejor era enmendarlos a través del azar. 


jueves, 1 de agosto de 2013

¿Por qué?

Llevo tiempo preguntándome por qué somos tan orgullosos, por qué no somos capaces de reconocer nuestros errores, de admitir que nos hemos equivocado y de pedir perdón. ¿Por qué? 

Somos incapaces de tragarnos nuestro orgullo por una persona sincera, por una persona que vale la pena. Y al final lo que pasa es que perdemos a esa persona especial. 

No cuesta admitir que nos hemos equivocado, tampoco cuesta pedir perdón. A veces preferimos mentir antes que contar la verdad. A veces somos capaces de ilusionar a las personas, hacer que cuenten con nosotros para que después caigan, se den contra el muro. Somos capaces de eso, somos capaces de darnos cuenta de que hemos hecho mal y no rectificamos. Somos demasiado orgullosos. 

¿Por qué? Sigo sin entenderlo. Si queremos a esa personas, si de verdad nos importa deberíamos agachar la cabeza cuando nos equivocamos y tan solo pedir perdón. Pero, quizás no siempre somos orgullosos. Tal vez es que esa persona no nos importa tanto como habíamos pensado y tampoco era tan especial como creíamos. 

No lo sé. Somos orgullosos, tercos, humanos que cometen errores... Pero, hemos de actuar en consecuencia. Pedir perdón o alejarnos, todo depende de la situación. 

Alejarse si vemos que esa persona no merece la pena, si creemos que estaremos perdiendo el tiempo yendo detrás de esa persona. O tragarnos el orgullo, pedir perdón y seguir adelante, no tirar la toalla. Siempre y cuando esa persona sea especial... 

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...