sábado, 29 de noviembre de 2014

Interior.


There will always be the kind that criticize

But I know, yes I know we'll be alright
(Ready to run, One Direction)


Quizás no soy la persona más bella del mundo, quizás no tenga un físico diez, ni sea una cara bonita, de esas que todo lo pueden comprar. Quizás yo no sea una modelo de Victoria's Secret, ni tenga una talla 90-60-90. 

Quizás no soy la persona más inteligente del mundo, ni la más lista. Quizás nunca llegaré a ser Einstein o Marie Curie. Quizás mi puesto sea el de una simple funcionaria. 

Quizás mis maneras no sean las mejores, ni siquiera mi actitud lo sea. Quizás no soy ese tipo de señoritas refinadas que caminan con libros sobre la cabeza con tal de mantener la postura. 

Quizás estoy llena de carencias y defectos. Pequeñas cosas que me hacen cometer errores, que provocan que me equivoque, que la pifie. Sin embargo, eso es lo que me distingue de los demás, el tener defectos, el saber que soy un ser humano con defectos que intenta aprender de la vida y los errores. 

Y he aprendido que uno debe quererse tal y como es. Debes aceptarte tal y como eres, valorarte y entender que no debes hacer caso de aquellos que solo buscan el daño gratuito. No lo hagas. Ignóralos. 

A lo largo de nuestro camino nos encontraremos con miles de críticas. Personas que se creen con el poder de arrebatarnos la inocencia, las pequeñas cosas que nos hacen especiales, que se creen superiores a nosotros. Nos encontraremos con personas que sean capaces de mirarnos por encima del hombro tan solo por ser más atractivos, más inteligentes. 

Pero ¿sabes qué? Yo no quiero ser como ellos. No quiero ser tan solo una cara bonita, recordada por el físico que tiene. Quiero que se me recuerde por las cosas que he hecho, por las metas alcanzadas, por las sonrisas sacadas a aquellos que están a nuestro lado, por los abrazos, sonrisas y los "te quiero". 

No quiero tener todas esas cosas materialistas porque al final lo importante es el interior. Y los demás podrán criticar, podrán hablar e intentar herir. Sin embargo, al final nosotros estaremos bien. Porque nuestro interior nos hace ser las personas que somos, nos hace tener un gran corazón y ser humildes. 

Porque nuestro interior no es frío y vacío. En él hay vida.

Así que mira hacia adelante, sigue tu camina. Sé feliz y disfruta del ahora, de los momentos y placeres que la vida te da día a día. Vive tu vida como tú quieras, pero, siempre... Siempre con una sonrisa. No dejes que te pisoteen, que te arruinen el día. No te dejes menospreciar. 

miércoles, 26 de noviembre de 2014

Fuimos tantas cosas y ahora somos tan poco.

Sometimes I start to wonder, was it just a lie?
If what we had was real, how could you be fine?

(Amnesia, 5 Seconds of Summer)

Caminar por las calles vacías de la ciudad, caminar mientras llueve. Dejar que las pequeñas gotas resbalen por tu ya gastada chaqueta de cuero, dejar que caigan, que te mojen, que caigan. Llegar a casa, esconderte bajo las sábanas y escuchar los truenos que de pequeña solían asustarte. Ahora ya no te asustan, ahora ya no eres una niña pequeña y, sin embargo, te sientes como tal. 

Dejas que tus pensamientos te invadan, apartas todo lo demás y dejas que sean los pensamientos los únicos que queden presentes, que sean ellos los que se paseen por tu mente, por ti. Lo ves todo como si fuera una película, escuchas esas voces que te reviven momentos y conversaciones. ¡Conversaciones! ¡Oh dios! 

No quiero prestar atención y aun así paro la oreja a lo que dices. En ningún momento te diriges a mí, te comunicas con una tercera persona, con alguien que no soy yo. Ella te escucha, te aconseja y te abraza ¿por qué no yo?

Yo escucho por encima esa conversación, miro como le relatas aquello que te ha sucedido y por dentro me quiebro. ¡Oh dios, como duele! Hubo un momento en el que confiabas en mí, en el que acudías a mí. ¿Era mentira? ¿Era puro teatro?

No sabes como duele el ya casi no saber de ti, el ver que poco a poco dejo de importarte. Ya no tienes ni un pequeño detalle conmigo, ni siquiera una de esas pequeñas sonrisas que me regalabas. ¿Signifiqué algo para ti? ¿Fue real? Juegas con mis sentimientos, me haces sentir como una estúpida. 

Olvidas todo lo vivido, los secretos contados entre nosotros dos, desapareces de mi vida, te vas, te esfumas. ¡Esfumarte! Me da tanta rabia que poco a poco te apartes de mí. Así, sin más, sin una explicación. ¿Es que acaso no la merezco? ¿No me merezco un por qué? 

Te quedas ahí parado, haces como si nada. Cuentas con personas que solo saben jugar al juego de la hipocresía, el estar ahí para todos y a la vez para nadie. Te acercas a ellos, dejándome sola y anonadada. 

Ya no compartimos momentos juntos, ya nada queda. Tan solo borrosos recuerdos de lo que un día fuimos, de lo que nuestra amistad fue. Ver que ya no queda nada me destroza. 

Escuchar como hablas con los demás, como te abres en canal a otros y a mí ni siquiera una tímida caricia me regalas, duele. Esto me hace darme cuenta de lo mucho que la situación ha cambiado, de lo que nosotros hemos cambiado. 

Mis gustos son diferentes a los tuyos, mi personalidad también lo es. No leo lo mismo que tú, no escuchamos la misma música, no me avergüenzo de mis hobbies y de mis gustos... ¿Debería hacerlo? Según tú sí. Pero... ¿qué hay de malo en ello? Para mí nada, para ti todo. 

No me escondo. Ahora bien, admito que no soy capaz de mirarte a los ojos. No puedo mirarte sin que mi mirada transmita dolor, furia, rabia, coraje, tristeza, decepción. Fuimos tantas cosas y ahora somos tan poco. 

Aun así, tienes la poca vergüenza de preguntarme si estoy bien, si algo me pasa, que me has visto cambiada. ¿Cómo? ¿Cómo puedes hacer como si nada? Dímelo porque yo no lo entiendo. 

¿Finges? ¿Haces igual que con nuestra amistad? 

miércoles, 19 de noviembre de 2014

Distancia.

One day you'll come into my world and say it all

You say we'll be together even when you're lost


(Somethin great, One Direction)



Pones distancia, ni siquiera cordialidad existe. Barreras indestructibles que nos separan. Muros que no se pueden rodear, saltar, destruir. Te alejas, poco a poco de mí, siendo capaz de negarme el saludo. 

¿Qué fue de nosotras? ¿Qué nos pasó? ¿Qué queda de nosotras? O más bien, ¿queda algo de nosotras, de nuestra amistad? Nada. No queda nada. No quedan recuerdos, ni memorias, ni risas, ni llantos, ni lágrimas. 

Todo está vacío. 

Un día apareciste en mi mundo, lo pusiste patas arriba. Cambiaste la perspectiva de todo aquello en lo que yo creía, de lo que yo pensaba. Apareciste, me hiciste creer que era especial, que era importante. Y así, como quien entra sin ser llamado, desapareces, te esfumas. 

Estaríamos juntas. Eso fue lo que dijiste. Y yo soñaba con ello. Pensé que quizás en ti encontraría un por y para siempre, una promesa cumplida, un sueño hecho realidad. Todo aquello que pedía, en su momento, me lo diste tú. 

Ahora, ya no hay nada de eso. Nunca fue amistad ¿verdad? Tan solo algo pasajero que con el paso de los días tú irías olvidando. Olvidando hasta mi nombre. 

Como cambian las cosas ¿no? Del por y para siempre, a la simple nada. ¿Lo peor? Es que esta no es la primera vez que pasa y tampoco será la última. Son situaciones que vivimos a diario, obstáculos que se interponen en nuestro día a día, los cuales deben ser superados. 

¿Por qué no saludar? Quiero decir, se trata de una cuestión de educación. Quizás en un pasado perdimos los papeles, las formas nos traicionaron. Pero, saludar a quien formó parte de tu vida no está de más. No será un mal gesto. Sin embargo, no lo hacemos. 

Siempre pedimos algo más, algo mejor. 

viernes, 14 de noviembre de 2014

¡Especial!

Noviembre, 1, 1994... Para muchos esta fecha les será indiferente, para mí no. Más que nada porque nació una niña dulce, tímida, con ganas de cumplir y vivir sueños, con grandes ojos verdes, amiga de sus amigas, sensible, tierna y que no se nos olvide con un gran corazón. Sí, esa eres tú. 

Escribo estas palabras con un sabor amargo, o mejor dicho agridulce, simplemente porque te tengo lejos de mí y me hubiera encantado tenerte cerca y soplar las velas juntas como cada año. 

Pero, este post está escrito con la intención de sacarte una gran sonrisa, y si estás leyendo estas palabras es porque habrás acabado de leer los 11 relatos anteriores que más me han gustado y los más significantes para mí. 

Y este empieza aquí.

Juntas podemos con todo ¿recuerdas? He de confesarte que siento miedo, el miedo que tú tanto has citado en tus relatos, el miedo a perderte, el miedo de que te puedas alejar de mí, maldita distancia. Miedo de que estos más de 10km (porque son más) nos aleje. 

Siempre he estado tan segura de nuestra amistad, tenía la certeza y la tengo de que nunca me vas a fallar, tengo plena confianza en ti. 

Pero, ahora, reconozco que tengo pánico a perderte, porque antes sabía que si quería verte, tardaba 10 minutos en hacerlo y ¿ahora? Nuestros paseos a media tarde, los cafés, nuestras charlas, cuanta falta me hacen. Esta maldita distancia que provoca tanto dolor. Pero ¿juntas podemos con todo?¡Claro que sí!

Luchemos porque la distancia no deteriore nuestra amistad. Porque para mí, eres un pilar fundamental en mi vida, eres más que una amiga, eres mi hermana, la que me protege, la que se ríe de mí cuando intento enfadarme y no puedo, la que me saca sonrisas en vez de lágrimas, esa eres tú. Y quizás mucha gente no entienda el miedo que tengo a perderte, pero es que hemos perdido a tanta gente por el camino, que me horroriza encontrarme con un post dedicado a mí haciendo alusión a que ya no formo parte de tu vida. 

Por eso, quiero recordarte lo importante y fundamental que eres para mí. Porque no me hace falta recordarte todos los días lo mucho que te quiero ni lo importante que eres para mí porque tú eso lo sabes de sobras, aunque sé que te gusta que te lo diga. Por eso disfruta de este pequeño gran detalle que he decidido hacerte. 

Por último, me queda decirte... Felicidades princesa!!! No soy de promesa pero recuerda; ¡juntas podemos con todo! No he querido firmar los anteriores post, porque tienen dueña, pero este lleva mi firma. 

Beatriz.



viernes, 7 de noviembre de 2014

Heart wants.

The bed's getting cold and you're not here
The future that we hold is so unclear
But I'm not alive until you call
And I'll bet the odds against it all
Save your advice 'cause I won't hear
You might be right but I don't care
There's a million reasons why I should give you up
But the heart wants what it wants

(The heart wants what it wants, Selena Gomez)


Durante mucho tiempo me he imaginado a tu lado. Sí, he creído que creceríamos juntos como personas, como amigos. Creí que en cada paso que yo diera  te tendría a mi lado, apoyándome, sonriéndome. Pero, ya no estás. 

No eres capaz de comprender la situación, ni lo que pasa. No eres capaz de entender que tú no eres el único con problemas, ni el único que vive momentos de completo estrés, de completa locura (y no de la buena). No eres el único. 

Intento estar a tu lado, aunque ahora sea más difícil. Quiero sostenerte, decirte que todo va a pasar, pero, cada vez que intento estar a tu lado, tú te distancias, tu me empujas, me evitas. Quiero sostenerte, aunque no pueda físicamente, hay mil maneras de estar a tu lado. Siempre he estado ahí, no tengo razones para fallarte ¿por qué hacerlo ahora?

Mis días no son los mismos sin tus llamadas, sin tus mensajes. Nada es lo mismo si no te tengo a mi lado. Pero, hay momentos en los que no estás. Hay momentos en los que desapareces, en los que no te puedo encontrar, en los que veo que no puedo contar contigo. 

Me escribes, aunque ya no es como antes. Ahora te distancias, escribes tan solo para reprocharme. Vuelvo a la misma historia de siempre; es como si yo tuviera que pensar en ti cada vez que voy a dar un paso, cada vez que voy a hacer algo. ¿Por qué? 

Todo lo que hago, si no es contigo, lo ves mal. Quieres intentar aconsejarme, pero, yo ya me he cansado de escucharte, de ir tras ti, de dar mi brazo a torcer. Eso es lo único que hago... Doy mi brazo a torcer con todo el mundo. 

¿Es que acaso tengo un cartel  luminoso en la espalda que diga "presa fácil"? Hay veces que no te das cuenta de lo duras que tus palabras pueden ser, de como pueden doler. Aunque claro, como siempre, acabo como la estúpida de turno a la que herir, con la que jugar. ¡Qué más da! Todos nos llevamos varapalos en esta vida ¿no?

Y llega un momento en el que me pregunto ¿es normal que ya no me apetezca hablar con esta persona? ¿Qué ha cambiado para que yo no quiera saber nada de esa persona en la cual confiaba? ¿Soy yo? 

Debería tirar la toalla contigo. Acabar con esto, aunque te duela. Sin embargo, soy tan estúpida y te quiero demasiado como para dejarte ir, como para ignorarte, como para herirte. Porque yo nunca seré como tú, nunca me comportaré como tú. 

El corazón quiere lo que quiere, y yo te quiero en él. Quiero que formes parte de mi vida, quiero tenerte en mi vida. Y aun así, tú me lo pones tan difícil. Ya no sé como reaccionar, ya no sé que hacer. 

Estoy tan cansada, y eso tú no lo ves. Hay más personas a las que quiero en mi vida y las trato a todas por igual. Tú haces lo mismo con los demás ¿por qué yo he de ser diferente? No lo entiendo, y tú nunca me entiendes a mí. Intento formar una frase coherente, intento decir algo y nada sale. No puedo hablar, porque todo puede ser malinterpretado, mal visto. Y yo siempre salgo herida.  

¿Sabes qué quiere mi corazón? Que todo vuelva a la normalidad. 

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...