viernes, 30 de mayo de 2014

Pido, ruego, sonrío.

Conocer a aquella persona que borre todas mis tristezas y mis penas...


Tarde o temprano sé que esa persona aparecerá. Soñar es gratis y pensar que a la vuelta de la esquina puede estar esa persona que me hagas suspirar forma parte de esos sueños gratuitos. 

No todo será fácil y esa persona no aparecerá de buenas a primeras. Así pues, mientras tanto vive el presente, olvida el pasado y no planees un futuro. Al menos, no por ahora. 

Piensa en eliminar los problemas, en olvidarlos y así poder vivir con naturalidad y tranquilidad tu día a día. Sonríe, ríe, juega, baila y canta. Puedes hacer lo que tú quieras, disfrutar de los pequeños momentos, absorberlos. Pero, sobre todo no te escondas. 

Por favor, no lo hagas. O quizás, esto es un ruego para mí misma. Me pido a mí misma no esconderme, me pido poder olvidar el dolor del pasado y no pensar en el mañana. Tan solo vivir paso a paso las horas del día a día. 

Conocer gente, cambiar de aires, hablar, intercambiar opiniones, sonreír. Hacer todo eso hasta encontrar a esa persona especial, esa persona diferente que mueva mi mundo, mi ser. 

Quiero conocer a aquella persona que me abrace cálidamente, aquella en quien confiar ciegamente y en quien poner la mano en el fuego. Encontrar esa persona con quien expresarme libremente,  contarle mis miedos y esperanzas. 

Y ahora, mientras busco, mientras espero, mientras sonrío y lo hago para que cuando esa persona que se convierta en parte de mi vida, de mi ser sea capaz de ver las tristezas que quedan enterradas tras una sonrisa. Espero a esa persona con quien expresar mis penas y alegrías, aquella que las sepa ver y para que así sean borradas.  

sábado, 24 de mayo de 2014

Problemas de confianza.

Problemas; ¿se pueden solucionar? Algunos dicen que siempre, otros que nunca. ¿Yo? A veces.

La pequeña nota como autora de este blog dice: Una simple y mera soñadora que le gusta expresar aquello que quiere y desea en pequeños trozos de papel... Sin embargo, soy mucho más que eso. 

Tengo mis virtudes, eso seguro. Y sé que quienes están a mi lado son capaces de verlo, son capaces de valorarme y de ver aquello que yo no soy capaz de ver en mí. 

¿Soñadora? Sí. Todos tenemos sueños y yo también. Y sé que no son fáciles de cumplir, sé que nada estará a mi alcance fácilmente. No obstante, la falta de confianza en uno mismo es algo que no ayuda de ninguna manera. 

¿Por qué voy a mentir? ¿Por qué voy a fingir? ¿Me va a servir de algo? Soy una persona que nunca confía en sus propias posibilidades, alguien que no se valora lo suficiente, que no se quiere lo suficiente. Soy débil. Yo me veo así. 

Los demás no ven eso en mí, quizás no ven ni una cuarta parte de lo que soy, de como me siento. Es tan sencillo fingir una sonrisa, reírte de todo lo que pasa a tu alrededor. Es tan sencillo ayudar a los demás  a solucionar sus problemas. Es tan fácil... Son apariencias. 

Pero, en la soledad de mi habitación, cuando nadie me ve, cuando nadie me escucha, soy capaz de derrumbarme. Soy capaz de ver todos mis defectos, comentarlos y criticarlos y nunca mejorarlos. 

La falta de confianza hace mucho. Tener a tu lado a personas que con pequeños gestos te hacen desconfiar de tus posibilidades, del hecho de poder conseguir tus sueños. Gestos que hacen que mi propia confianza decaiga y eso provoca mi falta de valor, mi falta de cariño. 

Si tan solo me dijeras yo confío en ti. Nunca lo haces. Nunca lo he escuchado. Sé que intentas protegerme. Lo sé. Y por ello te quiero. Pero, tengo derecho a equivocarme ¿no? Quiero decir, debes confiar en mí, darme ese pequeño empujón, aunque después me equivoque. O tan solo decir que confías en mí. 

Me siento pequeña. Siento que nada de lo que hago vale la pena. Siento que no hago nada bien. Siento... siento tantas cosas. Y de tanto sentir, no hago más que llorar. Sé que las lágrimas no solucionan nada, sé que he de ser fuerte... Yo soy débil. 

¿Cómo solucionarlo? ¿Hay solución? Ojalá hubiera respuesta. Quizás la hay, quizás mis lágrimas acabarían si por una vez pronunciaras esas cuatro palabras; yo confío en ti. Quizás mis problemas de confianza se acaben, quizás te pueda creer. 

¿Me lo dirás alguna vez? 

viernes, 23 de mayo de 2014

Tú siempre más.

-¿Qué darías por ver sonreír a quien te importa?
-Todo.

La verdad, no sé cuando leerás este post. No sé si lo harás nada más compartir el link que te lleve a este pequeño relato o si bien debes ponerte al día hasta llegar a la fecha de hoy, hasta el 23 de Mayo del 2014. Sin embargo, no me importa cuando lo leas. 

No me malinterpretes, sé que lo acabarás leyendo. Sé que acabaras dando con él y quizás lo hagas antes de lo que yo pienso. Quizás el título te inspire y lo leas antes de tiempo. Pero, eso no importa. Lo acabarás leyendo y yo sabiendo eso soy feliz. 

El tiempo ha pasado y durante él muchas amistades han caído. Durante una temporada, las cosas cambiaron. Nosotras maduramos, crecimos y tomamos caminos distintos y aun así seguimos unidas. 

Verte sonreír, verte feliz es lo que a mí me da fuerzas para continuar. Tú eres quien está ahí en todo momento, quien está en las buenas y en las malas. Eres tú quien me apoya, me escucha, me aconseja, quien me hace reír, quien me abraza, quien me quiere. Eres tú y solo tú. 

Y yo, por verte sonreír lo daría todo. Haría hasta lo imposible si sé que un día tu bonita sonrisa desaparece, aunque tan solo sea por cinco minutos. Nunca lo permitiré. No puedo permitirlo. 

¿Y sabes por qué? Porque te quiero demasiado. Eres muy importante para mí. Eres tú quien está incondicionalmente a mi lado y quien nunca pide nada a cambio. Pero, bien sabes que siempre que me necesites estaré ahí. Aunque sean las tres de la mañana y tu llamada me desvele, si me necesitas ahí estaré. 

Te lo mereces. Eres una persona extraordinaria, con un gran corazón. Eres única y quien me hace feliz con un simple "buenos días" por la mañana. Tú y solo tú. 

Gracias por existir, gracias por estar a mi lado. Gracias por aguantarme. Gracias por todo. Y ¿sabes por qué te mereces este pequeño post? No solo es para agradecerte el tenerte conmigo, no solo es por la sonrisa que quiero conseguir arrancarte. 

Es porque tú siempre más. Tú siempre me quieres más. 

miércoles, 21 de mayo de 2014

You said;

'Cause I was there when you said
forever and always.
(Forever and always, Taylor Swift)

Palabras que no dejas de resonar en mi mente. Promesas hechas que creí -y confié- que cumplirías. En el pasado -y no tan pasado- demasiadas cosas dijiste, demasiadas promesas hiciste, muchas palabras fueron pronunciadas... Y yo aun recuerdo el "por y para siempre". 

¿Lo recuerdas? No lo creo. Todo era mentira, palabras vacías, sin significado ni sentimiento. Falsedades escupidas por tu boca, falsedades que yo creía. Y ahora me pregunto ¿por qué confié en ti? ¿De qué me sirvió? Tan solo me engañaba, tan solo me sigo engañando a mi misma. 

Yo vi una amistad en tu y tú te aprovechaste de eso. Tan solo me buscabas cuando te interesaba, tan solo acudías a mí cuando lo creías oportuno. ?Y después? Después nada. Se suponía que éramos amigas, se suponía...

Las personas (las amistades) están para ayudarse, para apoyarse siempre (forever and always ¿recuerdas?). Sabías que yo estaría a tu lado y, sin embargo, me echabas de tu lado de mala manera como quien ahuyenta a un perro o un gato abandonado. 

¿Exageración? Quizás para ti, pero, no para mí. Sufrí tus burlas, alguna que otra humillación, aguanté tus errores e incluso vi como te avergonzabas teniéndome como amiga.

Nunca pedí nada a cambio. Yo no te pedí un por y para siempre de cuento de hadas. Yo no quería nada de eso. Entonces ¿qué buscaba?

Yo tan solo buscaba una amistad sincera. Alguien en quien apoyarme, alguien que me escuchara, que se preocupara por mí. ¿Era mucho pedir? ¿Te llegué a importar alguna vez?

Solo buscaba un abrazo sincero el cual no tuviera que pedir. Esas cosas se saben, se notan. No he de decirlo. Buscaba una sonrisa de apoyo y un chiste para animarme. Buscaba tantas cosas, y en ti nunca lo encontré. Sólo encontré falsedades y mentiras. 

Es irónico ¿lo sabías? Tanto tiempo rehuyendo de ese tipo de amistades, de ese tipo de personas y al final tú entras en ese maldito círculo. Eres igual que ellos y lo peor es que piensas que uno nunca se dará cuenta. Pensarás que soy idiota, pues. Quizás lo soy. 

Estoy acostumbrada a las decepciones. Así pues, sé que esto acabará pasando. Solo será una herida más, algo que quedará como un recuerdo lejano... Lejano,pero, doloroso. 

Todo tiene un por qué, una razón de ser. Las cosas no suceden por que sí, ni son casualidad. Y créeme que aunque haya estado hablando en pasado, nada de esto es parte del pasado, sino del presente, del ahora. 

El dolor sigue ahí. No son simples recuerdos, es la vivencia del día a día. Hoy quizás estemos bien y mañana... ¿mañana? No lo sé. No lo sé y no quiero saberlo. 

Es la necesidad de recuperar una vieja amistad ya perdida. Es la necesidad de volver a ver a una persona que una vez prometió un "por y para siempre". Aunque no fuera necesario, aunque no fueran palabras sentidas. 

Solo tengo la necesidad de volver a ser yo... ¿sabes que significa eso?

lunes, 19 de mayo de 2014

Heridas.

Pasa el tiempo, pero, las heridas no sanan. 

Tú no las ves, pero, hay heridas que siguen ahí. Son ese tipo de marcas que quedan, persisten y nunca se olvidan. ¿Como olvidar el día en que te fuiste sin despedirte? ¿Como olvidar tus palabras hirientes? ¿Como no recordar tus burlas y risas? ¿Como?

No eres capaz de entender que todo eso sigue ahí y que un simple "lo siento" no basta para arreglar y recoger los trozos rotos de nuestra amistad. Eso ya no vale. 

Piensas que todo sigue igual, que podemos seguir manteniendo nuestra amistad. Sin embargo, no sé si has cambiado. Creo que sigues igual que siempre y que encima no te das cuenta. 

Somos personas diferentes, nadie es igual. Tú tienes tus gustos, yo tengo los míos. ¿Cual es el problema? No sabes como me siento cada vez que te ríes de aquello que a mí me gusta, aquello que me hace feliz.

¡Sí! ¡Feliz! Soy feliz cuando disfruto de aquello que más me gusta hacer, cuando disfruto de esos pequeños momentos de soledad escuchando música, relajándome mientras leo. Soy feliz.

¿Y tú? Tú te ríes porque mis gustos no son como los tuyos. Nunca tienes en mente eso de para gustos los colores. Haces daño sin ton ni son, sin pensar en como me puede llegar a afectar a mí. 

A veces creo que no me conoces. A veces creo que piensas que yo también me divierto con tus "bromas". Aunque no creo que a lo que tú haces se le puedan llamar bromas. Al menos no para mí. 

¿Por qué lo haces? Sabes que yo callaré, que no te diré nada. No quiero problemas. Pero, tus comentarios duelen. Duelen, duelen y duelen. Duelen. Y todo ello se queda en mí. Se queda guardado, no hay manera de que sane. 

Son heridas que no sanan, heridas que no se olvidan. Y puedo perdonar, pero nada será igual. Nada.  

lunes, 12 de mayo de 2014

¿Alcanzarte?

 Traté de alcanzarte
sin medir que al tocarte
te reirías otra vez de mí...
(Como te olvido, Natalia Oreiro)

Caricias, besos y  "te quiero" susurrados. Abrazos que se daban sin pedir explicaciones, sonrisas que se regalaban a esas personas importantes, a personas que querías. Sin embargo, alguien huiría. 

Y estúpida de mí, corrí para alcanzarte, para llegar a ti. No te quería perder, no quería que te fueras. Te necesitaba, me importabas. Te necesito. Pero, cada vez que llegaba a ti , tú no hacías más que reírte. 

Mis sueños te parecían inalcanzables, nunca me apoyaste en ninguna decisión. Cada gesto que tenía, cada pequeño detalle que tenía te causaba risa y a mí dolor. ¿No lo ves?

¿Por qué lo haces? ¿Por qué te ríes de mí? ¿Te gusta jugar con mis sentimientos? Pensé que eras diferente y me equivoqué. Da igual lo que yo diga, da igual lo que yo haga, que tú siempre estás ahí para reírte. 

Pensé que te importaba y por eso quería estar a tu lado. Luché por ti, luché por convencerme y convencer a los demás de que tú eras diferente. Pero, de nada valió. 

Te burlabas y te sigues burlando de mí. Y eso a mi me duele. Me crea inseguridades. No hago más que llorar preguntándome a que se debe esa actitud conmigo. 

Sin embargo, lo único que consigo entender es que no eres capaz de valorar mis sentimientos, que no eres capaz de ver más allá de tus propias narices. Pero, sigo aquí. Sigo intentando alcanzarte aunque te rías una y otra vez de mí. 

Me martirizo a mi misma porque me importas. Y ni tú, ni nadie se da cuenta que hay veces que deberían no hacer comentarios hirientes. Y reírse de según que cosas o repetirlas reiteradamente hace daño, mucho daño. 

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...