Conocer a aquella persona que borre todas mis tristezas y mis penas...
Tarde o temprano sé que esa persona aparecerá. Soñar es gratis y pensar que a la vuelta de la esquina puede estar esa persona que me hagas suspirar forma parte de esos sueños gratuitos.
No todo será fácil y esa persona no aparecerá de buenas a primeras. Así pues, mientras tanto vive el presente, olvida el pasado y no planees un futuro. Al menos, no por ahora.
Piensa en eliminar los problemas, en olvidarlos y así poder vivir con naturalidad y tranquilidad tu día a día. Sonríe, ríe, juega, baila y canta. Puedes hacer lo que tú quieras, disfrutar de los pequeños momentos, absorberlos. Pero, sobre todo no te escondas.
Por favor, no lo hagas. O quizás, esto es un ruego para mí misma. Me pido a mí misma no esconderme, me pido poder olvidar el dolor del pasado y no pensar en el mañana. Tan solo vivir paso a paso las horas del día a día.
Conocer gente, cambiar de aires, hablar, intercambiar opiniones, sonreír. Hacer todo eso hasta encontrar a esa persona especial, esa persona diferente que mueva mi mundo, mi ser.
Quiero conocer a aquella persona que me abrace cálidamente, aquella en quien confiar ciegamente y en quien poner la mano en el fuego. Encontrar esa persona con quien expresarme libremente, contarle mis miedos y esperanzas.
Y ahora, mientras busco, mientras espero, mientras sonrío y lo hago para que cuando esa persona que se convierta en parte de mi vida, de mi ser sea capaz de ver las tristezas que quedan enterradas tras una sonrisa. Espero a esa persona con quien expresar mis penas y alegrías, aquella que las sepa ver y para que así sean borradas.