martes, 27 de julio de 2021

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por algo que no entiendes. Te encuentras en una habitación vacía, el corazón te va a mil y lo único que quieres es gritar. Frustración, rabia, desconcierto: todo en uno.  

Bajo la guardia, dejo que mis muros sean de papel, que tu puedas entrar y salir a tu antojo y todo ¿para qué? Si estás ahí, quieto, sin inmutarte, como si nada de esto fuese contigo. Ayúdame a entenderlo, dame una maldita explicación. ¿Es esto un estúpido juego? ¿Soy yo quien se equivoca? 

Quizás solo somos un par de cobardes por razones totalmente distintas. Vivimos en mundos completamente distintos y por más que lo intentamos somos incapaces de soltar prenda, de despegarnos de nuestros miedos... No queremos saltar, ni volar, ni oír ni escuchar. 

Mejor no molestarte ¿verdad? ¿O quizás quieres eso para sentirte importante? ¿Es algo que necesitas, que deseas y que te hace sentir importante? Quizás deberías plantearte y pensar en lo que es importante para mí, en lo que yo también siento y en aquello que a mí me puede doler. 

¿O es que te crees que no tengo sentimientos? Desearía que vieses lo que pasa por mi mente cada vez que intentas jugar a uno de tus juegos, cuando desapareces y deseas que te encuentre, que te busque, que esté por y para ti. Es tan injusto y yo tan idiota por caer una y otra vez en la misma trampa, en el mismo juego. 

Ojalá poder cambiar las cosas, cambiar mi forma de ser... ser menos yo y un poco más tú, que probases de tu propia medicina. Y al final son los mismos sueños, las mismas palabras, diferente día pero sintiendo exactamente lo mismo: confusión, dolor, desengaño. 

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...