lunes, 31 de diciembre de 2012

Tenemos que cerrar los ojos.

Cerrar los ojos, cerrar los ojos por un instante. Cerrar e imaginar, cerrar y recordar, cerrar y soñar, dejarte llevar y volar... Volar hacia un mar de direcciones.

Hay veces que es tan bonito, tan mágico cerrar los ojos y recordar. Yo aun recuerdo los largos paseos que dábamos en las calurosas noches de verano. Ir tomando un helado, ir riendo, abrazarnos, disfrutar de la noche, pero todo era con un fin, estar juntos. 

Pero en un momento dado todo acabó, esos días felices se esfumaron, igual que tú te esfumaste de mi vida. Y ahora cierro los ojos e imagino... Quiero imaginarme como sería mi vida si estuvieras a mi lado, si estuviéramos juntos. Y en ese momento dejo que pequeñas lágrimas broten de mis ojos... Lágrimas que acaban en el frío suelo. Intento asimilar todo lo que pasó, intento aceptar lo que pasó...

Y llega un momento en que consigo aceptar que lo pasado pasado está y así seguir con mi vida. Y ahora cierro los ojos, cierro y sueño. Sueño con la persona que a día de hoy me importa, que adía de hoy me hace feliz. Y otra vez, otra vez dejo escapar otra lagrimilla pero esta vez es diferente. Ahora lloro de felicidad. Porque tengo la suerte de poder despertarme al lado de una persona a la que quiero...

Y me dejo llevar, me dejo llevar por mis sentimientos, me dejo llevar por lo que mi corazón dicta. Estoy en una nube, estoy flotando, estoy al lado de la persona que me quiere, que me demuestra que soy importante... Y eso es lo que quiero...

Quiero seguir volando hacia un mar de direcciones, volar al lado de él. Volar al lado tuyo, tú que me haces feliz. Tú que consigues sacarme una sonrisa hasta en los peores momentos, en aquellos en los que se puede llegar a ver todo negro, aquellos en los que me veo hundida en un pozo... 

Hemos de volar, hemos de soñar e imaginar. Hemos de amar, de ser felices... Tenemos que cerrar los ojos.

2da dedicatoria: imprescindibles.

Dicen que el 13 es el número de la mala suerte y precisamente de aquí a unas horas entraremos en el 2013. Sin embargo, si para mí el 2012 ha sido un gran año, el 2013 será aun mejor. Porqué sé que a mi lado tendré a dos de las personas más importantes para mí.

Una vez me preguntaron: ¿quién es imprescindible para ti? En su momento no supe contestar, pero a día de hoy, 31/12/12 estoy muy segura de la respuesta. ¡Vosotras dos! Y creo que llegados a este punto no queda mucho más que decir porque creo (y confío en que vosotras penséis lo mismo) que día tras día os lo he ido diciendo tanto. No obstante, hay dos cosas que no me cansaré de deciros nunca: gracias y os quiero.

Ya lo sé, ya... Ya sé que me vais a matar por tanto dar las gracias, porque sé que creéis que no debo hacerlo, pero yo quiero hacerlo. Gracias por estar ahí cuando lo he necesitado, cuando nadie más lo estaba. Gracias por escucharme, por aguantarme, por abrazarme, por hacerme llorar (de felicidad), por hacerme reír. Gracias por ayudarme a ser más fuerte, por hacerme luchar día tras días. Gracias por no dejarme caer, por no dejar que me rindiera. Gracias por ser vosotras mismas!!

Con vosotras he crecido como persona, he madurado, he aprendido a valorar aquello que tengo a mi lado. A vuestro lado he aprendido la hipocresía que hay en este mundo. Hemos sido decepcionadas por personas a las que les teníamos un gran cariño, a las que queríamos, personas por las que, quizás, hubiéramos dado la vida... Pero se fueron de nuestro lado. ¡Y aquí estamos nosotras! ¡Viviendo nuestra vida! ¡Juntas! ¡Siendo felices!

Os quiero, os quiero demasiado. Me hacéis feliz. Veros cinco minutos, estar a vuestro lado una mañana desayunando o una noche celebrando un cumpleaños o una tarde charla, me hace feliz. Estos son los pequeños detalles del día a día, son pequeños detalles que marcan la diferencia. 

El año que viene es 2013... el 13 es el número de la mala suerte ¿no? ¡Pues quien haya dicho eso se equivoca! Porque os voy a tener a mi lado, va a ser otro año más lleno de aventuras, de nuevas experiencias, de nuevas locuras... y todo será a vuestro lado. 

Tengo el privilegio de tener a mi lado a dos grandes personas. A unas personas maravillosas que aunque pasen semanas sin vernos o días sin hablar, sé que cuando nos reencontramos es como si ese tiempo no hubiera pasado. 

Queda todo dicho ¿no? ¡SOIS IMPRESCINDIBLES! 

domingo, 23 de diciembre de 2012

Pétalos...

Pétalos rojos, pequeños pétalos rojos alrededor de toda mi habitación. Pétalos de esas rosas rojas que alguna vez significaron algo, y ¿hoy? Hoy ya no son nada, hoy son simples pétalos marchitos. Pero esos pétalos en su inicio significaron mucho, y aun hoy esconden una gran historia, esconden nuestra historia de amor. 

Parece que fue ayer cuando me regalaste la primera rosa. Esa rosa con la que me dijiste que me querías, esa rosa con la que me dijiste que yo te hacia feliz. También recuerdo que mi cara se iluminó, que en mí volvió ese brillo que hace tiempo que no tenía, ese brillo de felicidad. Te vi a los lejos con esa pequeña rosa roja entre tus manos y jamás pensé que fuera para mí, pero lo fue...

Y guardé esa rosa, intenté mantenerla viva porque pensé que así nuestro amor seguiría vivo. Y hasta cierto punto, así fue... Pero no fue esa la única rosa...

Vinieron más, pero ninguna como la primera. Las siguientes ya no proclamaban tu amor por mí, ya no decían que me querías. Eran rosas de perdón, rosas rojas que utilizabas para pedirme perdón. Y por más que yo intentaba mantenerlas vivas, estas no duraron tanto como la primera rosa...

Sin embargo, todos esos pétalos marchitos, todos esos pétalos que poco a poco iban cayendo sobre mi mesa, los iba guardando en una pequeña caja. Sé que te preguntas el porque... Sencillamente, para recordar todas las veces que me habías hecho daño, para recordar el dolor causado y para ver lo estúpida que fui al perdonarte tantas veces, al decirte que te perdonaba, que confiaba en ti y sabía que no volverías a hacerme daño.

¿Por qué lo hice? Porque creí que me volverías a regalar una pequeña rosa roja llena de amor, llena de pasión, una rosa como la que me regalaste la primera vez. Pero nunca llegó.

Y no puedo esperar a que llegue, no puedo seguir esperando a que vuelvas. Por eso, decido abrir esa pequeña caja de pétalos, decido abrirla y esparcir por toda mi habitación esos pétalos llenos de dolor. Están llenos de dolor, pero al liberarlos de su caja, también me libero a mi, me deshago de todo el dolor para intentar volver a ser feliz. Para intentar que mis pequeños ojos vuelvan a iluminarse.

Pero aunque decida tirar todos esos pétalos, habrá unos que siempre conservaré. Los primeros pétalos, los pétalos de nuestro amor. 

jueves, 20 de diciembre de 2012

1ra dedicatoria: hard workers.

Llegan unas fechas especiales, llegan unos días emotivos, llega la navidad. Y con ella, llegan los recuerdos, vuelve la nostalgia,  los reencuentros, los llantos, las risas... Nos hacemos preguntas sobre el pasado, sobre aquellos recuerdos, sobre los momentos vividos, sobre todo aquello que nos ha pasado. ¡Vuelve la navidad! 

Y como no podía ser menos, yo me pongo nostálgica, por un momento echo la mirada atrás. Pero no quiero viajar a un pasado lejano, creo que a ese he viajado tantas veces y prefiero no recordarlo. Quiero viajar a un pasado reciente, a uno más cercano. Y recordar, para así no olvidar, todo lo vivido. 

Mi aventura empezó en Septiembre, empecé la universidad. Era una nueva etapa para mí, un nuevo camino, una aventura, algo nuevo por vivir y descubrir. Pero claro, siempre hay miedos. Y en ese mes, no pudo ser menos. El no conocer a nadie, el no saber que podría encontrarme, ni a quien me atormentaba (si se puede decir así). Pero el curso empezó...

No me puedo quejar, la verdad. Tampoco es que empezara con mal pie, pero sé que necesitaba hacer un esfuerzo, dar un pasito adelante, ¡lanzarme a la aventura! ¿Lo hice? No lo creo, no estoy segura. Creo que todo se dio de una forma más o menos casual. Un hola a la mañana, un perdona ¿esta es la clase de lingüística?, los trabajos en grupo, las actividades orales de inglés a las diez de la mañana, las anécdotas contadas en inglés, las risas mientras mezclábamos el castellano y el inglés, etcétera, etcétera, etcétera... 

Y fue así, como poco a poco se creo un grupo. Eso si, hay que remarcar que lo que se formó en un momento dado es ¡un grupo de locos!. Porque todos lo estamos, de una forma u otra TODOS lo estamos. Sin embargo, nos preocupamos los uno de los otros y no nos cuesta nada tenderle una mano a aquella persona que lo necesita, a aquél o aquella que está mal. No nos cuesta nada dar un abrazo, un beso o decir te quiero. Y no nos cuesta nada porque sabemos que de esa forma sacamos sonrisas, nos reímos. ¡Alegramos el día! 

Por otro lado, tampoco nos cuesta picarnos. Creo que es una de las cosas que más nos gusta ¿o me equivoco? Picarnos, chincharnos, sacarnos los colores, mal pensar e incluso robar. Pero, creo que esto que hacemos es otras de las formas de pasarlo bien, de reírnos juntos y de nosotros mismos. 

¿Qué os quiero? ¡No! ¡Ni loca! Pero ¿cómo no voy a hacerlo? Eso sí que sería de locos. Habéis hecho que esas clases, que en un primer momento parecían aburridas, fueran de lo más entretenidas. Hacéis que mi día a día sea más fácil y que no me cueste levantarme porque sé que os veré. Sé que un día o el otro estaréis ahí para reír, para chinchar, para levantar el ánimo, para dar besos, abrazos y sí, como no podía ser de otra forma, para mal pensar también.   

Y ahora llega la navidad... Llega el momento de separarnos. No obstante, tan solo es una separación temporal, porque sé que dentro de poco estaremos ahí todos, estaremos reunidos explicándonos nuestras vidas, explicando anécdotas, metiéndonos los unos con los otros, comiendo juntos, ayudándonos, etc, etc, etc. Quedaremos en vagones diferentes, haremos nuestras investigaciones, nuestras averiguaciones y nos reiremos con cada tontería dicha. 

También, he de decir que se ha creado un grupo de locos, un grupo que será difícil de separar, un grupo fuerte, un grupo alegre. ¡Un grupo de hard workers! Nuestro grupo. 

Así que solo me quedan por decir dos cosas. En primer lugar, gracias. Gracias por estar ahí, por ser como sois, por picarme y chincharme porque sé que es con cariño. Y en segundo lugar, disfrutad de las fiestas, estad al lado de los vuestros. Porque pronto nos volveremos a unir. Sí! Volveremos a dar la lata. Y como no podía ser menos, yo volveré a mal pensar sobre todo aquello que digáis. Eso sí, lo haré con cariño. Porque ¡os quiero hard workers!  



Espero que us hagi agradat la meva sorpresa. Si no es així, és igual! M'encanta escriure i com no podia ser menys, a vosaltres alguna cosa us havia d'escriure. Picaxu, d¡imoni, pitiman, pelroja, eva, jeroni, estela i com no la meitat de l'Equip A. Bon nadal!!! <3

lunes, 17 de diciembre de 2012

¿Cómo? NUNCA.

Sentarse frente al ordenador, abrir una nueva página de word para ponerte a escribir, para ordenar tus ideas, para escribir aquello que pasa por tu cabeza...  Sin embargo, después de horas frente al ordenador, la página sigue en blanco, sigue vacía...

Tienes todas las palabras, sabes que quieres expresar pero la pregunta es : ¿cómo lo expreso? ¿cómo lo explico? No lo sé... Pero en un momento dado las palabras empiezan a salir, salen solas y dicen lo siguiente:

No sabes cuántas ganas tengo de gritarle al mundo entero cuanto te quiero. Me encantaría gritarlo a los cuatro vientos, que todo el mundo lo sepa y tú, sí tú, el primero. 

Y aquí es donde debería acabar todo, pero no todas las historias tienen un final feliz y hay veces que las personas se entrometen. Algunas lo hacen para bien, otras para mal... 

A veces, no gritamos aquello que sentimos por miedo. En este mundo, en esta vida hay personas que nos hacen sentir como que no valemos, hay personas que nos hacen creer que nunca se fijarán en nosotros, sea por físico (lo cual es la principal razón) o por razones de carácter... Da igual, lo que importa es que te hacen creer que no vales, que nadie nunca se fijará en ti, nadie te querrá... 

Y vivimos atormentados con ese pensamiento, vivimos pensando que nadie querrá estar a nuestro lado. ¡BASTA! No podemos seguir pensando eso, no podemos tener miedo a las burlas, al rechazo de esa persona... Lo que tenga que pasar pasará, quizás sino sucede nada es porque no es el indicado, porque no vale la pena, pero no podemos quedarnos sentados a esperar a que pase algo si nosotros no hacemos nada.

Hemos de lanzarnos, hemos de dar el primer paso, tirarnos a la piscina, como queráis decirlo. Pero ¡tenemos que hacerlo! Sé que es algo muy importante y algo que cuesta de hacer, pero si no lo intentamos no sabremos que podría haber pasado...

Creo que esas personas que se ríen de ti, tan solo están celosas, tienen envidia. Porque tú puedes llegar a encontrar la felicidad, puedes ser feliz, te pueden querer tal y como eres y tu querer a esa persona. Lucha por ella, olvídate de lo que digan ciertas personas que no te conocen, que no saben quien eres verdaderamente. Fíate de ti misma, de lo que te diga tu corazón...

Así que no te rindas, sigue luchando, sigue ahí al pie del cañón. Y si me preguntas ¿cómo has dicho? Yo solo diré NUNCA.  

Y si me preguntas ¿cómo expresarlo? Dí:

No sabes cuanto tiempo llevo esperando para gritarle al mundo entero, para gritar a los cuatro vientos ¡cuánto te quiero! ¡cuánto te amo! Y hoy lo saben todos, pero principalmente tú. Porque nunca, NUNCA he querido a alguien como te quiero a ti. Y por eso lucharé por ti...

Y sin darme cuenta, las horas han pasado y yo he sido capaz de ordenar mis ideas para decirte lo que siento... Para decirte que te quiero. 

domingo, 16 de diciembre de 2012

Opiniones vacías y sin importancia...


Muchas veces nos dejamos llevar por la opinión de los demás. Sí. Lo hacemos. ¿Por qué? Sencillamente, porque intentamos agradar a según que personas, intentamos caerles bien sin darnos cuenta de algo muy importante: dejamos de ser nosotros mismos.

Cambiamos porque, en un momento dado, la opinión de los demás se convierte de vital importancia para nosotros. Aquello que se llega a decir de nosotros nos afecta, es como si no nos dejara vivir. Por eso, para intentar "vivir tranquilos", cambiamos, creyendo que así nuestra vida será mucho más fácil. 

Pero en un momento de nuestra vida, después de una larga temporada sin hacerlo, nos miramos al espejo. Y nos vemos en la clase de persona que nos hemos convertido. Yo no digo que ahora seamos malas personas, ni mucho menos. Pero, por querer agradar a los demás, por querer que las opiniones de los demás cambien, nos convertimos en ese tipo de personas que no queríamos ser... 

Porque cuando las personas opinan pueden llegar a ser muy crueles, hasta el punto que nos hagan sentir como un cero a la izquierda, como si no valiéramos nada. Y nos volvemos a mirar al espejo y nos preguntamos: ¿quién soy? ¿en que me he convertido? ¿que he hecho? ¿de verdad valgo tan poco?

No podemos llegar hasta este punto. No puede ser que nos dejemos llevar por las opiniones de personas que nos juzgan sin conocer, de personas que no tienen nada mejor que hacer con su vida que criticarte, que hacer daño... No puede ser. 

Por eso, sin en algún momento te plantas frente al espejo y llegas a preguntarte eso o algo por el estilo. Vuelve a ser tu misma, olvídate de las opiniones de los demás, solo ten en mente aquello que piensas. Vuelve a ser esa persona que eras antes, aquella que se valoraba a si misma...

Porque quizás los demás comenten, opinen y digan. Pero ten por seguro que tarde o temprano todo llega... Y tú estarás al lado de gente que te valorará por como eres, sin juzgarte... Y entonces aquellos que opinaron serán los juzgados...

Porque, al fin de cuenta, aquello que opinan y juzgan aquellas personas que no te conocen y por las que en un momento de tu vida cambiaste, son solo opiniones... opiniones vacías y sin importancia...

viernes, 14 de diciembre de 2012

Nuevas etapas: tener miedo.

Muchas veces hemos tenido miedo a los cambios. Sí, hemos tenido miedo. Pensamos que esos cambios son malos, pero hemos de pensar en positivo y creer que no todo será malo.

He empezado una nueva etapa de mi vida, una en la que no sabía que me encontraría, una etapa donde sabía que habría muchos cambios. Una etapa a la que no puedo ponerle un nombre, no por nada, sino porque cada lector, cada persona le pondría un nombre diferente... porque para mí es de una forma, pero para los demás es de otra. 

He de admitir que al principio, cuando recién empecé, tenía miedo. Sí, lo tenía. Pero es normal, ¿no? Es como si empezáramos de nuevo, de cero. Nuevas amistades, nuevos lugares, cosas por descubrir y desconocidos por conocer. Y no saber a lo que te enfrentas, no saber exactamente que habrá en este nuevo camino asusta. Asusta y mucho. Y fue así, a mí me asustó. 

Pero poco a poco, me fui adaptando. Poco a poco fui conociendo gente, personas que me aceptaron, que poco a poco me fueron conociendo y que ahora son grandes amigos. Personas en las que puedo confiar, amigos a los que les puedo contar mis miedos sin que ellos me juzguen. Sé que simplemente me escucharán e intentarán entenderme. No son simples compañeros de fiesta...

Sin embargo, no podemos olvidar ni descuidar las "viejas" amistades. Esas que han estado ahí, esas que están ahí pase lo que pase. Personas que cuando hemos empezado nuestro nuevo camino nos han tranquilizado. Esos "viejos" amigos que nos han dado la mano cuando teníamos miedo, cuando pensábamos que no podríamos seguir ese nuevo camino sin ellos. En cambio, al menos a mí, me han demostrado que iban y que van a estar ahí.

No les ha costado levantar el teléfono y llamarme, no les ha costado darme ánimos cuando los necesitaba... están ahí. Y mis nuevas amistades, ellos que me los he encontrado en este nuevo camino, en esta nueva aventura también lo han hecho y lo hacen. Creo que somos capaces de combinar nuestras nuevas amistades con aquellas de toda la vida sin olvidar a nadie. Y es algo que todos deberían hacer... algo que muy pocos hacen.

Creo que, cuando por fin somos capaces de dejar el miedo atrás, a veces nos centramos demasiado en los nuevos comienzos dejando atrás todo lo vivido. ¡Esto no puede ser así! Por otro lado, hay personas que creen haber encontrado verdaderas amistades en sus nuevas etapas cuando en realidad son simples compañeros, personas con las que salir de juerga. Gente a la que no le podrás confiar tus secretos, personas con las que divertirte y reír pero no con la que llorar. Entonces te preguntarás ¿porqué olvidé a esos que siempre estuvieron a mi lado?

Yo no lo sé, porque igual que admito que he tenido miedo, soy capaz de admitir que he sido capaz de mantener a mi lado a las personas que consideraba y considero que deben estarlo. Pero hay gente que deja de lado sus amistades, centrándose en gente nueva que no ha demostrado ser un verdadero amigo. Pero, en fin, son cosas que pasan en las nuevas etapas, porque intentamos tener a nuestro lado a alguien lo antes posible y claro... no entendemos que las cosas tarde o temprano llegarán, que no hay que tener prisa...  

miércoles, 5 de diciembre de 2012

No saberlo: frases para ti.

Pequeñas notas con miles de palabras, frases cortas, frases sin coherencia, frases incongruentes, frases sin acabar, frases sueltas, frases, frases y más frases... Sin embargo, todas se remiten a lo mismo...   a ti.

No sé si estoy enamorada, no sé si es simple atracción, no sé si es que me gustas o tan solo eres uno de esos amores pasajeros, no lo sé.

Pero sé que no hay día en que no piense en ti. Tal vez, es una obsesión, pero aunque así fuera, tampoco sé que hacer... 

Hay días en los que estoy mal, en los que veo que mi mundo se desmorona, donde todo lo veo negro y lo que quiero y lo que necesito es hablarlo... hablarlo contigo, contártelo a ti y escucharte a ti. Pero, quizás por miedo o por falta de confianza entre los dos, prefiero callar y desahogarme con las personas que están a mi alrededor, con mis amigas, ellas que me apoyan... pero hay veces que siento vergüenza de como se tomarán aquello que necesito decirles. Y, en esas veces en las que tengo vergüenza, desearía que fueras tú con quien pudiera desahogarme.

Hay días en los que necesito verte... porque con solo verte cinco minutos, cambias mi día. Verte sonreír, me alegra el día. ¡Me alegras el día! 

Y si de sonrisas se trata, solo imaginarte en mi cabeza, verte paseando entre mis pensamientos me hace sonreír. Me saca una sonrisa, de esas que no se pueden explicar... Es como si por un instante, todos los problemas se desvanecieran, como si todo lo malo desapareciera y solo estuvieras tú. Tú y tu felicidad. Tú y tu sonrisa. Tú y tu risa... Tú y solo tú.

Y los días en los que no puedo verte, los días en los que no te tengo a mi lado durante cinco míseros minutos, el día que no puedo ni sentir ni oler tu aroma... ese día es como si el mundo se me viniera encima. Y no sé si es porque siento algo demasiado fuerte por ti, si es porque estoy loca... no lo sé.

Solo sé lo que he venido diciendo, solo sé que me haces feliz. Y aun sí, sé que entre tú y yo no hay nada, y tampoco habrá nada. Tan solo hay una amistad, como tantas otras, que se quedarán en eso y que no irán más lejos, no irán más allá. Porque tú, en mí, no ves nada más que una persona con la que poder hablar, alguien que te escuchará... Pero siendo sinceros, yo no soy esa chica guapa y perfecta con la que tú estarías. Yo no pertenezco a tu mundo de novias perfectas...

Tampoco quiero aparentar algo que no soy. No quiero amoldarme a las características deseadas por ti. Quiero ser quien soy, pero que tú me quieras. Que seas capaz de ver más allá de esa amistad que tenemos. 

En fin, esto son pequeñas notas, frases cortas, frases sin coherencia, frases incongruentes, frases sueltas, frases, frases y más frases... Pero, esta vez, son frases que poco a poco van tomando sentido, van cobrando sentido y así se convierten en un relato de mis sentimientos hacia ti. Espero y deseo que algún día lo leas, te des por aludido y seas capaz de entender que me pasa... 
Porque yo... yo no lo sé.

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...