No te rindas que la vida es eso,
continuar el viaje,
perseguir tus sueños,
destrabar el tiempo,
correr los escombros y destapar el cielo.
(No te rindas, Mario Benedetti)
Como aquella cometa que vuela libre por el aire cuando hemos dejado escapar el hilo, como aquel rojo globo que se pierde en el cielo azulado, yo quiero volar. Quiero seguir soñando con un futuro mejor para mí y para los míos, soñar con todo lo que me queda por hacer y aquello que no podré hacer.
Como aquel niño que persigue su cometa con ansias o el globo rojo, yo quiero perseguir mis sueños. Quiero ser capaz de alcanzar todo lo que me proponga. Quiero viajar, conocer mundo, conocer gente nueva y otras culturas. Deseo tener una mejor y mayor perspectiva del mundo. Quiero aprender, reír y soñar.
Y cuando el niño llore, yo quiero seguir luchando. No quiero conformarme, ni quiero creer que se me ha escapado de las manos, que no puedo alcanzar aquello que tanto había deseado, con lo que tanto había soñado. Atrapar el hilo y no dejarlo ir, no dejar que otra oportunidad de escape.
Y si el niño consiguiese un nuevo globo, una nueva cometa, yo buscaría otras opciones. Si una puerta se cierra, otra se abre, y sino siempre hay una ventana. Por más pequeña que sea, por más sucia y rota que esté, siempre habrá una ventana para abrir, para escapar, para ver cielo, mundo. No todo está perdido, otras oportunidades aparecerán.
Saber que en esta vida no te regalan nada, ni las cosas caen del cielo. Entender que todo tiene un precio y que el esfuerzo siempre merece la pena. No se puede ver todo de una manera negativa, verlo todo negro sin ser capaz de interpretar los contrastes.
Quien quiere, quien lo desea con todas sus fuerzas siempre encuentra un motivo, una razón para seguir creyendo, seguir soñando y no tirar la toalla. Quizás haya que buscar entre escombros, quizás deberemos mover mar, cielo y tierra; pero eso nos da igual. No hay motivo por el que tirar la toalla.
Y es que quizás yo soy como aquel niño que no desiste, que persigue su globo y su cometa, yo no me rindo.
Como aquel niño que persigue su cometa con ansias o el globo rojo, yo quiero perseguir mis sueños. Quiero ser capaz de alcanzar todo lo que me proponga. Quiero viajar, conocer mundo, conocer gente nueva y otras culturas. Deseo tener una mejor y mayor perspectiva del mundo. Quiero aprender, reír y soñar.
Y cuando el niño llore, yo quiero seguir luchando. No quiero conformarme, ni quiero creer que se me ha escapado de las manos, que no puedo alcanzar aquello que tanto había deseado, con lo que tanto había soñado. Atrapar el hilo y no dejarlo ir, no dejar que otra oportunidad de escape.
Y si el niño consiguiese un nuevo globo, una nueva cometa, yo buscaría otras opciones. Si una puerta se cierra, otra se abre, y sino siempre hay una ventana. Por más pequeña que sea, por más sucia y rota que esté, siempre habrá una ventana para abrir, para escapar, para ver cielo, mundo. No todo está perdido, otras oportunidades aparecerán.
Saber que en esta vida no te regalan nada, ni las cosas caen del cielo. Entender que todo tiene un precio y que el esfuerzo siempre merece la pena. No se puede ver todo de una manera negativa, verlo todo negro sin ser capaz de interpretar los contrastes.
Quien quiere, quien lo desea con todas sus fuerzas siempre encuentra un motivo, una razón para seguir creyendo, seguir soñando y no tirar la toalla. Quizás haya que buscar entre escombros, quizás deberemos mover mar, cielo y tierra; pero eso nos da igual. No hay motivo por el que tirar la toalla.
Y es que quizás yo soy como aquel niño que no desiste, que persigue su globo y su cometa, yo no me rindo.
No te rindas por favor no cedas,
aunque el frio queme,
aunque el miedo muerda,
aunque el sol se ponga y se calle el viento,
aun hay fuego en tu alma,
aun hay vida en tus sueños,
porque cada dia es un comienzo,
porque esta es la hora y el mejor momento,
porque no estas sola,
porque yo te quiero.