viernes, 28 de septiembre de 2012

¡No se puede permitir!

Hoy quiero abordar un tema que, quizás, no tiene tanto que ver con lo que suelo escribir. Sin embargo, es igual de importante. La libertad de expresión.




Tantas veces nos cortan las alas. Es como si no tuviéramos derecho a decir aquello que pensamos, aquello que creemos conveniente decir, es como si fuéramos a cometer un crimen. Tenemos derechos, y uno de esos es la libertad de expresión. Nuestra opinión ha de ser respetada, igual que la de todos los demás. 

No debemos tener miedo a decir aquello que pensamos, aquello que nos come por dentro... No podemos dejarnos acobardar por una sociedad llena de prejuicios, solo porque esa misma sociedad nos diga que hay ciertas cosas que no podemos decir. ¿Pero por qué esto es así? Quiero decir, ¿por qué nos mandan a callar? 


Dejémonos del típico cuento de que podemos llegar a herir a terceras personas con aquello que digamos o con aquello que escribamos. No es así. Es por miedo. Sí. Miedo. Si todo el mundo dijera aquello que piensa de verdad, al final toda la verdad saldría a la luz. Todos los prejuicios de nuestra sociedad se verían con gran claridad. Y esto no conviene. Nunca ha convenido.  Es preferible que la gente siga creyendo que todo va bien, que nada va mal, antes de que se den cuenta de como son las cosas, antes de que la gente se percate de que algo no funciona y que esta sociedad no se sostiene. Siempre haciendo caso a la mayoría, a aquellos que dicen mandar sobre nosotros. Pero, nosotros somos dueños de nuestra vida, no los demás.

Otro ejemplo, una persona escribe pero no creo que siempre lo haga con el afán de hacer daño a los demás. Quiero remarcar ese siempre, porque obviamente hay gente que sí quiere hacer daño. Pero el que escribe solo busca desahogarse, contar lo que le pasa en ese momento, decir como ve una situación y tal vez lo hace porque ve que es la única forma de sacar toda la frustración acumulada... 

Entonces yo no entiendo algo... ¿por qué si alguien dice o escribe, sobre un determinado tema, sale mal parado? ¿por qué criticarlo? Él tiene su opinión  él pude decir lo que crea, lo que quiera. No es un delito. No está haciendo nada malo. Solo, opinar.

Así pues, me doy cuenta que opinar es cortar las alas. Pero, no podemos permitir que nuestras alas, nuestras ansias de volar, de crecer como personas, de opinar, de reivindicarnos se acaben... Creo que si tenemos ese derecho, si tenemos esa "libertad" hay que utilizarla, hacernos valer, hacernos escuchar, y que la gente intente entender nuestro punto de vista. Por eso mismo, no hay que tener miedo a las críticas... siempre van a estar ahí. Siempre. Contra ellas no se puede hacer nada... Tan solo acéptalas, y conviértelas en críticas constructivas. Esas que te ayuden a mejorar tu opinión, esas que sirvan para que puedas seguir volando... Para que no te corten las alas.  

miércoles, 26 de septiembre de 2012

Lo único que pido, gracias.

De vez en cuando toca dejar volar la imaginación. Dejar que las palabras fluyan. Da igual que para muchos sea un texto sin sentido, si para ti lo tiene, que más da lo que digan los demás. Piensa que, aunque pienses que no tienes inspiración, ella vendrá a ti... Y así quiero empezar, inspirándome, dejando que las palabras vuelen y poco a poco formen frases con sentido para aquellas personas que lo lean...

¿Tanto cuesta dar las gracias? Esa es la pregunta que yo hoy me planteo. Cuando pido que me den las gracias, no pido que te cases conmigo, no pido un imposible como que me des la luna... Tan solo pido que me des las gracias.

¡Sí! Porque estoy ahí para ayudarte si lo necesitas, estoy... Y no pido nada a cambio, solo dame las gracias. Ten un poco de respeto por lo que hago y dame las gracias. Es una palabra muy sencilla, no tiene mucha complicación. No te vas a morir por pronunciarla, no te va a pasar nada por sentirte agradecido. Nada. Sencillamente, escucharás un "de nada" por mi parte, y me sacarás una sonrisa. ¡Ya está! ¡No hay más!

Por eso... por eso me da rabia cuando a alguien le cuesta valorar el trabajo que hago, y no me dice "gracias por tu ayuda", es como si yo fuera  a estar disponible siempre. Pero un simple gracias, dilo aunque sea por ser educado. ¡Y ese es el problema! Creo que hay gente que se ha olvidado lo que es la educación. No es culpa de los padres, no es culpa del gobierno. No me refiero a ese tipo de educación. Me refiero, al respeto, a las gracias y el por favor... Me refiero a ser una persona con un poco de consideración hacia otra persona que pone todo su ímpetu, todo su esfuerzo en ayudarte en aquello que puede. 

En fin, no sé. Hay veces que, cuando ves que no te van a dar las gracias, es mejor darles de lado. Y ayudar a una persona que merezca la pena ayudar. Que veas que de verdad lo necesita. Porque tal vez, si no te dan las gracias, es porque verdaderamente no estaban tan desesperados como decían, y solo era porque ellos no querían hacerlo... Lo único que pido es que ¡des las gracias!

Gracias por leer.   

lunes, 24 de septiembre de 2012

Estar ahí.

Me conformo con que estés a mi lado.
(Una persona especial y única, mi amiga.)



¡Cómo ocho palabras pueden cala tan hondo! Esta frase me la escribió el día de ayer una gran amiga y hoy me ha servido de inspiración.

Conformarse con poco ¿por qué cuesta tanto? Hay personas conformistas, a veces demasiado, y hay otras inconformistas, a veces demasiado. Son los dos extremos de la vida, en referencia al hecho de conformarse o no. Pero no lo entiendo. Me refiero en el caso de hablar de amistades, de personas a las que les tenemos cariño, por las que sentimos un amor especial (no me refiero precisamente al amor de pareja)... No entiendo porqué hay gente que exige demasiado, excesivamente de una amistad. Como si fuera una relación posesiva. No sé si se entiende...

Lo que yo quiero decir con ese tipo de relación posesiva (refiriéndome a amistades) es que tenemos que estar las 24h del día para esa persona, solamente vivir para esa persona, pensar siempre solo en esa persona. Y no intentes cometer un error, no intentes pensar en otra persona... Y aun así, aun estando ahí las 24h del día... siguen sin conformarse. Quieren más. Quieren que, en cierta formar, estés ahí para solucionarles la vida. Esperan demasiado de una amistad.

Pero en el caso de mi amiga yo no lo veo así. Ella tan solo espera que en el momento que ella lo necesite yo esté ahí. Y para mí, eso sí es una amistad. Yo no espero nada más de ella, que eso, que esté a mi lado. Y ella no espera más que yo esté a su lado. Y esto, para mí, sí que cuenta como una amistad. Se conforman con poco, quizás con poquísimo, pero sabemos, como otras amistades, que podremos contar la una con la otra si lo necesitamos. 

En este extremo de la situación, es obvio que cada persona hará su camino. Pero siempre habrá pequeños senderos que nos unirán, que cada una podrá coger para vernos. Es decir no hay una posesión, no esperamos más que estar la una para la otra... 

Solo eso, conformarnos con estar ahí... Estar ahí para coger una llamada, estar ahí para dar un abrazo, estar ahí para hablar, estar ahí para escuchar, estar ahí para dar un beso, estar ahí para decir "tranquila ya pasó"... Tan solo estar ahí.           


Siempre estaré ahí.


domingo, 23 de septiembre de 2012

Un espejito mágico da para mucho más.

Hay veces que toca ser sincero, toca ser sincero con los demás, pero sobretodo con uno mismo. Toca mirarnos al espejo, vernos tal y como somos y admitir todos los errores que hemos cometido. 

Mirarse al espejo. ¡Quién no hace eso! Todos lo hacemos. Pero esa no es la cuestión. El tema aquí es otro. El espejo siempre lo hemos utilizado con un único fin, mirar y encontrar nuestra belleza. Y no, no me refiero a una belleza interior, sino a la exterior, a la física. Es como si fuera el cuento de Blancanieves: espejito, espejito mágico, ¿quién es la más bonita de aquí? Y es como si nosotros pronunciáramos esas palabras, día tras día.




Pero, un espejo sirve para mucho más. Por eso, nos hemos de mirar y ver cuales son nuestros defectos, cuales son nuestros errores, saber de que carecemos, que es lo que nos falta. Dejarnos de prejuicios, dejarnos de historias, de mentiras, ser sinceros con uno mismo... Admitir todo lo bueno y todo lo malo que tenemos en nosotros mismos, en nuestro interior. 

Un espejo sirve para mucho más. Sirve para ver más allá de la belleza exterior. Es como si nos pusiéramos delante de él y fuéramos capaces de ver lo bueno y lo malo de nosotros. Aquello que nos hace ser como somos, lo que nos hace ser diferentes y especiales.

El espejo da para mucho más. ¡Siempre he odiado el cuento del espejito! ¡Siempre! La madrastra malvada solo veía eso, lo guapa que era sin darse cuenta que había mundo más allá del físico. Aunque claro en la actualidad, muchas personas serían madrastras malvadas... Personas materialistas, donde lo único que cuenta es la apariencia física.

Por eso toca ser sincero. Y si alguien se hace la pregunta de espejito, espejito mágico ¿quién es la más bonita de aquí? Nosotros hemos de sincerarnos y decir: un espejito mágico da para mucho más.  

Ten en cuenta esto!


¡Queda prohibido!

Huir de los problemas. Todos hemos escapado de ellos alguna vez. No hay una razón exacta para salir corriendo de ello, bueno quizás el miedo a enfrentarnos a ellos. ¿Cometemos algún error al huir? Sí. Huir. Escabullirse no es ninguna solución factible a largo o corto plazo...

¡Realicemos esa desaparición, vayámonos! De poco servirá. Es decir, en el momento que nos veamos capacitados para volver, para ver nuestra realidad, los problemas seguirán estando allí, permanecerán pacientes de la misma forma que estuvieron esperando cuando nos fuimos. ¿Lo peor? Que serán más intensos.

Lo único que hemos hecho al huir es agravar los problemas. ¡Hemos sido unos estúpidos! Hemos dejado que crecieran y nos ha dado igual. Y ahora ¿qué haremos? ¿volver a huir? ¡Queda prohibido! 

¡Sí! Queda terminantemente prohibido hacerlo. Enfréntate a ellos, da la cara, míralos de frente y diles "estoy aquí, lo voy a solucionar". Hazlo, no huyas, no te vayas, no corras. ¡No! No vale la pena... Tienes que enfrentarte a ellos, y así esos problemas se acabarán se irán, y de esa forma volver a ser felices, volver a ser nosotros mismo sin tener que pensar en esos pequeños problemas...

Por eso, no te agobies delante de los problemas. Busca las soluciones. Porque huir no es una de ellas. ¡Queda prohibido creer que es una solución!        

viernes, 21 de septiembre de 2012

Concluyendo temas amorosos...

Me he parado a pensar muchas veces en esto. Me he parado a pensar en como pasó todo. En como todo aquello que sentíamos se fue desvaneciendo poco a poco. Como esas piezas de mi puzzle, de nuestro puzzle, las cuales antes encajaban a la perfección, hoy van desencajando a medida que escribo este texto, a medida que tú lo lees y a medida que nos damos cuenta que lo nuestro nunca fue amor. 

Sentada en nuestro banco, en el parque donde tantas veces nos besamos, escribo esto. Y sé que lo leerás. Sé que mis palabras harán mella en ti. Y de esa forma, igual que yo escribiendo esto, abrirás los ojos para así saber que fue bonito mientras duró pero nunca fue real. Fue fruto de nuestra inocencia, de la falta de cariño que había. Pero nunca escuchaste un "te amo" por mi parte. Pero yo tampoco por la tuya.

Y así, mientras yo sigo aquí, poco a poco todo se desvanece. Incluso aquello que intento no borrar de mi mente, se va. Las noches llenas de pasión, ya no significan nada. Los besos que nos dábamos ahora van al aire, se pierden en un segundo, en un instante. Los cálidos abrazos ahora son muy fríos y cada vez llegan más tarde, como si en realidad no quisieran llegar. Las sonrisas que me regalabas quedan suspendidas en el aire. Es como si ya no estuvieran hechas para mí. El amor que decías proclamar, que jurabas gritar a los cuatro vientos y defender contra viento y marea... poco a poco se va ahogando en el mar, perdiéndose en el horizonte. 

Y de esta forma nos damos cuenta que ya no queda nada. ¿A dónde fue todo? ¿A dónde?

Y decido cambiar de escenario. Decido caminar, despejarme. Mientras camino, escucho nuestra canción. Esa canción que me dedicabas y me cantabas cada vez que veías que lo necesitaba. Pero esa canción tan solo dura tres minutos. Despacito se va acabando y veo que de la misma forma nuestro amor finaliza, lentamente.

Y en un momento dado de toda esta historia de amor (o quizás no es de amor), en un instante oigo el ruido de un tren. Y ahí empieza la típica metáfora de nuestra vida, de nuestro tren... Quizás hemos cogido el tren equivocado, uno que iba sin rumbo fijo. Y ese fue nuestro gran error. No tener un plan de futuro común. Algo por lo que luchar, porque luchar por nuestro amor no era suficiente... y no lo es.








Por eso, lo siento. Pero esto se acabó. Finalizó. Terminó. Zanjó. ¡Adiós!           

martes, 18 de septiembre de 2012

~TAN SIMPLE~

Estoy sentada aquí, sentada en el sofá junto al teléfono. Te preguntarás a que espero... Te espero a ti, espero tu llamada, esa que me devuelva la sonrisa, que me devuelva la esperanza. Porque una llamada, una simple llamada puede cambiarte la vida. Puede hacer que tu vida, que mi vida dé un giro de 180º, un cambio radical... Y así de esa forma volver a ser yo misma.

Pero esa llamada no llega. Llevo días, meses esperando esa llamada. Esperando a que vuelvas a mi. Esperando a coger el teléfono, y que, cuando lo coja, me digas "te amo". Pero eso no es así, sé que no será así. Todo acabó...

Aun me acuerdo. Recuerdo como te fuiste de mi lado, como desapareciste sin ni siquiera despedirte... No hubo un adiós, y sin embargo, por más que todo me dolió, sigo esperando tu llamada. Aunque no me digas que me amas, tan solo ten el valor de despedirte. Ten el valor de decirme "adiós". Ten el valor de darme el beso de despedida. ¡Ten el valor de hacer una simple llamada! 

Me hiciste daño. ¡Si, me lo hiciste! Me dejaste sola, abandonada cuando más te necesitaba... Y eso no es tan fácil de perdonar. Quizás no es que no pueda (sí puedo), quizás es que no quiero perdonarte. ¿Por qué? Por miedo, miedo a que se vuelva a repetir todo lo que pasó en el pasado. Por miedo a cometer los mismos errores. Por miedo... simple miedo! 

Pero tan simple es el miedo, como tan simple es tener valor, tanto tú como yo, e igual de simple es hacer esa llamada. Quizás pienses que no, pero incluso ese simple adiós puede cambiarme la vida. Y así volver a ser yo, simplemente yo.   

lunes, 17 de septiembre de 2012

Aunque no haya alguien...

"No permitas que nadie diga que eres incapaz de hacer algo, ni si quiera yo. Si tienes un sueño, debes conservarlo. Si quieres algo, sal a buscarlo, y punto. ¿Sabes?, la gente que no logra conseguir sus sueños suele decirles a los demás que tampoco cumplirán los suyos" (En busca de la felicidad, Will Smith)



Creo que esta cita lo dice todo, y por ende, creo que no hay nada más que decir. Es todo tan sencillo...

Quiero decir, tienes un sueño lucha por él. Aunque lo creas imposible, aunque creas que es inalcanzable, aunque creas que no podrás, aunque creas que te derrumbarás en el camino. ¡Lucha! Si verdaderamente lo deseas, si lo deseas de todo corazón no tires la toalla. ¡Jamás! Si esa meta que te has propuesto, si ese objetivo te hará sentirte realizado, ni te pares a pensar en los pros y los contras.. sencillamente ¡hazlo!

¡Sí! Porqué a la larga o a la corta verás la satisfacción que te produce haber conseguido aquello que te habías propuesto. Aunque la gente te diga que es una locura lo que pides, lo que quieres, aunque la gente te mire mal, aunque la gente se ría, aunque la gente te diga que nunca lo conseguirás... no tires la toalla. No abandones tus sueños. Esas personas que no creen en ti, que no creen que puedas conseguirlo, lo único que les pasa es que están frustrados, son personas que no han conseguido sus sueños. Que no han podido ser felices, que se han caído y no han sabido levantarse.

Aunque tú creas que no, aunque creas que te vas a caer. Tranquil@, respira... Siempre habrá alguien en quien contar, alguien que estará contigo, que confía en ti, alguien que te lo demostrará, que te lo dirá... Alguien que te ayudará. 

Guarda tus sueños, consérvelos, búscalos, consíguelos. Al final todo esfuerzo da su fruto. Todo...




Eso sí... aunque no haya alguien a tu lado, por favor, no tires la toalla. Demuéstrales que estaban equivocados, déjales boquiabiertos y sobre todo siente satisfecho contigo mismo.

viernes, 14 de septiembre de 2012

Son condicionales: tener miedo a no volver a amar...

¿Qué son para ti los celos? Sí. Para ti. La persona que en este momento está leyendo esto. ¿Es rabia? ¿envidia? ¿es eso que sientes cuando ves que alguien (él o ella) se acerca a la persona que amas? ¿¿¿qué son los celos??? Esa es la cuestión. Saber, exactamente, cual es ese sentimiento. Saber que se siente. Para un momento y piensa en la pregunta del principio, en lo que significan para ti los celos. 

¿Quieres saber lo qué pienso yo sobre los celos? Bien. Los celos son un cúmulo de sentimientos. ¡Sí, como lo lees! Un cúmulo de sentimientos. Los celos son la rabia que sientes cuando alguien se acerca a la persona que amas, a la que necesitas a tu lado para vivir, para ser feliz. Los celos son saber que los momentos vividos a su lado se pueden perder por culpa de una tercera persona. Los celos es tener miedo. ¡Sí, tener miedo! Saber que puedes perder a esa persona. Saber que todo lo que habéis construido juntos, vuestra vida se puede ir por el desagüe. Eso son los celos. Los celos son recordar todo el pasado, cosas del pasado que habías llegado a olvidar y que ahora, por las pruebas que la vida te pone, pues recuerdas... Y así de esa forma tener algo a lo que aferrarte. 

¿Pero por qué sentir miedo? Quiero decir, si nos amamos, si confiamos en el o en ella. Si somos felices ¿entonces por qué sentir miedo? Quizás si sentimos miedo a perder a esa persona a causa de lo celos, lo cual por otro lado es normal, nos deberíamos replantear la relación en pareja. Quizás la llama del amor se apagó. Quizás tan solo quedan cenizas que poco a poco el viento se va llevando. Quizás la relación ya no es la misma. Quizás ya no somos felices como antes, como al principio. Quizás ahora todo es una rutina, como ir a trabajar... Y el amor no es eso. Pero, sin embargo, lo amamos, aunque no nos planteemos estas cuestiones, lo amamos. Tenemos a alguien a nuestro lado, alguien que nos cuida, que nos protege... Simplemente a él o ella. Y quizás tenemos miedo porque sabemos que esa protección se puede esfumar, se puede borrar como se borra todo aquello dibujado en la orilla del mar...

Pero todo esto son condicionales. Lo único que si sabemos es que son un cúmulo de sentimientos, de la misma forma que el amor lo es. Los celos es amar a una persona y no querer que se vaya, tener miedo a perderla, tener miedo a que todo acabe y que al final te quedes sola, sin nadie que te cuide. 
Tener miedo a no poder recuperarte y a no encontrar a nadie que te ame como él o ella. 

Y tener miedo a no volver amar como una vez lo hiciste.              

jueves, 13 de septiembre de 2012

¡GRÍTALO!

Siempre he creído que uno de nuestros objetivos en la vida era buscar la felicidad. Sí. Llegar a ese máximo estado de plenitud. Ese estado donde seríamos capaces de ver todo color de rosa. Donde no habría ni miedos, ni problemas, ni tristezas, ni llantos... Lo único que habría sería sonrisas y risas, nada más que eso. Porqué a fin de cuentas, la felicidad es eso ¿no? Pues no. Debo decir que me equivoqué.

La felicidad ha estado siempre delante de nuestras narices. ¡Sí! La felicidad son esos pequeños momentos de risas del día a día, esos pequeños momentos que nos hacen grandes día a día. ¡Sí! Ahí está la verdadera felicidad. 

¡Ya basta de esa absurda meta! Sí. Me refiero a querer encontrar la felicidad. Nuestros amigos, nuestra familia, los seres más queridos que están a nuestro lado son los que nos hacen felices. Ellos, que nos regalan sonrisas, abrazos, besos y caricias... ellos son los que nos hacen felices. Y esa es la felicidad.

Creo que la felicidad, al igual que el amor, es una mezcla de sentimientos. Porque ya lo dicen "después de la tormenta viene la calma". Es decir, después de un chasco, de un bache, vienen los momentos de felicidad. 



Creo que la felicidad ha estado ahí, esperando, paciente, a que nosotros nos demos cuenta que ella está ahí. Siempre. Que nunca nos ha abandonado, que ella no es una meta más, un simple objetivo. ¡No! Ella es parte de nuestra vida, de nuestro día a día, es parte del hoy y del mañana. 

Por eso, deja de buscar la felicidad que ya está con nosotros. Sencillamente grita ¡hoy quiero ser feliz! Y lo serás. Todos los que están a tu alrededor cumplirán ese pequeño deseo porque de esa forma ellos también serán felices.    

Así que...









¡HOY QUIERO SER FELIZ!   

martes, 11 de septiembre de 2012

En ese momento, toma mi mano.

Sé que duele caer 
Yo ya estoy aquí 
Para ti 
Como ayer 
Como hoy 
Sabes que 
Puedes buscarme 
(Toma mi mano, Belanova)


Este post va dedicado a una serie de personitas que son un gran apoyo para mí, y sé que en el momento que lo lean se darán por aludidas. Sin embargo, quiero que toda persona que lea este post se dé por aludida. 

En un momento dado todos caemos. En un momento dado tropezamos, y no sabemos como levantarnos. Pero en ese mismo momento aparece alguien que nos ayuda a levantarnos. Y esas sois vosotras. Sois mis amistades, mis amigas. Personas que me escuchan sin juzgarme, personas que me dan los consejos adecuados en los momentos adecuados. Sois vosotras las que me criticáis a la cara y me defendéis a la espalda y no al revés como tantas personas que han entrado en nuestras vidas han hecho.  

En ese momento, si lo necesité, me abrazasteis. Sé que si lo necesito estaréis ahí, porqué verdaderamente me habéis dicho "te quiero". Sí. Me refiero a sentirlo, y no al simple "te quiero" de muchas otras personas. Y viceversa. Quiero decir...
En ese momento en el que no podáis más. 

En ese momento en el que os caéis, yo estaré ahí. Pase lo que pase... Tan solo una simple llamada, un simple toque y ahí estaré... Todo estará bien, todo volverá a su cauce, a su lugar porque estaremos juntas, apoyándonos. A pesar de que hoy o mañana por distintas razones nos separemos, estaremos la una para la otra... Estaremos.

En ese momento, cuando estemos separadas, siempre habrá una razón para volver a vernos, para recordar, para sonreír... 


Por eso, en ese momento, toma mi mano. 

Nunca más seremos dos. Yo seré insignificante.






Eramos inseparables
ahora estamos tan distantes
las palabras el viento se las llevó...

(Nunca más seremos dos, Pignoise)





¿Qué hizo que nos separáramos? Sencillamente las palabras. Sí, las palabras. Palabras, que a simple vista parecen insignificantes, que parecen que no son capaces de hacer daño. No obstante, estas palabras poco a poco se van uniendo formando frases... frases que acaban en promesas.

¡Tantas cosas llegaste a prometer! Me prometiste la luna, me prometiste estar en los malos momentos, me prometiste levantarme si me caía, prometiste abrazarme, prometiste no dejar que nada malo me pasara, prometiste hacerme feliz, prometiste... prometiste... ¡simplemente prometiste! ¿Cumpliste alguna? ¡No! Fueron palabras en vano, palabras que el viento se llevó. 


Y así, esas palabras, esas promesas fueron arrastradas por el viento, llevadas, quizás, a un lugar mejor, a un lugar lejos de mí. Un sitio al cual yo nunca llegaré porque ya no te tengo a mi lado, y así es mejor, la verdad. 

Estas palabras, para ti insignificantes, ya no me harán más daño. Ya no me harán sufrir, porque eso ya son cosas del pasado, cosas de nuestro pasado conjunto, pero que ahora ya no están. Ahora he sido capaz de poner distancia entre tú y yo.  Ahora hemos dejado de ser inseparables. ¡Pero que más da! Si para ti yo no signifiqué nada. IYo, para ti era igual que las palabras que pronunciabas, insignificante.

Y así es ahora nuestra vida... así es como somos. Y así será.... Nunca más seremos dos.

lunes, 10 de septiembre de 2012

Al menos... al menos por ahora.


Y ahora el verano se acaba. Y ahora volvemos a la rutina... Las horas que pasamos reflexionando ya no volverán, al menos no hasta el próximo verano. Ahora volveremos a nuestros caminos, caminos en paralelo, caminos distintos que no se volverán a cruzar, al menos por ahora.

Y sí, después de este verano, después de tres meses de felicidad, todo acaba, al menos por ahora. Sin embargo, empieza una nueva etapa, una nueva etapa donde conocer gente nueva, donde vivir nuevas experiencias y nuevas aventuras. Donde cambiaremos muchas cosas de nuestra vida, y donde no nos veremos, al menos por ahora.

Y toca disfrutar de otros momentos muy diferentes, nos toca vivir momentos duros, porque hay que volver al trabajo, toca volver a estudiar, a los madrugones, a las noches en vela. No obstante, a pesar de ser momentos duros, hay que disfrutarlos, al menos por ahora. 

Y así, dejar que estos duros meses fluyan. Todo cambiará, lo sé. Pero perdurará todo lo bueno, el verano poco a poco se irá yendo, poco a poco desaparecerá. Pero no permitiré que todo lo vivido, todo lo que pasó... No! Porque esos grandes recuerdos perdurarán en mi mente y en mi corazón... al menos, al menos por ahora. 

Y sí, si digo que al menos por ahora es por una única razón. Ya te lo he dicho, que todo cambia, y quizá nosotros cambiemos... y nos olvidemos, y así de esa forma si nuestros caminos ahora están yendo en paralelo, quien sabe... si cambiamos a lo mejor se separen, alejándose el uno del otro...

Pero sabes, ahora toca disfrutar de estos últimos días, toca vivir los pequeños grandes momentos que ahora tenemos. Sí. Toca disfrutar. No quiero pensar en lo que pueda pasar en un futuro. Al menos por ahora. 


domingo, 2 de septiembre de 2012

Hipótesis que asustan.

Siempre me he hecho una pregunta. ¿Por qué prejuzgamos a la gente de esa manera? ¿Por qué? Si aun no los conocemos. Quizás sea por instinto, porque somos personas y cometemos errores, o quizás sea por envidia, por celos o por miedo a que nos "arrebate nuestro sitio". Pero ¿por qué?

En nuestras vidas, al paso de ella, hemos hecho cambios, algunos han sido cambios irrelevantes, otros han sido trascendentales. Y esos cambios han implicado adaptarse a unas nuevas circunstancias. Y esto ha implicado volver a empezar de cero. Y la verdad, es difícil volver a empezar de cero. Conocer gente nueva, volver a hacer nuevas amistades, cambiar rutinas... es difícil. Por eso, cuando ya lo hemos conseguido, cuando volvemos a sonreír (en cierta forma) que aparezca alguien nuevo en nuestras vidas, en la vida de los demás, de los que están a nuestro alrededor, asusta

Y por eso, juzgamos a esa persona sin haberla conocido, decimos cosas que quizás o mejor dicho seguramente no pensamos de ellos (o al menos de la mayoría). Al final, con esto lo único que conseguimos es hacer daño a los que están a nuestro lado, y también a nosotros mismos. Sí. Porque con esta actitud solo conseguimos apartar a nuestras amistades...

y creo que en estos juicios la mayoría de las veces nos equivocaremos. Por eso, ahora que estamos a tiempo sería mejor pedir perdón e intentar conocer verdaderamente a esa persona para ver si nuestras "hipótesis" eran falsas o no... Por eso, pido perdón. Pido perdón por el daño hecho, por esos juicios de valores sin justificación porque no te conocía. Pero es algo que en un momento dado de nuestras vidas todos hacemos. Y rectificar es de sabios... así que RECTIFICA SI AUN ESTÁS A TIEMPO! No destroces algo que puede ser una amistad si aun no ha empezado, conócela,y después... después dirás! 



Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...