martes, 21 de octubre de 2014

Pero, dime...

Desearía tanto que todo esto fuera distinto. Desearía de mil maneras diferentes que todo esto no hubiera acabado así, que se hubiera esfumado como la nada. 

Cada uno toma sus propias decisiones y es dueño de ellas. Damos un paso adelante por aquellas personas en las que creemos, aquellas a las que necesitamos. Entonces ¿yo no te importo, no me necesitas?

Sé que soy diferente a todo aquel que has conocido. Alguien tímida y sensible, alguien a quien le cuesta expresarse. Mi autoestima tampoco es que juegue mucho a mi favor. Ahora bien, aun así siempre he estado a tu lado cuando me has necesitado. 

¿No fue suficiente para ti? Quiero decir ¿por qué no has sido capaz de considerarme una amiga? Jamás te oí decir que soy tu amiga, jamás te vi demostrarlo. Porque puede ser cierto que uno nunca pide nada a cambio, pero, siempre lo he dicho: la amistad es cosa de dos. 

Dos. Y aun así, me acabé quedando sola. Pusiste por encima mío, las fiestas y juegos estúpidos con otros. Ahora tan solo contéstame una pregunta: ¿quién te escuchará y apoyará cuando verdaderamente lo necesites?

Créeme que aquellos que solo están ahí para las fiestas no lo harán. Aquellos que solo desean pasar un rato agradable contigo no aparecerán, aquellos... Te verás y ¿a quién acudirás? 

Es muy bonito tener a alguien con quien pasarlo bien. Aun así, debes distinguir entre aquellos que tan solo son compañeros de ocio y aquellos que han sido capaces de demostrarte amistad. 

Aunque siendo sinceros; no creo que, hoy por hoy, a ninguno de nosotros nos puedas considerar amigos. Y todo por las decisiones tomadas, que tan caras te han salido. 

Poco a poco, todos nos hemos ido decepcionando contigo. Poco a poco, tus decisiones se han vuelto en tu contra dando lugar a los silencios incómodos, a la falta de confianza y a los secretos que antes no te escondía. 

¿Sabes lo que eso significa para mí? Ya no puedo acudir a ti como me gustaría, ni contarte las mil historias que desearía explicarte. La confianza se ha perdido, no es la misma. Y todo por querer  jugar a un juego arriesgado, querer mantener varias amistades a la vez. 

Pero, dime... ¿a qué le llamas tú amistad?  

#flag

Lo admito, lo confieso; soy culpable. Sí, tengo una pequeña-gran obsesión con un país en concreto. ¿Reconocéis esta bandera? Verde, blanco y naranja; Irlanda.

Pues bien, el pasado sábado me preguntaron que por qué Irlanda. La verdad, ni yo misma lo sé. Tan solo sé que es un país que quiero conocer, que quiero descubrir. Hay quien prefiere otros lugares, yo hoy quiero conocer Irlanda. Quizás tenga que ver con el hecho de que uno de los integrantes de mi grupo preferido sea de dicho país. Aun así, siempre he querido visitar tan pequeña isla con una gran cultura. 

Ahora, sé que muchos os estaréis preguntando a que viene el escribir un post sobre una bandera. Primero, he de decir que cosas más raras se han visto. Y en segundo lugar, es porque en una bonita dedicatoria me han expresado lo siguiente: esta bandera se merece un post. 

El pasado sábado, me hicieron un gran regalo: ¡esta bandera! Y en ella cinco dedicatorias escritas por cinco personas bien diferentes. La verdad, fue un gran día y muy productivo, además de lleno de risas. 

He encontrado a personas con las que pasar un rato muy agradable con las que sé que no será el último, con las que sé que vendrán muchos más momentos. Esta bandera fue un pequeño detalle por mi cumpleaños, el cual decidí celebrar antes de tiempo. 

Vosotros, el pasado sábado, me hicisteis feliz. Un pequeño detalle como este me hizo sonreír durante todo el día. Un detalle como este, me hizo darme cuenta de las personas tan importantes que tengo a mi lado. Me hizo darme cuenta que quedan amistades por venir (espero que con un maletín debajo del brazo) y que quedan grandes partidas de bolos por jugar. 

Un año más me habéis hecho feliz.

Siendo sinceros, yo no pedía nada para ese día. Con vuestra compañía me bastaba y me sobraba, estando vosotros ahí yo ya era feliz. Llegar a casa a las diez de la noche y que mi madre vea mi felicidad reflejada en mi rostro, en mi mirada dice mucho de vosotros. ¡Muchísimo!

La verdad, no me cansaré de agradeceros que hayáis decidido pasar ese día conmigo, comiendo, hablando, riendo. La bandera es uno de esos pequeños detalles que cada vez que mire al entrar en mi habitación, sonreiré. 

Porque hay banderas que significan mucho. Para mí, que me hayáis regalado esta bandera significa mucho al igual que vuestra amistad. Así que una vez más, gracias por todo. Gracias por hacerme sonreír, por hacerme sentir especial. 

Y, aunque a mi madre no le guste, la bandera se queda donde está. La bandera seguirá estando en la pared principal. Por mucho que le impacte de ahí no se mueve. 

Y si no...


lunes, 20 de octubre de 2014

Cartas, partidos, riesgos.

 Pongamos las cartas sobre la mesa. 

Vamos a narrar los hechos y sucesos que nos perturban, aquellas pequeñas cosas que nos molestan y/o que nos han dolido. Vamos a pararnos durante cinco minutos para poder describir y hacer una lista detallada de lo que nos ha podido llegar a pasar. Sentémonos, enseñemos nuestras cartas y valoremos amistades. 

Sé que soy una persona tímida, a la cual muchas veces le cuesta expresarse, a la cual le cuesta hacer frente a los problemas y a las situaciones que se le presentan. Y parece mentira, más teniendo en cuenta que escribo y poseo un blog. La cuestión es que en este caso nadie me ve. 

En fin, ciñámonos y centrémonos en la cuestión de este post: el tomar riesgos en cuanto a amistades se refiere.

Siempre me he preguntado ¿como nace una amistad? o ¿de dónde nace esa amistad? A veces todo empieza con un simple "hola" o con un triste "adiós". Nacen y empiezan a crecer. Poco a poco, las amistades se van haciendo más fuerte hasta ser amistades de verdad. 

¿Según que patrones debemos considerar a alguien un amigo? Pues bien, a mi parecer debe ser según aquello que compartimos, pero, también aquello que nos diferencia. Y es que las amistades especiales son aquellas que no sabes verdaderamente lo que te une, pero, hay algo que te une. 

Y quizás sea eso, quizás sean las diferencias que se encuentran entre nosotras lo que hacen que formemos una amistad verdadera, fuerte, de aquellas por las que pondrías la mano en el fuego y de las que de verdad te dolería perder. 

Entonces, llega un momento en el que debes tomar partido en el asunto. Te preguntarás a que viene esto, al igual que a qué viene el hecho de decir que soy tímida. Pues bien, el ser una persona a la que le cuesta expresarse no significa que no tome partido en según que situaciones. 

Y es que, de vez en cuando debemos tomar partido en algunas situaciones. Debemos valorar nuestras amistades y valorar a quien queremos tener a nuestro lado a lo largo de nuestra vida. 

Y hay algo que yo no entiendo. ¿Como puedes valorar más la amistad de alguien con quien poco contacto has mantenido antes que la mía? Me doy cuenta que no has sido capaz de dar un paso al frente por mí, que no te has posicionado a mi lado, que no has sido capaz de dar la cara por mí. Y eso me ha dolido. 

Somos amigos ¿verdad? Pues, no lo parece. Desapareces del mapa y no vuelvo a saber nada de ti. Poco a poco, reconozco que ya no puedo confiar en ti, que no puedo abrirme en canal contigo como lo hacía ante. Hay veces que debemos arriesgar y tú hoy no lo has hecho. 

Así es como perdemos amistades. ¿Da pena? Sí. Pero, aprendemos de ello y entendemos que hay personas que seguirán estando a tu lado y las cuales no perderás por el camino. 

Despacito, todo se va perfilando. Y encuentras a esas personas con las que las horas pasan volando, con quien te ríes y disfrutas de su compañía. Encuentras personas con las que salir y disfrutar de una buena tarde. A tu lado, se encuentran esas personas especiales que hacen tu día a día más llevadero. Te encuentras con personas en las que confiar y con quien contar en todo momento. Aquellas que no se esconderán y tomarán cartas en el asunto. 

A tu lado están esas personas que se enfrentarán contigo porque saben que tú lo harías por ellos, aquellas que no te juzgarán y te aceptarán tal y como eres. 

miércoles, 15 de octubre de 2014

Shake it off!

'Cause the players gonna play, play, play, play, play
And the haters gonna hate, hate, hate, hate, hate
Baby, I'm just gonna shake, shake, shake, shake, shake
I shake it off, I shake it off
(Shake it off, Taylor Swift)


Hay veces que es mejor dejarlo ir, borrar recuerdos y memorias. LLegamos a decir tantas cosas a lo largo de nuestra vida, somos capaces de dar tantas explicaciones a lo largo de nuestra vida que hay veces que no somos capaces de parar. 

Sin embargo, llega un punto en el que esas explicaciones deben dejarse ir, acabar con ellas. En un momento dado debemos tomar las riendas de nuestra vida, tomar nuestras propias decisiones y acarrear con las consecuencias. 

Consecuencias

Las consecuencias pueden llegar a causa de malentendidos, las cuales nos hacen tomar decisiones precipitadas o de una manera no muy buena. No obstante, hay situaciones que agotan la paciencia de uno y es cuando uno decide seguir con su vida dejando atrás aquello que hace daño. 
Uno no puede quedarse estancado. Hay veces que se deber ser egoista y entender que no has hecho nada malo, que no siempre serás el verdugo, ni la víctima. Debes seguir adelante con tu vida, vivir cada momento y sacudir y echar de tu vida lo malo, lo que ya no sirve ni importa. 

¿Por qué? Sencillamente, porque todo lo demás seguirá siendo igual. Porque aquellos que ríen seguirán riendo, los que lloran llorarán... Y nosotros debemos seguir siendo ese tipo de persona que nos caracteriza. 

Así que sacúdelo. Olvida los malos ratos y memorias. Ignora a aquél que te trata como segunda opción. Toma las decisiones que desees y sé consecuente. Sé egoísta y piensa en ti. No en los demás.

viernes, 10 de octubre de 2014

Día gris.

I'm broken, do you hear me?
[...]
If I'm louder, would you see me?
[...]
My body fails, I'm on my knees,
Prayin',

(More than this, One Direction)

Todos hemos tenido uno de esos días malos ¿verdad? Seguro que hay días en los que os habéis despertado con el pie izquierdo maldiciendo y diciendo "hoy no es mi día". Todos hemos tenido uno de esos días donde hemos rezado para que acabara, para que finalizara. Siempre hay uno de esos días. 

Siempre que esto pase debemos tener en mente la siguiente frase; mañana será otro día. Pues bien, eso es verdad. Es una frase a tener en cuenta. El pensar que mañana será otro día nuevo y diferente, el pensar que mañana podremos hacer borrón y cuenta nueva, empezar el día con buen pie. 

Sin embargo, mientras pensamos en el futuro, vivimos el presente. Y hoy estamos estancados en uno de esos días malos, donde todo es visto de color negro. ¿Sabes a qué tipo de días me refiero? Seguramente sí. 

Hay días en los que todo te sale al revés, todo te sale mal. Hay días en los que nada de lo que haces o dices está bien o donde cualquier cosa acaba siendo malinterpretado. Es como un día gris y lluvioso donde parece imposible que el sol salga. Piensas que el mañana será mejor, pero, luego te das cuenta que acaba siendo peor. 

Y entonces, te rompes. Acabas exhausta de tanto luchar, de tanto dar para tan poco recibir. Te rompes y parece que nadie lo nota. Siendo sinceros, parece que nunca nadie lo ha notado, que nadie nunca ha sido capaz de ver tus miedos e inseguridades, el dolor que puede llegar a provocar una simple palabra, un simple adiós. Todo se vuelve negro. 

Es muy fácil atacar al débil ¿verdad? Es mucho más rápido y cómodo enfrentarse a la presa fácil, al débil, a aquél que todo le afecta. Es muy fácil romper a quien tantas inseguridades acarrea. Quizás hasta es divertido ¿no? Ir a por esa persona que callará frente a los ataques, frente a los problemas. 

Pero, un día uno intenta hacerse notar. Uno intenta hacerse el valiente, acabar con ese día gris y oscuro. Uno intenta no callar, gritar. ¿Serás capaz de verme? Uno quiere dejar de ser esa persona estúpida e ingenua a la que parece que todo el mundo puede tomar el pelo sin importar los sentimientos, sin importar como lo pueda estar pasando. 

Es bonito jugar a la víctima y el verdugo y acabar siendo tú siempre el verdugo. Pero, no. Uno decide decir basta ¿servirá de algo? ¿Vale la pena? ¿Acabará con el día negro que sigue persiguiéndome? Quisiera creer en ello. No obstante, ni siquiera se puede llegar a ser positivo. 

¿Por qué? Sencillamente porque cuando uno más intenta hacerse notar, más se rompe. Uno cae de rodillas, cae sin ver solución alguna. El sol ya no sale, al menos no por ahora... 

lunes, 6 de octubre de 2014

Friendship II.

Mientras unas se van, otras aparecen, otras se mantienen...
-Para entender este post deberás haber leído "Friendship"-

Pues bien, mientras algunas amistades se han ido y poco han importado, otras que también empezaron en una etapa muy temprama se quedan y mantienen. Parecía difícil y parecía que no lo conseguiríamos. Sin embargo, míranos; hasta el día de hoy seguimos juntas. 

La nuestra fue una amistad tardía, no fue desde el principio de la adolescencia. Pero, una cosa no quita la otra, porque al fin y al cabo es una amistad. No puedo decir que la nuestra sea una amistad más ya que estaría mintiendo. 

Nuestra amistad es una especial, de aquellas que ya no quedan, que ya no se encuentran. Quizás un día estemos enfadadas, pero, sé que estarás ahí siempre que te necesite. Y es que tú lo has demostrado con hechos y no con palabras. 

Y esto es lo importante, lo bonito. El ver que las promesas han sido llevadas hasta el final, hasta el día de hoy. Y también sé que nos queda mucho por vivir y recorrer. Porque algunos desaparecen, pero tú sigues ahí. 

Mientras unas desaparecen y otras se mantienen, otras aparecen. Nuevas etapas y comienzos vivimos. Conocemos gente nueva, vivimos nuevas experiencias con ellos y decidimos quien puede llegar a formar parte de nuestro círculo de amistades y, por ende, de nuestra vida. 

Eso sí, al fin y al cabo todas son amistades. Da igual el día, la hora y el mes en que nos conocimos, da exactamente igual porque siguen siendo amigos. Y mientras hay personas que fallaron, mintieron y desaparecieron, otros se han quedado a tu lado. 

Por eso te aconsejo que valores a aquellos que siguen estando a tu lado, que siguen dándote cariño y que no se olvidan de ti. Debes sentirte una persona privilegiada porque ellos tan solo prometen lo que van a cumplir, porque ellos hasta el día de hoy no te han fallado.    

Son amistades que han decidido quedarse en tu vida.  

jueves, 2 de octubre de 2014

Lecciones de vida.

Cada día que pasa aprendemos algo nuevo, cada día que pasa la vida nos enseña algo distinto, cada día que vivimos aprendemos una nueva lección. Sin embargo, no siempre lo compartimos, no siempre nos atrevemos a explicar aquello que hemos experimentado. Pero, yo hoy quiero compartir un par de aprendizajes. 

Primeramente, si dos personas quieren reencontrarse; lo harán. Tras escribir uno de mis posts, me di cuenta que había perdido la amistad y yo preguntándome ¿qué ha pasado? Pues bien, decidí que quería intentar recuperar esa amistad y sé que si dos personas quieren pueden. Así que, poquito a poquito sé que llegaremos a ese punto donde lo dejamos en el pasado. 

En segundo lugar, he aprendido a dejar de lado a quien te trata como segunda opción. Quizás esta ha sido una de las más difíciles, y que aun no está del todo aprendida, pero, poco a poco y pasito a paso se puede conseguir. Eliminar de tu vida a quien ya no le importas, ni le interesas. ¿Para qué tener a alguien que no ha estado cuando verdaderamente lo has necesitado? Para nada. 

La número tres es una de las más importantes; hay personas que pase lo que pase estarán a tu lado. Han estado a tu lado en todo momento y te han demostrado que da igual lo que pase, estarán a tu lado. Personas que te valoran lo suficiente como para hacerte sonreír en los malos momentos y darte pequeñas sorpresas que te alegran el día. 

¿Veis? No hay nada de malo en compartir lecciones aprendidas. Es lo mismo que hacemos cuando compartimos vivencias y experiencias. No hay que avergonzarse. Todos cometemos errores, todos aprendemos de ellos. 

Son lecciones de la vida. 

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...