Cualquier tiempo pasado fue mejor...
(Coplas sobre la Muerte de su Padre, Jorge Manrique)
Ya es cierto lo que dicen, es verdad aquello que muchas veces nos hemos repetido a nosotros mismos; y es que sí, los versos de Manrique rondan por nuestra mente una y otra vez... y es que todo tiempo pasado fue mejor, mucho mejor.
Aun así, hay personas capaces de creer que uno olvida todo lo vivido, todo lo pasado. Hay personas que creen que uno ya no tiene memoria y que los recuerdos son borrados de nuestra mente, de nuestro corazón. Así, sin más, como si no hubieran sido nada, como si no hubieran marcado un antes y un después en nuestra vida. Yo no soy así.
Cada imagen, peluche, regalo, carta, mensaje, escrito, cada pequeño recuerdo está guardado en algún sitio de mi habitación y cuando consigo recuperarlo pienso en los momentos vividos, en todo lo sucedido en los últimos tiempos y entonces caigo en la cuenta: esos momentos ya no volverán. Estuvieron ahí, pero de ellos, ahora solo quedan las vagas memorias de ese pasado memorable.
A veces me quedo mirando fijamente esa imagen o ese peluche regalado. Lo miro pensando en como, cuando y por qué me entregaste ese detalle. Lo miro con la vaga esperanza de poder volver a ese momento en el que todo estaba bien, en el que no había mentiras, ni falsas esperanzas.
Es irónico como crees que todo lo bueno que nos ha sucedido va a perdurar cuando tu misma estás viendo que todo eso poco a poco se desmorona. Crees que vas a aguantar lo suficiente, que vas a poder continuar adelante que eres capaz de hacer oídos sordos, cuando en realidad ya no puedes más.
Los detalles cuentan muchísimo ¿sabes por qué? Porqué uno sabe que quizás hay amistades que no son para toda la vida y quiere recordad aquel tiempo pasado, aquel en el que todo fue mejor.
Ahora, todo es más incómodo. No podemos entablar una conversación sin que hayan esos silencios incómodos y amargos. No podemos enviarnos mensajes sin que queden vacíos de respuestas, ni siquiera podemos gastar una broma de las nuestras porque ni siquiera hay bromas por hacer.
Tú no lo ves. No lo ves de esta manera, porque supones que la distancia, las vidas "tan ocupadas que tenemos" o la excusa que te apetezca inventarte no nos deja vernos. Sin embargo, recapitula, piensa en las veces que nos hemos visto y dime como han sido esos encuentros, como nos hemos sentido, lo violento que ha llegado a ser -al menos para mí-.
Y sí, es verdad, te evito. No quiero verte, no quiero encontrarme contigo por la calle, ni en el tren, ni el bus, ni la universidad. Ahora mismo, no quiero saber nada de ti, más que nada porque no me entero por ti de las cosas. No sabes cuanto duele enterarme de todo por terceras personas, o bien por fotos colgadas en tu perfil. ¿Te crees que no me voy a enterar de las cosas?
Por esto y por muchas otras razones me quedo con lo vivido en el pasado; porque era mejor, más divertido, menos doloroso, menos falso, más fantástico, con más risas y menos llantos. Era más...