lunes, 27 de abril de 2015

Aquel en el que todo fue mejor...

Cualquier tiempo pasado fue mejor...
(Coplas sobre la Muerte de su Padre, Jorge Manrique)

Ya es cierto lo que dicen, es verdad aquello que muchas veces nos hemos repetido a nosotros mismos; y es que sí, los versos de Manrique rondan por nuestra mente una y otra vez... y es que todo tiempo pasado fue mejor, mucho mejor. 

Aun así, hay personas capaces de creer que uno olvida todo lo vivido, todo lo pasado. Hay personas que creen que uno ya no tiene memoria y que los recuerdos son borrados de nuestra mente, de nuestro corazón. Así, sin más, como si no hubieran sido nada, como si no hubieran marcado un antes y un después en nuestra vida. Yo no soy así. 

Cada imagen, peluche, regalo, carta, mensaje, escrito, cada pequeño recuerdo está guardado en algún sitio de mi habitación y cuando consigo recuperarlo pienso en los momentos vividos, en todo lo sucedido en los últimos tiempos y entonces caigo en la cuenta: esos momentos ya no volverán. Estuvieron ahí, pero de ellos, ahora solo quedan las vagas memorias de ese pasado memorable. 

A veces me quedo mirando fijamente esa imagen o ese peluche regalado. Lo miro pensando en como, cuando y por qué me entregaste ese detalle. Lo miro con la vaga esperanza de poder volver a ese momento en el que todo estaba bien, en el que no había mentiras, ni falsas esperanzas.

Es irónico como crees que todo lo bueno que nos ha sucedido va a perdurar cuando tu misma estás viendo que todo eso poco a poco se desmorona. Crees que vas a aguantar lo suficiente, que vas a poder continuar adelante que eres capaz de hacer oídos sordos, cuando en realidad ya no puedes más. 

Los detalles cuentan muchísimo ¿sabes por qué? Porqué uno sabe que quizás hay amistades que no son para toda la vida y quiere recordad aquel tiempo pasado, aquel en el que todo fue mejor. 

Ahora, todo es más incómodo. No podemos entablar una conversación sin que hayan esos silencios incómodos y amargos. No podemos enviarnos mensajes sin que queden vacíos de respuestas, ni siquiera podemos gastar una broma de las nuestras porque ni siquiera hay bromas por hacer.

Tú no lo ves. No lo ves de esta manera, porque supones que la distancia, las vidas "tan ocupadas que tenemos" o la excusa que te apetezca inventarte no nos deja vernos. Sin embargo, recapitula, piensa en las veces que nos hemos visto y dime como han sido esos encuentros, como nos hemos sentido, lo violento que ha llegado a ser -al menos para mí-. 

Y sí, es verdad, te evito. No quiero verte, no quiero encontrarme contigo por la calle, ni en el tren, ni el bus, ni la universidad. Ahora mismo, no quiero saber nada de ti, más que nada porque no me entero por ti de las cosas. No sabes cuanto duele enterarme de todo por terceras personas, o bien por fotos colgadas en tu perfil. ¿Te crees que no me voy a enterar de las cosas?

Por esto y por muchas otras razones me quedo con lo vivido en el pasado; porque era mejor, más divertido, menos doloroso, menos falso, más fantástico, con más risas y menos llantos. Era más...  

lunes, 20 de abril de 2015

Todo.

No te atrevas a decir te quiero 
No te atrevas a decir que fue todo un sueño. 
(Quién, Pablo Alborán)

Todo aquello que soñamos, que deseábamos con pasión, con ardor, todo aquello anhelado y ambicionado, todo aquello que pensábamos que llegaríamos a tener, que lo tendríamos al alcance de nuestra mano en cualquier momento de nuestra vida, todo aquello ya no está. 

Quieres saber qué ha pasado, cómo ha pasado, quieres entender que es lo que ha sucedido y el porqué. Te niegas a aceptar la verdad, a aceptar que todo ha sido un sueño, que aquello vivido era una simple cortina de humo que tarde o temprano desaparecería. Ya nada queda. 

Todo fue falso, fruto de una gran mentira que quería parecer verdad. Nada fue sentido, nada fue sufrido. Todo lo dicho, todo lo expresado tan solo fueron viles mentiras o verdades a medias. 

No quieras decir que todo fue un sueño, sé que estuvo ahí. Ahora, el problema es que ya no está, el problema es que ya no importa lo que digas, lo que hagas o como vivas tu vida. Ya nada importa, porque me has fallado, me has decepcionado, me has mentido. 

No me digas te quiero, no me digas que te importo. No lo hagas, porque tú y yo sabemos que no lo sientes de verdad. Tú y yo sabemos que son palabras sin sentido, sin sentimiento alguno. Sé que tan solo lo dices por decir, por hacerme callar, por tenerme contenta. 

Todo ha cambiado. Ha ido a peor o a mejor, hemos crecido, madurado, dejado de jugar a las muñecas, hemos intentado comportarnos como personas adultas. Sin embargo, el dolor y tu vanas palabras estarán siempre ahí. Todo seguirá ahí.   


miércoles, 15 de abril de 2015

Just looking, just reaching.

Limpió con la servilleta los labios entintados.
—Bueno. Ahora dime algo de ti.
Carlos se encogió de hombros y miró al vacío.
—Yo sigo viendo vivir a los demás.
(La Pascua triste, Gonzalo Torrente Ballester)

Miramos la vida pasar. Vemos como pasa frente a nuestras narices, como sigue de largo sin esperar a que reaccionemos, sin esperar a que sigamos sus pasos, sin esperar a que nos pongamos a su altura, que caminemos, corramos o volemos a la par que la vida. No, ella no espera, ella sigue, continua, vuela, ríe, llora y canta a su antojo y nosotros tan solo la vemos pasar. 

Nos quedamos estancados, parados en un momento de nuestra vida, incapaces de reaccionar, de continuar y seguir adelante. Estamos paralizados frente a ella, congelados en un punto determinado de nuestra vida donde tan solo nos dedicamos a observar todo y todos los que hay a nuestro alrededor. 

Y en esto nos centramos hoy: en reaccionar. De vez en cuando uno debe actuar, tomar un bando, tomar decisiones, acatar órdenes, ser fiel a uno mismo y a sus principios y seguir adelante. No puedes quedarte siempre callado, no puede ser que nunca asumas riesgos. Eso es lo que pasa contigo: que nunca asumes riesgos. 

Te quedas ahí, parado, estático frente a las situaciones que suceden a tu alrededor. Ni una sola vez has sido capaz de alzar la voz, no has sido capaz de enfrentarte a tus miedos, a aquellos que solías decir que te habían decepcionado. Haces mutis por el foro. 

Ya no es que te muerdas la lengua, ya no es que no quieras problemas, no es simple cobardía. Es el intentar tener a todo el mundo de tu lado, de tu parte, siempre disponible para ti sin darte cuenta de que los estás perdiendo a todos ellos. 

Ya no saludas, no dices nadas. ¿Y crees que yo voy a estar esperando a que reacciones? ¡Ni lo sueñes! Uno se cansa de esperar, de ver como no reaccionas, de ver que no haces nada por arreglar este desastre que tú solito has provocado. Uno se cansa de esa situación donde todo lo tiene que hacer el mismo, se cansa y decide que es hora de seguir adelante. 

Uno empieza a andar, deja atrás a personas que fueron significantes en un pasado, pero que ya no lo son, o al menos no como antes. Uno intenta alcanzar a esa vida que se nos escapa de las manos, que vuela, corre, ríe y huye. Uno intenta ponerse a su misma altura porque está cansado de esperar, de hacer ver a los demás lo que deben hacer en su vida, mientras abandonan la suya propia. Uno se desespera. 

Tardamos tiempo en ver esto, tardamos tiempo en crecer, en madurar, en reaccionar y entender que no podamos esperar por aquellos que no van a hacer nada en su vida más que quedarse sentados viendo como la vida pasa, desaprovechando oportunidades, perdiendo amistades. Sin embargo, cuando entendemos que esto no puede seguir así, no tiramos ninguna oportunidad a la basura, nos aferramos a ellas. 

Así que sigue mirando la vida pasar mientras yo intento alcanzarla.


viernes, 10 de abril de 2015

Dibujos.


Te piden otro post, te piden otro post en base a este dibujo. Te lo piden para dentro de unos meses, pero, las dos sabemos que lo quieres para cuanto antes mejor. Tú dibujas, yo escribo. A ver que hace Anna, quizás no de un abrazo a modo de regalo. 

La primera de ellas, quien en la foto está en el medio, siempre está con una sonrisa en los labios. Pero, yo creo que si le preguntáramos por qué, sería porqué se pasa todo el día mandándole mensajes a su queridísimo Jose. Yo creo que intenta prestar atención, pero claro... Su banquero es más importante. 

Anna, quien en la foto está a la izquierda, es quien se enfada conmigo porqué sí, me paso todo el día soñando. Dejo de prestar atención para ponerme a escribir en una libreta y claro, ella se enfada. Esto cuando ella no está aburrida mirándose las puntas o bien dibujándome cosas en los apuntes. 

Pues sí, esta es la descripción gráfica de nosotras tres en un día normal de clase. Sin embargo, a pesar de que una se enfade, a pesar de que otra pase parte del tiempo hablando con su novio, también estamos pendiente de la materia y, como no, de nosotras también. 

Estamos ahí si una lo necesita, nos escuchamos y apoyamos. Siempre ahí para sacar una sonrisa a la otra, como este dibujo que Ester ha hecho. Y sí ella misma se proclama una "artistaza". Es feliz, así que la dejo estar. 

¿Y luego? Bueno, luego estoy yo.  

miércoles, 8 de abril de 2015

Basta. Se acabó.

I have loved you for many years
Maybe I am just not enough
You've made me realize my deepest fear
By lying and tearing us up...
(I'm Not The Only One, Sam Smith)


Basta. Se acabó. Hay momentos en los que no se puede continuar, en los que no se puede seguir adelante haciendo como si nada pasara, escondiéndonos tras una bola de cristal, tras un muro o dentro de un caparazón. Hay momentos en los que se debe ser valiente, afrontar las situaciones, saber que hay algo que no funciona correctamente, saber en que nos hemos equivocado y rectificar. 

Es hora de admitir que hemos mentido, que hemos jugado a un juego sucio, donde no éramos capaces de decir la verdad, no éramos capaces de admitir que no queríamos saber nada el uno del otro, dejar de inventar excusas. Yo sé que son mentira. 

Yo no puedo seguir fingiendo, hacer como si todo estuviera bien, verte y sonreírte sin pensar en todo lo que ha pasado. Y sí, es verdad, los dos sabíamos que iban a haber baches, pero yo creía que eran superables. Parecer ser que me equivoqué...

No puedo hablar contigo, siempre intentas hacerte la víctima. No puedo abrirme a ti, ya no me escuchas. No puedo pedirte consejo, siempre estás ocupado, nunca para mí. Vuelvo a esa época en la que debía esconderme, en la que no podía hacer nada por miedo a enfados y reproches. Yo no quiero eso. 

Basta. Se acabó. ¿Por qué me tengo que esconder? Tú puedes hacer lo que quieras ¿por qué yo no? Y es que esta no es la primera vez que pasa, no es la primera vez que vivo esta situación. Uno puede salir, divertirse, ir a donde quiera y con quien quiera y creo que debería poder hacerlo libremente, sin dar explicaciones... Únicamente, se las doy a mi madre. 

Tú puedes hacer todo esto sin preocuparte por mí, yo no puedo decirte nada. Sé lo que pasaría si lo hiciera, si por una vez fuera capaz de alzarme contra ti, si una vez fuera capaz de no callarme, de decirte las cosas como son. Pero, no. No lo hago. Me callo, pensando que quizás esto es un bache más, una fase por la que estás pasando, una etapa que pronto será olvidada. 

Pero, no. Esto no acaba, esto no pasa. Das por hecho que yo siempre estaré ahí, que cuando sea necesario acudiré corriendo. Sin embargo, no tomas en cuenta tus mentiras, tus salidas de tono, tus reproches, tu falta de toque y de presencia también hace que las cosas cambien entre  nosotros, que ya no quiera estar ahí. 

Es por esto que decido decir basta, se acabó. Yo no puedo seguir en este tira y afloja, donde la única que tira soy yo. Yo no puedo ceder en todo, si sé que tú nunca cederás en nada, si sé que no siempre estarás ahí, si sé que siempre seré reprochada por cualquier cosa que haga, si siempre te tendré que dar explicaciones y pedir perdón. Dime una cosa ¿alguna vez has pedido perdón? ¿Por qué siempre soy yo quien pide perdón, aun cuando no he hecho nada malo?

Basta. Se acabó. Ya estoy harta de rebajarme, de pedir perdón, de esconderme, de dar explicaciones, de decir mentiras y de decir la verdad. Estoy cansada de tener miedo a tus reacciones, cansada de que le des vuelta a la tortilla. Estoy cansada de ser un juguete, de ser utilizada por ti y por tantos otros. 

Durante mucho tiempo has sido importante para mí, te he querido, te he tenido aprecio, has sido importante para mí. No obstante, quizás no soy suficiente para ti, no puedo cubrir todas tus necesidades, de la misma manera que tú no eres capaz de cubrir mi única necesidad; estar ahí si te llego a necesitar. 

Así que puedes pensar en todo lo que ha pasado entre nosotros, en lo bueno y en lo malo, en aquellos momentos vividos, en los recuerdos compartidos por nosotros. Puedes hacer lo que quieras. Pero, también quiero que sepas que yo ya he puesto punto y final a esto. Basta, se acabó. 

lunes, 6 de abril de 2015

Happy Birthday!

Hoy, esta preciosidad se me hace mayor. Y como siempre, ya estoy yo dedicando un post a las cumpleañeras. Sin embargo, hoy será un post un poco corto, más que nada porque hace poco ya te dediqué uno y además ya no queda mucho por decir. 

Así que hoy cumples 22 ¿eh? Aun así, quiero que sepas que para mí siempre serás esa gitanilla que en cuanto me ve, viene corriendo para abrazarme. Siempre serás esa persona con un gran corazón, que siempre está ahí para escucharme y aconsejarme. 

Hoy te nos haces mayor, y a mí me alegra mucho poder decir que este es el segundo año que disfrutamos de tu cumple juntas. Vale, quizás no el mismo 6 de Abril, porque ya sabes que no nos va la noche, pero, aun así es un placer poder estar a tu lado en este día tan especial para ti. 

Por eso, espero que disfrutes de este día tan especial acompañada de los tuyos. Disfruta al lado de la familia, amigos y novio, que ya te tocará vernos y disfrutar de otro día como el de hoy con Anna y conmigo. 

Nos quedan muchos cumpleaños por disfrutar juntas, y no solo cumpleaños... Nos quedan grandes momentos por vivir juntas, a tu lado, sonriendo y riendo en todo momento. Seguirán habiendo momentos de cafetería, aunque nuestros horarios no coincidan, y comidas por Barcelona también... Aunque si te digo la verdad, tengo ganas de volver al UDON. Así que ya sabes... 

Pues eso, que al final, he dicho poco. Solo decirte que gracias por estar conmigo, por ser como eres. Gracias por ser divertida, alocada, llena de vida, de risas y sonrisas. Gracias por dejarme formar parte de tu vida y poder disfrutar un día más contigo. 

Love you. 

PD: Necesitamos hacernos fotos, muchas fotos... Porque no hay fotos. Anna si no quiere, que haga de fotógrafa. 

domingo, 5 de abril de 2015

Preocúpate.

The script was written and I could not change a thing
I want to rip it all to shreds and start again...
(Something Great, One Direction)

El día que no te escriba, que no te hable, que no te dé los buenos días, el día que no te salude, ni sea capaz de dedicarte un minuto: preocúpate, algo malo pasa. Y créeme, ese día llegará. 

Parece que siempre todo tiene que girar entorno a ti, que siempre soy yo la que se equivoca, la que hace mal las cosas. Parece que siempre acabo siendo yo la que se comporta como una niña pequeña y malcriada, que soy estúpida y que actúo como una niña de 3 años que se ha cogido una rabieta. 

Sin embargo, si he llegado a esta situación, por algo será. Por eso no te extrañe si algún día decido no saludarte, no decirte hola, ni darte las buenas noches. Preocúpate cuando no sea capaz de contarte las cosas y decida acudir a otra persona antes que a ti, antes que a quien decía proclamarse mi amigo. 

Tanto tiempo yendo detrás tuyo, tanto tiempo intentando luchar por que salgamos adelante... Tantas veces estando ahí para ti, en los malos momentos, en aquellos que nadie más solía estar. Y tú me has fallado. Sí, así sin más: me has fallado. 

Aun así, no puedo decirte nada. No puedo reprocharte nada, porque sé como acabará todo. Sé que serás capaz de darle vuelta a la tortilla, hacerme quedar a mí como la mala del cuento, como el verdugo de esta historia. Al final, deberé pedirte perdón cuando yo no he hecho nada. 

Por eso, empieza a preocuparte. Yo no siento lo mismo. Estoy cansada de ir detrás tuyo, de intentar acercarme a ti para ver que tú, entre fiesta y fiesta, no tienes sitio para mí. No puedes dedicarme ni un minuto. 

Todo te da igual, todo poco te importa. Lo das todo por garantizado, cuando en esta vida, las amistades -o al menos conmigo es así- no están garantizadas para siempre, uno las puede perder... Tú empiezas a perder la mía; piensa bien lo que haces. 

Mide tus palabras y tus acciones. Se acabaron esas pequeñas bromas entre tú y yo, porque llega un momento en el que tu actitud no da pie a que haya un margen de error, no hay la mínima posibilidad para ti de cagarla. Las bromas ya no son lo que eran, ahora me molestan, me duelen, me incomodan. 

Por eso, el día que no te siga la corriente, que no te siga el juego, que sea capaz de ignorar tus mensajes o llamadas, preocúpate. Y entiende que, aunque te hayas preocupado, lo malo ya ha pasado. Ahora ya no hay marcha atrás, esto estaba escrito y por más que se quiera volver atrás ya no se puede. 

Tuviste una oportunidad y la desperdiciaste. La tiraste por la borda, hiciste oídos sordos, la vista la giraste para otro lado y ahora nos encontramos en esta situación. Duele ¿verdad? Pues esto es lo que sucede cuando uno no presta atención a las personas que tiene a su alrededor, cuando uno empieza a buscar excusas y a soltar pequeñas mentiras con tal de no decir la verdad, con tal de no dar la cara. 

Y esto es lo que pasa; te preocupas demasiado tarde y pierdes una amistad. Ya no hay marcha atrás. 


Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...