martes, 29 de abril de 2014

Gabriel García Márquez.

El siguiente post no está escrito por mí. Fue una carta escrita por Gabriel Garcia Máruez a modo de despedida. Sin embargo, me ha hecho pensar que es una carta llena de sentimiento y sin fecha de caducidad. Es una carta que te hace reflexionar y pensar en tus amigos, en tu familia...

"Si por un instante Dios se olvidara de que soy una marioneta de trapo y me regalara un trozo de vida, aprovecharía ese tiempo lo más que pudiera, posiblemente no diría todo lo que pienso, pero en definitiva pensaría todo lo que digo.

Daría valor a las cosas, no por lo que valen, sino por lo que significan.
Dormiría poco, soñaría  más, entiendo que por cada minuto que cerramos los ojos, perdemos sesenta segundos de luz.

Andaría cuando los demás se detienen, despertaría cuando los demás duermen.
Si Dios me obsequiara un trozo de vida, vestiría sencillo, me tiraría de bruces al sol, dejando descubierto, no solamente mi cuerpo, sino mi alma.

A los hombres les probaría cuán equivocados están al pensar que dejan de enamorarse cuando envejecen, sin saber que envejecen cuando dejan de enamorarse.
A un niño le daría alas, pero le dejaría que él sólo aprendiese a volar.

A los viejos les enseñaría que la muerte no llega con la vejez, sino con el olvido
Tantas cosas he aprendido de ustedes, los hombres…., He aprendido que todo el mundo quiere vivir en la cima de la montaña, sin saber que la verdadera felicidad está en la forma de subir la escarpada.

Me apartaría de los necios, los habladores, de las gentes con malas costumbres y actitudes.

Sería siempre honesto y mantendría llenas de amor y de atenciones a las personas a mí alrededor, siempre trataría de dar lo mejor…
He aprendido que cuando un recién nacido aprieta con su pequeño puño, por primera vez, el dedo de su padre, lo tiene atrapado por siempre.
He aprendido que  un hombre sólo tiene derecho a mirar a otro hacia abajo, cuando ha de ayudarle a levantarse.

Son tantas cosas las que he podido aprender de ustedes, pero realmente de mucho no habrá de servir, porque cuando me guarden dentro de esa maleta, infelizmente me estaré muriendo.

Trata de decir siempre lo que sientes y haz siempre lo que piensas en lo más profundo de tu corazón.
Si supiera que hoy fuera la última vez que te voy a ver dormir, te abrazaría fuertemente y rezaría al Señor para poder ser el guardián de tu alma
Si supiera que estos son los últimos minutos que te veo, te diría “Te Quiero” y no asumiría, tontamente, que ya lo sabes.

Siempre hay un mañana y la vida nos da siempre otra oportunidad para hacer las cosas bien, pero por si me equivoco y hoy es todo lo que nos queda, me gustaría decirte cuanto te quiero, que nunca te olvidaré. 

El mañana no le está asegurado a nadie, joven o viejo. Hoy puede ser la última vez que veas a los que amas. Por eso no esperes más, hazlo hoy, ya que si  mañana nunca llega, seguramente lamentarás el día que no tomaste tiempo para una sonrisa, un abrazo, un beso y que estuviste muy ocupado para concederles un último deseo.

Mantén a los que amas cerca de ti, diles al oído lo mucho que los necesitas, quiérelos y trátalos bien, toma tiempo para decirles, “lo siento”, “perdóname”,  “por favor” , “gracias” y todas las palabras de amor que conoces.

Nadie te recordará por tus nobles pensamientos secretos. Pide al Señor la fuerza y sabiduría para expresarlos.

Finalmente, demuestra a tus amigos y seres queridos cuanto te importan.

lunes, 28 de abril de 2014

Words ain't good enough.

I don't know how else to sum it up
'Cause words ain't good enough, ow
There's no way I can explain your love, no
I don't know how else to sum it up
'Cause words ain't good enough, ow
I can't explain your love, no
It's better than words
Better than words


(Better than words, One Direction)

Porque las palabras no son suficientes para resumir el amor entre dos personas. No. Las palabras nos insuficientes cuando se trata de explicar, de expresar lo que dos personas sienten la una por la otra. Las palabras no sirven. 

Nos escribas poemas, ni largas cartas de amor diciéndome lo mucho que me quieres o me necesitas. No malgastes la tinta de un viejo bolígrafo, ni tampoco utilices una hoja de papel para dejarlo todo plasmado. No lo hagas, ya te aviso que no será suficiente. 

Entonces ¿qué se necesita? ¿Cómo expresarlo? Recuerda lo que sientes por mí, házmelo saber. ¡Hechos! Actúa. No te quedes ahí parado, no esperes que tus palabras hablen por ti, por lo que sientes. Debes actuar, pensar en aquello que puede hacernos feliz a los dos. Debes ser capaz de dar un paso al frente. 

Pero, tienes miedo. Mucho miedo. Eso te impide actuar. ¿Por qué? Yo siempre he estado a tu lado, te lo he demostrado. Y lo he hecho de mil maneras. Sin embargo, nunca he necesitado palabras. Ellas no son suficientes. 

Quizás creas que para ti sí, pero, no para mí. Actos. Una caricia, un beso, un te quiero, un par de rosas especiales, un video, fotos recordando nuestros momentos, paseos por el parque, viajes imprevisibles, sorpresas... Eso son actos. No hay palabras, solo momentos vividos, donde una sonrisa iluminaba mi rostro. Una sonrisa. 

Las palabras borran todo rastro de sonrisa. Las palabras no son suficiente. Un te quiero no significa nada si no se demuestra, un abrazo es vacío si no se siente. Todo se queda en nada si tienes miedo a actuar. 

domingo, 6 de abril de 2014

Post especial.

A pesar de decir que soy una mala amiga por no aparecer por tu cumple, y a pesar de hacerme sentir culpable por no poder estar contigo en un día tan especial como este, aquí estoy dedicándote otro post más.

Este es un post especial. Este te lo dedico para decirte FELICIDADES PRECIOSA. Hoy te me haces un año mayor, un año más grande (o más vieja, depende de por donde se mire). Ahora bien, aunque hayas cumplido un añito más, hay cosas que no van a cambiar. Y una de ellas eres tú.

Siempre te lo he dicho, pero por repetirlo una vez más no habrá problema, tu aportas vitalidad, fuerza. Siempre estás con una sonrisa de oreja a oreja lo que me hace sonreír a mí. Quieres a los que están a tu alrededor y lo demuestras siempre que puedes. 

Dices ser un angelito y solo porque hoy es tu cumpleaños diré que sí. Aunque en realidad tan solo tienes cara de angelito, porque después no sé decirte yo si eres un angelito. 

Hoy es tu cumpleaños. Y si siempre he dicho que te mereces ser feliz, hoy más que nunca. Es tu cumpleaños, un día de celebración, un día para estar al lado de los tuyos, disfrutando con tu familia y amigos. Es un día para no dejar de sonreír. Te lo mereces. Las cosas suceden por algún motivo. Todo tiene un porque. Todo. 

Y ahora lo que sucede es que te mereces disfrutar de cada momento que tienes al lado de aquellos que te demuestran que te quieren. Y una de las personas que te quiere (aunque no esté ahí) soy yo. 

Tu felicidad es mi felicidad. Siempre lo he dicho. Gracias por estar ahí. Gracias por hacerme sonreír. Gracias por y tus besos. Sigue estando igual de loca, que personas como tú en el mundo quedan pocas. 

Te quiero; Ester Ordoñez Masip.

PD1: Tu mala amiga. 
PD2: Que el banquero no se ponga celoso. 
PD3: Te quiero (otra vez)


miércoles, 2 de abril de 2014

COMO TANTOS OTROS.

A veces creo que todo los esfuerzos que hago son en vano. Muchas veces. Y más últimamente, creo que todo lo que hago no sirve para nada, para nadie, para ti. 

Escribo para reflejar lo que siento, como me siento. Utilizo boli, papel y palabras con una única esperanza: que tú lo leas.  

Ojalá leyeras todo lo escrito últimamente. Ojalá lo leyeras, recapacitaras, reflexionaras. Deseos, deseos... Todo son estúpidos deseos que tengo. No lo harás. Leerlo sí, reflexionar no. 

Pero, todo esto es una mera excusa para retomar el tema que en los últimos tiempos me ronda por la cabeza, por la mente; tú. 

¿Qué ha cambiado? ¿Qué ha pasado en los últimos meses? ¿Qué nos ha sucedido? ¿Por qué este cambio? ¿Cuándo? ¿Cómo?  

¡Preguntas, preguntas y más preguntas! ¿Respuestas? Ninguna. No entiendo lo que ha sucedido. Y sé que si te pregunto, sé que si me acerco a ti para saber que pasa, tu respuesta sería contundente: No lo sé.

¿Qué no lo sabes? ¿Como que no lo sabes? Pues si tú no lo sabes, yo menos. Ahora bien, yo al menos intento entenderlo. Analizo todos los acontecimientos de los últimos tres, cuatro meses. Todo. Y no hay nada. Solo tú y tu cambio de actitud. 

Tu actitud ha cambiado. Tú no lo sé, pero, tu actitud sí. Ya nada es lo mismo. Nada. Un giro de 180º, eso es lo que ha sucedido. Ha habido un giro, un cambio drástico en nuestra amistad, en ti. 

Te aíslas, te encierras en tu mundo y nadie puede entrar. Entiendo que necesites tiempo. Lo entiendo y lo respeto. Pero, no es normal que pongas distancia tan solo en ciertos momentos y con ciertas personas y luego, con los demás, sean todo risas. No es normal. 

Tampoco entiendo tu capacidad para ignorar a aquellos que antes te importaban. Ignoras a aquellos que han estado a tu lado. Los ignoras. Me ignoras.

No valoras mis esfuerzos. No valoras el tiempo que te he regalado y dado únicamente. El tiempo es oro y yo decidí pasarlo a tu lado. Pero nada de eso lo valoras. ¡No lo valoras!

¿Sabes como me hace sentir eso? ¿Tienes idea de lo que siento cuando ignoras lo que hago por ti? ¿Lo sabes? No. Pero, tranquila, puedo explicártelo...

Pues bien, me siento como un cero a la izquierda. Vuelvo a esa etapa de mi vida donde la única frase que rondaba por mi cabeza era "por el interés te quiero Andrés". 

Siento que no te importo y que te da igual lo que yo piense, sienta o diga. Te da exactamente igual. 

Quiero que sepas que me has defraudado. Quizás para ti estas palabras te suenen graciosas e incluso poco te importen. Pero, quiero que lo sepas. Quiero que leas que es exactamente así como me siento. 

Pensé que tu amistad era diferente. Pensé que esta no sería la típica amistad que con el paso del tiempo se deteriora. Lo pensé, de verdad que lo pensé. Lo creí. 

Ahora lo dudo mucho. Tenemos vidas diferentes, sin embargo, una cosa no quita a la otra ¿o sí?

Gracias por hacerme sentir así. Gracias por las ganas incontrolables de llorar que tengo cada vez que me pregunto que es lo que he hecho mal. Las ganas de llorar que tengo porque ya no aguanto esta situación. 

Me parece mentira que no lo sepas, ni lo puedas ver: siempre creeré que he sido yo quien te ha fallado. 

Y es que me pueden decir que esta vez yo no he cometido ningún error. Me pueden decir que yo he dado todo lo que podía dar de mi en esta amistad. Lo pueden decir. Pueden... Pero, yo necesito oírlo de ti.

¿Me lo dirás algún día? No lo creo posible. No lo veo viable y menos si ahora no parece que yo te importara mucho. 

Y siento decir esto, aunque no sé porque pido perdón... Siento decir que aunque sigas utilizando palabras como "te quiero" o "amor", yo ya no te creo. No. 

Parece que solo hayas estado jugando conmigo, como muchos otros hicieron en el pasado. Como tantos otros. 

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...