viernes, 14 de diciembre de 2012

Nuevas etapas: tener miedo.

Muchas veces hemos tenido miedo a los cambios. Sí, hemos tenido miedo. Pensamos que esos cambios son malos, pero hemos de pensar en positivo y creer que no todo será malo.

He empezado una nueva etapa de mi vida, una en la que no sabía que me encontraría, una etapa donde sabía que habría muchos cambios. Una etapa a la que no puedo ponerle un nombre, no por nada, sino porque cada lector, cada persona le pondría un nombre diferente... porque para mí es de una forma, pero para los demás es de otra. 

He de admitir que al principio, cuando recién empecé, tenía miedo. Sí, lo tenía. Pero es normal, ¿no? Es como si empezáramos de nuevo, de cero. Nuevas amistades, nuevos lugares, cosas por descubrir y desconocidos por conocer. Y no saber a lo que te enfrentas, no saber exactamente que habrá en este nuevo camino asusta. Asusta y mucho. Y fue así, a mí me asustó. 

Pero poco a poco, me fui adaptando. Poco a poco fui conociendo gente, personas que me aceptaron, que poco a poco me fueron conociendo y que ahora son grandes amigos. Personas en las que puedo confiar, amigos a los que les puedo contar mis miedos sin que ellos me juzguen. Sé que simplemente me escucharán e intentarán entenderme. No son simples compañeros de fiesta...

Sin embargo, no podemos olvidar ni descuidar las "viejas" amistades. Esas que han estado ahí, esas que están ahí pase lo que pase. Personas que cuando hemos empezado nuestro nuevo camino nos han tranquilizado. Esos "viejos" amigos que nos han dado la mano cuando teníamos miedo, cuando pensábamos que no podríamos seguir ese nuevo camino sin ellos. En cambio, al menos a mí, me han demostrado que iban y que van a estar ahí.

No les ha costado levantar el teléfono y llamarme, no les ha costado darme ánimos cuando los necesitaba... están ahí. Y mis nuevas amistades, ellos que me los he encontrado en este nuevo camino, en esta nueva aventura también lo han hecho y lo hacen. Creo que somos capaces de combinar nuestras nuevas amistades con aquellas de toda la vida sin olvidar a nadie. Y es algo que todos deberían hacer... algo que muy pocos hacen.

Creo que, cuando por fin somos capaces de dejar el miedo atrás, a veces nos centramos demasiado en los nuevos comienzos dejando atrás todo lo vivido. ¡Esto no puede ser así! Por otro lado, hay personas que creen haber encontrado verdaderas amistades en sus nuevas etapas cuando en realidad son simples compañeros, personas con las que salir de juerga. Gente a la que no le podrás confiar tus secretos, personas con las que divertirte y reír pero no con la que llorar. Entonces te preguntarás ¿porqué olvidé a esos que siempre estuvieron a mi lado?

Yo no lo sé, porque igual que admito que he tenido miedo, soy capaz de admitir que he sido capaz de mantener a mi lado a las personas que consideraba y considero que deben estarlo. Pero hay gente que deja de lado sus amistades, centrándose en gente nueva que no ha demostrado ser un verdadero amigo. Pero, en fin, son cosas que pasan en las nuevas etapas, porque intentamos tener a nuestro lado a alguien lo antes posible y claro... no entendemos que las cosas tarde o temprano llegarán, que no hay que tener prisa...  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...