sábado, 16 de febrero de 2013

Pocas estrategias.

En la vida las estrategias no valen, no intentes planear tu vida... solo vívela.

Y muchas veces queremos planear nuestra vida, queremos calcular fríamente cada paso que damos, cada acción. Queremos que todo esté planeado al mínimo detalle, no queremos equivocarnos, no queremos cometer errores. No creemos en las casualidades, no creemos en las coincidencias, ni en la suerte... Todo está planeado, todo tiene una razón de ser, las cosas no pasan porque sí, no se cree ni en el azar ni en la suerte.

Pues yo, yo no lo veo así. Nuestra vida no puede estar marcada por horarios, no puede ser que todo tenga que pasar en el momento en el que nosotros o los demás decidan... 

Deberíamos de dejar de justificar cada paso que damos, cada decisión que tomamos. Quiero decir, basta ya de tener que dar motivos por los que hemos tomado una decisión, basta ya de decir porqué actuamos de una forma u otra. No podemos estar justificándolo todo. 

No podemos calcular todo lo que va a pasar, no podemos saber que pasará en nuestro futuro. A veces es mejor dejar que el destino haga, que el destino decida. A veces hemos de dejar que sea la suerte quien decida, quien nos guíe. A veces hemos de dejarlo todo al azar, a cara o cruz... 

Y mientras tanto, vivamos nuestra vida, vivamos nuestro día a día. Disfrutemos de cada pequeño instante al lado de los nuestros, al lado de los que queremos. 

No planifiques, no pongas horarios, no calcules, no justifiques, no pienses siempre en las consecuencias... No lo hagas. Tan solo vive, juega, ríe, equivócate, comete errores... Piensa que hay cosas que pueden pasar así sin más, cosas que no tienen una razón pero que te hacen feliz. Y si te hacen feliz, aprovéchalo. 

Y ¿Sabes por qué? Porque en la vida, en tu vida, en nuestra vida de nada valen las estrategias, porque al final las cosas pueden tomar un rumbo distinto al que tú habías planeado, un camino más interesante, más especial... O quizás, al planearlo ya estás yendo por el camino erróneo. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...