viernes, 15 de marzo de 2013

Estoy cansada.

¿Estás bien?

La típica pregunta que muchas veces nos hacen, la típica pregunta que muchas veces yo he hecho. 

¿Ser sincera? Lo seré. No, no estoy bien. Ha llegado un punto en el que me he cansado de este estúpido juego, de estar en este tira y afloja, de estar siempre en el mismo punto y nunca avanzar. 

Estoy cansada de que me tomen el pelo, de que se crean que soy tonta, ingenua o algo por el estilo, que se crean que no me doy cuenta de las cosas y que no veo lo que sucede en mi alrededor. Quizás se creen que vivo en una nube, que mi vida es color de rosa y que por eso me creeré todo aquello que me cuenten... 

Y ese es otro punto. Estoy cansada de las mentiras. No entiendo de que sirve mentir, si perfectamente saber que entenderé aquello que decidas hacer o intentaré entenderlo. Aunque quizás no comparta tu decisión, aunque yo crea y te diga que te equivocas, que estás cometiendo un error, aunque y vea la situación de una forma totalmente distinta, aun así... no tienes porque mentirme. 

Pero, la estúpida soy yo. Sí. Aun así, la estúpida soy yo. Porque a pesar de las mentiras y de todo lo demás, he ido perdonándote, aunque sepa que no te lo mereces he ido perdonándote una tras otra. He ido dejando pasar el tiempo... 

Y por ende, he ido dejando que me hagas daño. Vuelvo al mismo tema. Vuelvo a tus actos. Y, es que no sabes como me duele cuando hablas, cuando me explicas aquello que ha pasado, que ha sucedido. Cuando me das nuevos detalles... Y aun me duele más cuando, por decirlo de alguna manera, te apropias de aquello que no te pertenece. Quiero decir, he luchado mucho por estar donde estoy, por ganarme el cariño y la confianza, por estar ahí presente... Y tú, te has ido apropiando de todo aquello que yo he ido consiguiendo con mucho esfuerzo. 

Y no solo mientes y haces daño, también decepcionas. Ya me lo han dicho, muchas veces me han repetido que soy muy buena persona, que quizás incluso demasiado. Pero, nunca... lee bien... nunca pensé encontrar alguien tan rastrero y egoísta como tú. Nunca pensé que encontraría a alguien como tú, capaz de pisar a las personas, capaz de pasar por encima de ellos... Porque en tu vocabulario no existe aquél dicho de el fin no justifica los medios. 

A ti todo te da igual. Y resulta que yo estoy cansada de es también. También estoy harta de que todo te de igual, que poco te importe verme mal, que poco te importe hacerme daño. Y yo, lo siento pero ya me he cansado. 

Y te preguntas que nos ha pasado y ¿es qué a caso no lo ves? Quiero decir, después de todo si no ves como son las cosas en realidad debe ser por algo... De verdad... ¿estás bien? 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...