viernes, 10 de enero de 2014

Alguna vez.

¿No has deseado alguna vez tirarlo todo por la borda? ¿No has pensado nunca en abandonar? ¿Y en tirar la toalla? ¿Lo has hecho? Seguro que sí... Seguro que alguna vez has tenido estos pensamientos. Alguna vez. 

Entonces, todo el mundo quiere e intenta animarte. Quieren ver una sonrisa, aunque solo sea una mueca, un intento. ¿Lo haces? ¿Lo intentas? Claro que sí. Por ellos lo que sea. Lo intentas. Alguna vez lo haces. Alguna vez. 

Pero los intentos de poco sirven. Porque nosotros como personas somos capaces de hacer más caso a un comentario negativo que a diez positivos. ¿Alguna vez? No. Miento. Siempre. Nos afectan. Algunas veces lo dejamos pasar, otras es casi imposible. 

Creemos que nos hemos equivocado de camino, que hemos escogido aquel que nos haría feliz. Y ahora, viéndolo de cerca, todo cambia. Ya no nos agrada ese camino, nos sentimos inútiles en él. 

Sabíamos que íbamos a encontrar piedras, obstáculos que pasar o esquivar. Pero no como estos. No aquellos obstáculos que tanto daño hacen, aquellos que alguna vez creímos superar. Alguna vez... 

Dicen que de nada sirve tirar la toalla, que hay que ser fuerte y luchar hasta el final. Lo dicen, lo digo. Y como tantos otros, yo digo que es fácil decirlo y difícil aplicarlo. Aunque alguna vez se debería hacer. 

Sí. Alguna vez. Pero no hoy. Hoy, aunque escuches como te repiten una y otra vez que alejes esos malos pensamientos, tú tan solo piensas en esconderte, desaparecer, tirarlo todo por la borda, dejar que caigan lágrimas silenciosas. Hoy decides ser débil. 

Te sientas, te acuestas o bien das un paseo sumergida en las canciones que te hacen soñar, que te hacen sonreír. Sin embargo, ni siquiera aquellas letras con sentimiento (para ti) son capaces de conseguirlo. Solo eres capaz de dudar... Dudar sobre ti misma, sobre tu camino, tu vida, tu futuro. 

Quieres entender que es lo que has hecho mal, o bien por qué te sientes débil. Piensas, piensas y vuelves a pensar. Y quizás encuentras la respuesta: creer que alguna vez lo conseguirías... Creer, alguna vez. 

No encuentras consuelo. Todo están ahí, pero para ti no hay nadie. Sí. Ellos están ahí. Pero ni un café, ni una charla, ni un mensaje será capaz de arreglar el dolor o la decepción que hay en ti. Nada, nadie, nunca. 

¿Por qué? Porque buscas a aquella persona que te apoye, escuche, atienda, comparta tus vivencias, lo bueno y lo malo. Buscas a aquella persona que mueva tu mundo, tu vida. Aquella que lo cambie. Buscas. Y quizás alguna vez la encuentres. 

Pero por ahora, no haces más que sentirte débil. Quizás alguna vez esto cambie...Alguna vez. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...