miércoles, 15 de enero de 2014

Incondicionalmente.

-¿Me abrazas?
-Siempre que lo necesites.

Repites una y otra vez estas palabras: siempre que lo necesites. Acudir a esa persona, alguien que no te negará ese abrazo. Pueden pasar días, incluso meses sin necesitar un verdadero abrazo, de esos que te dan fuerza y ánimos, pero esa persona siempre estará ahí. 

Jamás te pregunta si lo necesitas, jamás te pregunta el por qué te lo ha de dar. Tan solo te lo da. Y tú sientes su cálido aroma y sonríes. Te apoya, te escucha, está a tu lado, te abraza.

Siempre presente, incondicionalmente. Con él o con ella sabes que no hacen falta explicaciones. Tan solo hacen faltas miradas,abrazos y te quiero susurrados. 

Y quizás porque no hay mucho que decir, pocas líneas se le pueden dedicar a los abrazos y a esas grandes personas que están a tu lado siempre. En lo bueno y en lo malo. Poco se puede decir de aquellas personas que no te niegan un abrazo, un te quiero ni un hola. 

Siempre ahí. Siempre haciéndote sonreír, siempre luchando por ti y por ellos. Siempre ayudándote, dándote ánimos y no permitiendo que tires la toalla. Incondicionalmente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...