jueves, 30 de enero de 2014

#amistades

Dándolo todo por una amistad, por una persona. Ayudando y apoyando incondicionalmente a esa persona que tanto te importa, a la que admiras y que tanto cariño tienes. ¿Y todo para qué? Para qué no sea capaz de valorar lo que haces por ella y sea capaz de darte la espalda o bien darte una puñalada trapera.

No se trata de recibir algo a cambio. Recuerda que en una amistad no hay que pedir nada a cambio. Sin embargo, siempre hay que valorar a la otra persona, tener presente todo lo que habéis pasado juntos. Una amistad es cosa de dos, es recíproco. No de una única persona. 

Entonces, pasa lo que pasa. La persona que intenta dar lo mejor de si, aquella que está en todo momento acaba sufriendo. ¿Tanto cuesta valorar a las personas que tienes a tu alrededor? ¿Qué ganas ignorándolas? ¿Qué ganas no recordándoles cuánto los quieres o los aprecias? Nada, no ganas absolutamente nada. 

Y es que hay personas que no son capaces de verlo, ni de valorarlo. Y tú, según tu personalidad, te hundes. Crees que no lo has dado todo, que podrías haber hecho más. Pero no, debes dejar de creer eso. No es tu culpa que haya personas que solo se arrimen a ti por interés, por puro y estricto interés. 

Tranquilo, ya encontrarás a personas que te aprecien. Ya encontrarás a personas con las que poder desahogarte sin miedo, sin temor a lo que te digan, a que te juzguen. Las encontrarás. Y podrás presumir y decir con las cabeza bien alta que esas personas son tus amigas. 

Sí, podrás estar locas, podrán tener sus defectos, sus más y sus menos. Pero al fin y al cabo son personas que sabes que podrás llamar en cualquier momento del día y no rechazarán tu llamada. Son personas de gran corazón. Personas a las que no puedes ver todos los días, pero que sabes que están ahí incondicionalmente. 

Valoras y valoran. Son amistades. Grandes personas, las mejores que has podido encontrar. Son las únicas capaces de cometer locuras contigo para así sonreír. Ellos sí lo ven. 

Tú no fuiste capaz. Lo único que conseguiste es arruinar tus amistades para así quedarte sola, sin nadie a quien acudir. Y sí, yo podré sufrir por personas a las que les he dado todo sin pedir nada a cambio. Pero, también he sido capaz de salir adelante encontrando a esas personas especiales. Y tú, sigues buscando tu lugar en el mundo. 

Ahora bien, hasta que no seas capaz de valorar a alguien más que a ti misma, no serás capaz de encontrar a nadie especial y verdaderamente importante a quien acudir. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...