martes, 11 de febrero de 2014

Un billete de tren.

Guardar aquel pequeño trozo de papel que me recuerda las experiencias y aventuras vividas, los grandes momentos lejos de mi ciudad, de lo conocido. Pero a la vez, cerca, muy cerca de ti.

Un billete de metro, de tren con la hora marca. Un billete que marca las horas que he pasado a tu lado, viajando, conociendo mundo. Recordar los días que he pasado a tu lado descubriendo nuevos lugares, nuevas ciudades... Saber que todas ellas guardan un pedacito de ti, pero también de mí. 

Mantengo vivos los recuerdos. Mantengo vivas las risas y confidencias. Los besos y las caricias que me diste están ahí. Guardo en mi memoria los te quiero, los secretos. Los abrazos que paraban el tiempo siguen presentes. Todo sigue ahí, vivo, ardiente, en mi, en ti, en nosotros. 

La sonrisa que se asoma nada más recordarlo. El rubor de mis mejillas al recordar cuanto me gustas, cuanto te necesito a mi lado. Sonrío y no dejo de sonreír al admitir lo que siento por ti. Tu aroma, tus sonrisas y tu preocupación por mi. Tú. 

Todo lo vivido contigo, todo lo bueno y lo malo está guardado en mí. Está guardado en mi mente, y sí, lo admito, también en mi corazón. Todo guardado y recordado en un pequeño billete de tren, aquél que me hace sonreír. La tinta aun no se borra. Sigue presente. Una hora, una fecha, un lugar. 

Marcado, marcado como yo.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...