martes, 25 de febrero de 2014

Miradas.

Sentimientos reflejados en tan solo una mirada. El reflejo de la mirada muestra tus sentimientos. Muestra el amor, cariño, dolor, tristeza o alegría. Lo enseña todo. 

No es tan fácil fingir como la gente piensa. No es tan fácil esconderse tras un muro, tras una sonrisa fingida. No es fácil. Hay veces que uno se cansa de esconderse, se cansa de sonreír y hacer como si nada pasara. Agota. 

Ojalá me pudieras ver y entender que me pasa. Quiero volver a ser yo. Quiero ser una persona risueña, que le encanta sonreír, encontrarse con los suyos, hablar, reír. No quiero seguir encerrándome en mi misma, sin poder confiar... 

Pero se trata de eso, de la confianza. Se trata de la confianza perdida en personas que me importa, que valoro y que quiero. Se trata de esa confianza que por más que intente ya no volverá. 

No puedes pretender que tras todo lo pasado y vivido, tú y yo volvamos a estar como el principio. Podemos hablarlo e intentar solucionarlo. Sin embargo, nada será lo mismo. Nada. 

Lo hecho, hecho está. No hay vuelta atrás. El daño está hecho. He sufrido, ha dolido. He llorado. Sí, por ti he llorado. No he hecho más que derramar lágrimas. 

He llorado de la impotencia, he llorado preguntándome que ha pasado para llegar a esta situación. He llorado sintiéndome culpable, sintiendo que tú era la víctima y yo tu verdugo. ¡Pero no te he hecho nada!

Y lo digo otra vez: he llorado. Y si me miraras lo verías. La mirada es el espejo del alma. Tras una mirada se esconde un te quiero, un te necesito, un te extraño, un lo siento... Una mirada esconde muchas cosas. Una mirada esconde el dolor por lo sufrido tras entender lo que ha pasado. 

Una mirada lo dice todo y tú no lo ves.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...