martes, 11 de febrero de 2014

Caer en el olvido...

AMISTAD

Tema concurrido, tema que se ha tratado demasiadas veces, tema que da para hablar, hablar y hablar. Podríamos estar escribiendo sobre el tema. Podríamos analizar lo bueno y lo malo, los errores, defectos y virtudes. 

Pero no me quiero parar en ello. No quiero pensar en ello, ni reflexionar. Siendo sincera, ahora mismo estoy cansada de pensar en todo aquello que tantas veces he descrito, en aquello que tan amargos recuerdos me trae. 

Esta vez, me quiero centrar en algo que ya dije una vez pero que quiero recordar. Prefiero prevenir, es lo mejor. Quiero advertir y recordar a todos aquellos con amistades valiosas algo muy importante. 

Volviendo a ser sincera, la verdad es que yo (al igual que cualquier persona que se precie) no quiero caer en el olvido, pero tampoco quiero ser infravalorada. Aunque sé que lo he sido. No soy tan tonta, y sé que hay personas que no han sido capaz de valorar mi amistad. 

No los culpo. Cada uno es como es. Sin embargo, soy capaz de culparme a mi misma. Y también, no hago más que martirizarme mirando al pasado y preguntándome un sin fin de condicionales: ¿y si...? 

Por otro lado, lo que quería decir es que si bien uno no quiere caer en el olvido, tampoco puede permitir que sus amistades caigan en el olvido. Creo que un pequeño detalle como una sonrisa, un abrazo, un te quiero o un simple ¡qué loca estás pero cuanto te quiero!

Son detalles que siendo sinceros, nunca están demás ¿no? Nos hacen felices, nos recuerdan la importancias de esas pequeñas grandes personas con las que hablamos todos los días aunque tan solo sea para decirse buenos días.

No permitas que aquella persona a la que cada día le dedicas aunque tan solo sea dos minutos caiga en el olvido. Dedícale una sonrisa, un beso. Recuérdale que estarás para lo que te necesite, que da igual la hora o el día. Allí estarás tú.

Ahí, para que no caiga en el olvido. 

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