A veces no valoramos lo suficiente a nuestra familia. No pasamos el tiempo suficiente con ellos, los dejamos olvidados, como si fueran aquellos libros viejos que leíste una vez y no volverás a leer.
En los días malos, creemos que están en nuestra contra, que no nos apoyan lo suficiente e incluso que molestan. Pero ¿por qué? Es nuestra familia. Y ellos que tanto nos quieren nos apoyarán en todo momento, sea cual sea la locura que queramos cometer.
Aun así, nos avisarán si lo que vamos a hacer es un error. Pero, tarde o temprano apoyarán nuestra decisión. Y si caemos, si tropezamos nos ayudarán a levantarnos, a seguir adelante, a luchar, a continuar. Estarán allí.
Están allí. Nunca se han ido de tu lado. Te escuchan, te aconsejan. Te quieren. Nunca dejarán de quererte. Por eso, date un día para ti y para ellos. Demuéstrales que los quieres y que los valoras. Porque quizás, si no lo haces será demasiado tarde.
Tu familia es parte importante de tu vida. Debes quererlos, apreciarlos y de vez en cuando sonreírles dándole las gracias y susurrando un simple te quiero. Créeme eso es lo que más valorarán.
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