lunes, 11 de noviembre de 2013

Smiling!

¡Sonreír, sonreír, sonreír!

Lema para el día a día. Una frase, tres palabras (o más bien una) que debemos tener presente en nuestro día a día. Y yo lo hago (o al menos lo intento). 

Sí, cada mañana cuando me levanto me repito una y otra vez. Esto es lo que debemos hacer siempre; sonreír. A pesar de las adversidades, de la tormenta, de los malos momentos, hay que sonreír. Sonreírle al mundo, a nuestros seres queridos, a nuestros amigos... ¡Siempre!

Y debes tener motivos para sonreír. Yo los tengo. Me considero una persona afortunada por tener a mi lado personas que hacen mi día más llevadero, personas que me apoyan, me escuchan, me ayudan y me hacen sonreír en todo momento. 

Con ellas puedo ser totalmente sincera, reírme a carcajada limpia sin miedo al que dirán, demostrarnos mutuamente que nos queremos a nuestra manera, sin miedo al que dirán. Juntas. 

He encontrado a personas con las que reír y llorar y eso, quieras o no, es algo muy bonito. Cada vez que veo una publicación de alguna de esas personas tan importantes para mí, no paro de sonreír. 

Juntas somos nosotras mismas, sin miedo al que dirán, sin miedo a nada ni nadie, sin miedo a sonreír. 

Por eso, sonríe cuando estés al lado de alguien a quien quieres, sonríe. Esa persona quiere verte feliz y quiere ser feliz contigo. No descuides a esas personas. Y sigue sonriendo. 

 

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