viernes, 11 de octubre de 2013

Quiero dejarlo atrás...

Dejar de luchar por algo que te importaba, por alguien que te importaba. Bajar los brazos, dar la batalla por perdida, tirar la toalla, rendirse. ¿Por qué? Hemos abandonado nuestros sueños, nuestras esperanzas y todo por un pequeño fallo. 

¿El fallo? Volver al pasado. Estando sola, sentada mirando a un punto fijo de la blanca pared de mi habitación, no he podido hacer otra cosa que ponerme a pensar, a reflexionar. 

Pienso en cómo afrontar esta situación, cómo dejar atrás el sufrimiento, el dolor y el pasado. Desearía que fuese fácil olvidarme del pasado, de todo lo sucedido, de todo lo que nos pasó. Pero no puedo. Me es mucho más fácil recordar. 

Sentirte hundida, destrozada por dentro, sentir que no vales para nada, ni para nadie. Creer que tú eres un error más en esta vida y que no sirves para nada, que tan solo traes problemas. ¿Alguna vez te has sentido así?

Tantas veces llorando por alguien que sólo jugaba conmigo, que me hacía daño. Tantas veces derramando lágrimas por una persona que no se lo merecía. Intentaba hacerte feliz, intentaba que fuéramos felices. Pero no funcionó. Y otra vez fui yo quien volvió a caer, a sufrir. 

Caí, caí y caí, cada vez más profundo. Caí y no supe como levantarme, no sé como hacerlo. Intento sonreír, intento seguir adelante. Pero recordar hace que dé un paso atrás, que retroceda en el tiempo, que mire hacia atrás y recuerde. 

Son recuerdos dolorosos de un pasado horroroso. Son recuerdos de mis errores, del daño hecho. Sólo lloro. No sé que hacer. He dejado de luchar, no puedo avanzar, no puedo seguir adelante. No soy capaz. No puedo. Caigo una y otra vez en el mismo error. Una y otra vez. 

Quiero parar. No puedo. Sólo puedo bajar los brazos. Tirar la toalla y dejar de luchar por aquello que tan anhelo. Muchas veces creo que sólo me utilizas. Te aprovechas de mí, yo ni siquiera te importo. Duele, duele mucho tu actitud, tu comportamiento. Duele...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...