lunes, 14 de octubre de 2013

Ojalá...

Ojalá las heridas internas sanaran tan fácilmente cómo las pequeñas heridas y rasguños que nos hacemos a lo largo de nuestra vida. Ojalá. 

Ojalá olvidar y perdonar fuera tan fácil como dicen. Ojalá. Intentamos olvidar el daño causado por personas que considerábamos importantes. Queremos enmendar nuestros errores, rectificar, pasar página y no pensar. Pero no podemos. ¡Ojalá pudiéramos! 

Intentamos no llorar. Intentamos parar las lágrimas que poco a poco van resbalando, cayendo al suelo sin que nadie las vea, ni las pare. ojalá alguien nos tendiera su mano, nos diera un pañuelo y nos dijera que todo va a pasar, a acabar. Ojalá...

Entonces, cometemos locuras, estupideces. Nos caemos, dándonos de bruces contra el suelo. Y tú, siendo ingenua, cierras los ojos deseando que alguien venga a rescatarte. Buscas a ese alguien, esperas su mensaje. Pero él no aparece. ¡Ojalá lo hiciera!

Crees que lo mejor es desaparecer, huir, salir corriendo sin mirar atrás. Debes mirar hacia adelante, hacia el frente. Debes pensar que todo acabará, que todo pasará. Quieres centrarte en tu presente, en lo bueno, en lo positivo. ¡Ojalá fuera tan fácil!

Él no aparece, no quiere llamarte, ni saber nada de ti. No quiere ayudarte. Cree que no es necesario, que no tiene porqué. Pero tú lo necesitas. Quieres que te apoye, escuche y aconseje. Lo necesitas. Y suspiras, piensas y te dices a ti misma que ojalá el también te necesitara

Ojalá pudieras pasar página y seguir adelante. Ojalá pudieras parar todo esto, todo lo que está sucediendo. Te paras a pensar y te das cuenta de que ya has sufrido demasiado, que ya has pasado por mucho. Por eso, decides que ya es hora de dejar de soñar y desear que las cosas pasen. 

Sí. Deja de suspirar, de repetirte una y otra vez ojalá, ojalá, ojalá... Este es tu momento. Ahora es momento de ser feliz. Tienes la oportunidad de dejar atrás todo lo malo y volar. ¡Lo puedes hacer!

No tengas miedo a los reproches, no tengas miedo al hecho de que él ya no esté. Es tu vida, tus decisiones. No pienses en los demás, en el qué dirán o cómo reaccionaran. Tan solo piensa en ti.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...