lunes, 23 de septiembre de 2013

Por eso y mucho más, gracias.

Recuerdo las grandes cenas familiares donde mi abuelo siempre decía cuando tú seas mayor tendrás un futuro prometedor. Escuchar las sabias palabras de mi abuelo, no hacían más que llenarme de esperanza, por eso decidí esforzarme al máximo, porque estaba expectante por ese futuro prometedor.

Pero, ahora viviendo mi presente, no encuentro nada de aquello prometido por las generaciones anteriores a mí. Las grandes oportunidades laborales no han llegado, esas puertas que se abrirían hacia un camino esperanzador no se han abierto, siguen cerradas, siguen esperando la llave que las abran. Pues que esperen, no sé yo si la encontraré.

Es desolador ¿no? Y eso que tan solo tengo 18 años, no quiero imaginar los jóvenes de 22 o 23 años cómo deben estar. Bueno sí que lo sé. No hay día que no lo lea en las noticias. Aquí no hay futuro, todos emigran a países donde encontrar esa llave, ese futuro.

Huyen de este país donde tan sólo abundan las mentiras. ¡Y después nos preguntan por qué huimos! Yo he de pagar para poder tener una formación digna, una formación que me permita en años posteriores ganarme el pan. Eso sí, cada año la educación es más cara, cada año he de pagar más y más dinero. Al final, el gobierno se vuelve rico y yo más pobre… Más pobre en educación. Sí, porque el dinero dado no sirve para mejorar la educación dada en escuelas, institutos y universidades. No. Tan solo para que los ricos sean más ricos.

Tengo una hermana que recién ha empezado cuarto de primaria con la cual me comparo. Ella, gracias a los recortes hechos en educación, recién este año ha aprendido a dividir. Ahora bien, no le pidáis mucho que tan solo será capaz de dividir por dos. A mí, por otro lado, me enseñaron en segundo de primaria, y no aprendí tan solo a dividir por dos, sino por tres, por cuatro y hasta por números de dos cifras. Espero, que este año ya pueda dividir por números de dos y tres cifras, y que no se vuelva una inculta la cual deberá utilizar calculadora para dividir por dos. Gracias gobierno. Gracias por intentar convertir a mi hermana en una persona inculta, que no sea capaz de razonar por sí misma, alguien que en un futuro será de fácil manipulación.

Además, ese es vuestro miedo. Sí, tenéis miedo a un pueblo culto, a un pueblo capaz de razonar por si mismo. Nos tenéis miedo. El gobierno sabe perfectamente que tarde o temprano ya no serán simples manifestaciones, ni simples quejas en voz baja. No señor. Nos sublevaremos, acabaremos ganando. Porque poco a poco nos damos cuenta de la situación actual, abrimos los ojos y decidimos que esto no puede seguir así. Y no lo podemos permitir.  

Por eso, dentro de unos años huiré, saldré de este país lleno de mentiras y falsas esperanzas y oportunidades. Un país donde la educación PÚBLICA cada vez se encarece más, y donde cada vez nos volvemos más incultos. Una educación dónde ya no habrán oportunidades de formación, porque ya no será fácil ni acceder a las universidades, ni a las becas con las que nos sería más fácil llevar los gastos universitarios.

Ojalá fuera verdad eso que dicen que en la universidad nos damos la vida padre, ojalá. Pero se ha de trabajar duro, esforzarse al máximo para poder seguir teniendo acceso a becas que le permitan a mi familia costearme la universidad. Y claro, yo busco ofertas laborales para poder aportar mi granito de arena. Sé que la situación es crítica y difícil, por eso intento ayudar a mi familia. Pero a día de hoy, si no es a base de enchufe cuesta mucho encontrar tu primera experiencia laboral. Bueno, la primera, segunda, tercera, cuarta o quinta.

¿Qué los jóvenes tendríamos más oportunidades? ¡Ja! ¡Mentira! ¡Falsedades! Estamos igual que todos. Estamos a la espera de una llamada telefónica diciéndonos que hemos sido aceptados en X empresa, a la espera de un e-mail concertando una entrevista para nosotros, esperando un mensaje, pero no llega. No obstante, hay quien piensa que el hecho de esperar es sinónimo de estar sentados de brazos cruzados, sin hacer nada. No señor. Estudio, y ayudo a mi hermana a que no sea una niña inculta y sin uso de razón.

No quiero alargarme más. Sólo me queda volver a darle las gracias a este maravilloso gobierno por las grandes oportunidades que me dan, aquellas tan tentadoras y prometedoras que hacen que me replantee si irme o quedarme aquí. Gracias gobierno por ayudarme a encontrar la llave de esas puertas llenas de felicidad profesional. Gracias gobierno por la educación tan rica que le estás dando a las generaciones futuras, a mi hermana. Por eso y mucho más, gracias querido gobierno. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...