domingo, 6 de agosto de 2017

Horizonte limitado.

I just wanna dance with somebody
It could be anybody, tell me, are you that somebody?
Don't matter who you are, just love me the way I are
I just wanna dance with somebody
(The way I are, Bebe Rexha)

Me abrazas, me envuelves en tus brazos mientras te apoyas en mi espalda. Inhalas ese perfume de lavanda, mientras un suave beso plantas en el rojo de mi espalda. Suaves caricias, un leve cosquilleo y una única pregunta; ¿qué te atormenta tanto?

Supongo que por no querer creer en el horizonte, en aquello que no se ve más allá, trazamos una línea imaginaria, un límite entre aquello conocido y todo lo desconocido. Seremos curiosos, pero siempre aferrándonos al mundo real, a aquel que conocemos. Dando un paso hacia delante, aunque jamás saliendo de la zona de confort. 

Miramos más allá, y a pesar de que las dudas asalten, preferimos estar en tierra firme antes que navegar por alta mar, no perdernos en un mar de nuevas sensaciones y tampoco adentrarnos en miles de pensamientos. Ir sobre seguro, pisando fuerte siempre y cuando sea por un camino ya construido. 

Sin embargo, me gustaría saber que hay más allá. Tocar el horizonte, ver donde dos océanos se tocan, escuchar las conversaciones llenas de rarezas, copa de vino en mano ¿y por qué no un par de risas? Descubrir otros mares, otras playas contigo yendo despacio, sin prisa y sin poner pausas. 

Besos de medianoche, otros tantos a media mañana. Intentar tocar el cielo contigo o dejar que me salga con la mía queriendo navegar entre nubes. Decir que quiero saber sobre aquello desconocido, y que seas tú quien me enseñe. Palabras susurradas, un par de ellas a media voz y entre unas y otras ¿por qué no besarnos? 

Marcar el ritmo, pero jamás el límite. No imaginar una línea divisoria y seguir conociéndonos. Buscar a quien no te juzgue, tampoco hace falta que te comprenda; tan solo que te escuche, que acepte cada parte de tu ser. Que sepa de tus defectos y de tus virtudes, que conozca tus sueños y también los errores. 

Que quizás sepa ver tu inexperiencia, pero vea tus ganas de aprender, de vivir, de realizarse a tu lado. Que no te atormenten los límites, ni el sumergirte en el más helado de los mares. Que aquél que te abrace quiera descubrir el horizonte y no aparte su mano tras la más leve de las caricias. 

Así que mientras me abrazas, mientras tú te preguntas una y otra vez en qué estaré pensando, yo tan sólo disfruto del momento que nos envuelve; de las vistas y las sonrisas escondidas, del horizonte sin límites, de los besos sorpresas, de las mejillas sonrojadas y de nosotros mismos. 

¿Te animas? Ser quien baile conmigo sin intentos de cambiarme, quien me apoye y se deje apoyar, quien marque los pasos de un suave vals, pero me deje tomar el timón del barco. Quien quiera explorar el día a día sin prisas, tan sólo descubriendo cada día un poquito más rompiendo así las barreras del horizonte.  


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