Tú también, un día 13 tenías que nacer. No dará mala suerte ¿verdad? Yo no lo sé, porqué cada día vivido a tu lado ha estado lleno de alegrías y de momentos de cháchara y risas. Si nos ponemos a pensar, nos conocimos un pelín tarde, pero no pasa nada; ya nos pondremos al día.
Lo que sí es cierto es que han sido grandes momentos y días contigo. Musicales inspirados en clase, poemas basados en los amantes de la sintaxis, cafés antes del trabajo, alguna que otra noche de cine... y así un sin fin de cosas más. ¡Oh! ¡Por fin hemos acabado nuestra queridísima carrera universitaria! (Voldemort incluído)
Sé que las alegrías no acaban aquí y que pronto seguiremos recorriendo mundo y explorando nuevos caminos juntas y por separado. Lo importante es que en todo momento podrás contar conmigo. Ya lo sabes, para lo bueno y para lo malo... en cualquier momento y a cualquier hora.
Gracias por todo y por hacerme crecer como persona. Me alegra poder tenerte a mi lado y convivir contigo, que confíes en mí de la misma manera en que yo confío en ti. Y no, en ningún momento me has dado mala suerte, y si ha pasado seguro que es por lo patosa que yo llego a ser.
Te quiero mucho y sé que quiero seguir compartiendo contigo mis alegrías, mis grandes y pequeños momentos y también mis problemas y tristezas. Me has dado grandes consejos y también has hecho que cada día sea más ameno, más llevadero.
Poco más puedo decirte que no sepas. Solo sé que quiero tenerte a mi lado, que esto no acaba aquí y que sé que no son promesas vacías, ni mentiras que jamás se cumplirán. Jamás he tenido que mentirte, así que no voy a empezar ahora. Gracias por ser quien eres y seguir estando ahí.
Así que sí, habrás nacido un día trece y ninguna superstición se cumple contigo. Eres grande y única. Me sigues el juego y me dejas ser yo misma, incluso aguantas mis locuras. Por eso, y por muchas cosas más (que mejor me las guardo para mí) te deseo el mejor de los cumpleaños.
No hay comentarios:
Publicar un comentario