miércoles, 28 de noviembre de 2012

¿Y después? Después, gracias.

Hay veces que arriesgamos todo lo que tenemos por aquellas personas que creemos que son importantes para nosotros . Y utilizo el verbo creer y no hago una aformación rotunda, por la sencilla razón que, al final, nos acabamos desengañando o desilousionando, como queráis llamarlo. Porque, total, al final siempre pasa lo mismo...
 
Y es así, porque nos sorprenden y quizás no para bien sino para mal. Nos engañan, nos mienten, nos decepcionan y así un sin fin de cosas más, y así un sin fin de comportamientos y actitudes. Y sé que últimamente me remito a lo mismo, pero qué hacer cuando la realidad es así...
 
Vayamos por puntos. Nos engañan y nos mienten (primer punto). Nos hieren. Sí, porque nos hacen creer que estarán ahí siempre, nos hacen creer que podemos confíar en ellos ¿y después? Después, desaparecen. Después, no están. Después, nos desengañamos. Después, abrimos los ojos. Después, nos damos cuenta que todo ha sido mentira, que todo ha sido una farsa.
 
Y, después, esto conduce a la decepción(segundo punto). Las mentiras, las dolorosas mentiras de aquellos que "queríamos" conducen a todo  tipo de decpciones y sufrimientos. Y así, después, vuelvo a apuntar otra puñalada trapera en la lista. Otra más... Y hay veces que siento que esto no acaba, que el juego sigue cuando yo lo único que quiero es que acabe y así poder seguir con mi vida. Pero sé que me acabo metiendo en el juego, porque de una forma u otra quiero demostrarles que soy fuerte, que soy mejor amiga y persona que ellos... Pero, sin embargo, me debilito, me quitan fuerzas...
 
Y una vez más, intentando llevarle la contraria a todo aquél que creyó que esas personas no eran de fiar me veo humillada, y me veo decepcionándome a mi misma.
 
Pero, después de todo, después de todo lo vivido he aprendido cosas. Sí, porque mi amistad contigo, perdón, corrijo, mi falsa amistad contigo fue un error. Y ya lo dicen, de errores se aprende.
 
Así que, después... después de tantas mentiraras, de tantos abrazos falsos, de tantos te quiero sin sentido. Después de todo esto he aprendido a valorar aquello que verdaderamente tiene sentido para mí. Por eso, al final solo me queda darte las gracias.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...