jueves, 5 de febrero de 2015

Médicos y amigos.

Algunos creen que para ser amigos basta con querer, como si para estar sano bastara con desear la salud.
(Aristóteles)

¿Será cierto lo que Aristóteles dijo? ¿Será verdad que en una amistad tan solo basta con querer, que lo demás no importa? ¿O es al revés? Seamos sinceros, si bien en una amistad nos conformamos con poco, con el cariño no basta. Sin embargo, tú piensas que sí. No basta solo con decirlo, no basta solo con desearme lo mejor o bien alegrarte por lo que hago. Eso no es suficiente. 

Creo que esta amistad ha acabado siendo una especie de "amor" no correspondido. Quiero decir, yo he dado todo lo que he podido de mí, he dado lo mejor de mí como hago siempre que considero a alguien un amigo de verdad. Y tú, no has dado ni siquiera el 50% de ello. He sido yo quien ha tenido que tirar de esta débil amistad. 

Y es que, como tantas veces he dicho, una amistad es cosa de dos donde se da y se recibe por partes iguales. Y sí, es verdad, uno nunca debe esperar nada a cambio, uno nunca de presionar a un amigo a que haga cosas por nosotras... ¿Sabes por qué? Porqué eso ya nace de uno mismo, ya nace del verdadero cariño que le tienes a uno. 

Quizás no nos podamos ver todos los días, ni hablemos a todas horas porque tenemos una "agenda muy apretada". Quizás la visitas no sean diarias, ni semanales. Aun así, si la amistad es de verdad hay muchas maneras de manifestarlo, pero, no es solo con amor y cariño. Hay mucho más. Lo debes expresar y enseñar. 

Das todo por alguien, que a lo mejor, luego, te trata como segunda opción, o como tercera, o bien como las sobras del día después. No puedo ser yo quien siempre inicie las conversaciones, quien siempre dé el primer paso, quien siempre tenga el primer detalle. No espero que lo hagas siempre, no espero que seas el primero en todo. Pero, espero que lo hagas por ti mismo aunque tan solo sea una sola vez. 

Yo no puedo abrirte los ojos, yo no puedo decirte lo que debes hacer. No siempre. Porque con que yo te lo diga no es suficiente, no basta para suplir las veces que no has sido capaz de dar nada. Absolutamente nada.  

¿Puedo llamarte? Quiero decir, supongamos que un día de estos necesito un amigo, alguien que me escuche, que me abrace, que me diga que todo estará bien ¿serás tú? No lo creo. Ya no se puede confiar de la misma manera, ya no se puede volver a ser lo que era antes. 

Pues sí, no basta con desear la salud y no basta con querer. Si estás mal, vas al médico te cuidas, tomas las medicinas indicadas. Y si ves que no mejora, si ves que nada ha cambiado pides una segunda opinión, cambias de médico. Ahora, aplícalo a las amistades.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...