martes, 17 de febrero de 2015

Labios peliagudos.

Tell me do you think I'm dumb?
I might be young, but I ain't stupid
Talking around in circles with your tongue
(Lips are moving, Meghan Trainor)

A veces, uno piensa que somos tontos, idiotas, imbéciles, ciegos que no nos damos cuenta de lo que pasa a nuestro alrededor. A veces, las personas confunden juventud con inocencia. Pues bien, las dos cosas no tienen por que estar relacionadas. 

Te das cuenta demasiado tarde del error que has cometido, te das cuenta de que tus mentiras han sido descubiertas cuando uno ya hace tiempo que sabe la verdad, cuando uno ya lo veía venir. 

Crees que tienes la razón en todo, y si no la tienes te inventas las explicaciones de otros para así tú quedar bien, quedar por encima. Hablas, hablas y sigues hablando. Intentas justificar tus faltas, buscar excusas y explicaciones que darme, sin darte cuenta de que yo no escucho, de que ya no importan. 

Miro como hablas, como tus labios se mueven. Son palabras sin sentidos, palabras que se cuelan entre tus labios, que expulsas como quien expulsa el aire o un simple suspiro. Mueves tus labios de un lado a otro, tu lengua se esconde; igual que se esconden las mentiras. 

Tu gesto es nervioso, sabes que te he pillado, te he cazado. Al final, he visto como has engañado, mentido, ocultado verdades de aquellas que no es bueno ocultar, porque soy -era- tu amiga. 

Y ahora, demasiado tarde, tras tantas falsas explicaciones, tras una buena temporada sin saber de ti, hoy decides que quieres empezar de cero, hacer borrón y cuenta nueva. Pero... ¿es qué acaso se puede hacer eso a estas alturas? 

No, no se puede.

Ya nada es lo que era, todo ha cambiado. Sé que es parte del pasado, sé que los errores deben ser perdonados. Sin embargo... ¡siempre cometes el mismo maldito error! ¡Siempre!

Yo ya estoy cansada de ir tras ti, de intentar estar a tu lado. Estoy harta, exhausta de correr en tu dirección cuando tú solo huyes, corres en dirección contraria. Si no me quieres en tu vida, si yo ya no importo en tu día a día; dímelo. Pero, dime la verdad. 

Da la cara, admite aquello que ronda por tu cabeza. No te calles nada, dímelo, cúlpame de todo lo que quieras, pero, no hagas esto. Te crees que soy idiota, que por ser más pequeña que tú, menos experimentada que tú, no sé nada. Y aun así, te veo hablar, veo como tartamudeas, como murmuras, como nunca vas al grano... Lo veo todo y no puedo evitar pensar que me mientes. 

No me evites, no me mientas. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...