domingo, 14 de abril de 2013

Así, sin más.

Perdimos la confianza, de un día para otro perdimos la confianza. Te deshiciste de mí y del cariño que te entregué como quien se deshace de un juguete roto, como quien tira a la basura el envoltorio de un dulce caramelo... 

Así, sin más. 

Te fuiste, desapareciste sin miedo a hacerme daño, sin ningún temor a la hora de decirme adiós, a la hora de despedirte. En ningún momento pensaste en mí, en ningún momento pensaste en que la forma en que desapareciste podía hacerme daño. Y por eso te fuiste... 

Así, sin más. 

No sé exactamente que pasó, no sé porqué acabó todo, ni como acabó exactamente. Tan solo recuerdo tus últimas palabras. Y a diferencia de lo que pueda pensar la gente, no fueron palabras de despedida, no fueron palabras sutiles, palabras de consolación, no lo fueron. Tus últimas palabras giraban entorno a ti, siempre queriendo ser el centro del universo, siempre siendo egoísta, siempre tú, tú y después tú. Todo lo demás no importaba. Siempre... 

Así, sin más. 

Fue una pena que nuestra amistad se rompiera. Fue una pena que todo por lo que habíamos luchado se desmoronara como decae un muro. ¿Cómo un muro puede derrumbarse? Sencillamente, porque era poco consistente, porqué ese muro no aguantaba ni siquiera el peso de una leve pluma. Fue una pena que esto acabara... 

Así, sin más. 

Pero, yo no puedo hacer nada más. Quiero decir, he estado demasiado tiempo ahí, he estado aguantando, he estado en todo momento, en ningún momento te abandoné, no te dejé sola nunca, ni en el peor de los momentos. No me fui de tu lado, no me fui como tú, no me fui...

Así, sin más. 

Luché, luché por continuar, luché por lo nuestro... Pero creo que fue sin sentido, que luché por nada. Nunca conseguí que nos mantuviéramos a flote, nunca conseguí que nuestra amistad siguiera en pie, que nuestro muro fuera más consistente, nunca lo conseguí. Sin embargo, en ningún momento tiré la toalla, no hice como tú. No abandoné a la primera de cambio, no de esa manera. No...

Así, sin más. 

Así pues, después de todos los esfuerzos, después de todas las oportunidades que te he dado, después de creer que ibas a cambiar, que no me ibas a dejar tirada, que no me ibas a fallar... Después de perdonar tanto y de creerme tus mentiras, después de creer que todo había cambiad... Después de todo eso, decido avanzar, decido dar un paso adelante y dejarte atrás. Dejar atrás todo los malos recuerdos, dejar de estar mal... Decido que puedes hacer lo que quieras con tu vida, porque al final cada uno tiene lo que se merece. Y tú, después de todo el daño causado sé que te quedaras sola. Sí, como lo lees. Y es...

Así, sin más. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...