miércoles, 17 de octubre de 2012

Dudas que acaban en dudas...



Ha pasado un largo tiempo, y hoy ya es hora de ponerse a reflexionar... de ver como las cosas han cambiado en un espacio de tiempo muy corto, y no solo las cosas sino también las personas.

Ahora cada uno ha cogido un camino distinto, ahora cada uno ha empezado una nueva etapa que querrá recordar. Sin embargo... ¿comenzar una nueva etapa significa perder el contacto con esas personas que decías que eran importantes? 

Hoy me he dado cuenta de como la gente ha cambiado, de lo diferente que están. Y sí, puedo entenderlo pero hasta cierto punto. Hoy puedo decir que hay de personas que sí me lo esperaba, que era obvio que iba a pasar... ¿pero de otras? 

Todo lo vivido, los grandes momentos, las risas y confidencias... Todo eso es cosa del pasado. Pero, la diferencia es que, por más que esté en el pasado, yo lo recuerdo, los demás no. Ahora ya no hay ni un simple hola. ¿Dónde quedó todo?

Y me he dado cuenta de como las conversaciones que hemos llegado a tener ya no duran ni dos minutos, que ahora están vacías de significado, de sentimiento... Y no lo entiendo... ¿qué ha pasado? 

Y también he aprendido. Sí, he aprendido a ver quienes están ahí a pesar de todo, a pesar de la distancia, a pesar de tomar nuevos caminos, a pesar de ya casi no tener tiempo... A pesar de todo esto, yo sé quien sacará tiempo para mí si lo necesito. ¿Por qué quién prometía estar ahí no lo está? 

Pero no solo eso. He aprendido que, si una persona de verdad aprecia a otra, intentará por todos los medios mantener esa amistad, mantener el contacto y no dejar que todo se esfume... ¿por qué otros lo permiten?

Me utilizaron. Estuve ahí, apoyándolas, dándoles mi cariño, escuchándolas, y NUNCA pedí nada a cambio... Solo quería seguir manteniendo esa amistad. He visto que a pesar de todo, hay gente que no ha sabido valorarme, que no ha sabido conocerme y ver como soy... Que solo les interesaba estar a mi lado para ciertas cosas, y ahora ya no están. Yo ya no sirvo...

Encontrarán otras "víctimas", personas que pasarán por lo mismo que yo, que creerán que ellas son sus amigas, pero no es así. No vale la pena seguir engañándose. Pero, sin embargo, las dudas persisten, las dudas se quedan ahí, se quedan en mí. Y sigo pensando que el río volverá a su cauce y podré pedir explicaciones. Eso sí, el río volverá a su cauce, pero yo no estaré en él. No seré la misma. Habré cambiado. Mantendré a mi lado a las personas que yo quiero tener a mi lado. Pero de ellas ya no me creeré una palabra...

Y así me surge otra duda: ¿es que, después de todo, les he de creer una sola y mísera palabra?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...