domingo, 28 de octubre de 2012

El tiempo es el problema.


Tiempo al tiempo...


Cada vez que leo o escucho esta frase suspiro. Pienso en todo lo que nos ha pasado, en las buenas y en las malas experiencias, en el momento en que escucho esta frase y suspiro.

Me piden que espere, me dicen que el tiempo pone a cada uno en su lugar, que tranquila, que con el tiempo las cosas se verás, saldrán a la luz. Pero ese es el problema. El tiempo. 

Tiempo, tiempo... ¡tiempo! Es que hay veces que no podemos esperar. Hay veces que no podemos quedarnos de brazos cruzados y esperar que el tiempo todo lo arregle. Hay veces que no puedo. No, porque esperar me llena de impotencia... El tiempo pasa, las cosas no se arreglan, todo sigue igual... ¿y qué ha hecho el tiempo? Nada, absolutamente nada.

Sin embargo, a pesar de esa impotencia. Sigo creyendo que el tiempo podrá arreglarlo, podrá arreglar lo que yo no he sido capaz de hacer. Y no por no tener ganas, sino porque me cansé. Y eso pasa. Nos cansamos, desistimos y decidimos esperar, esperar que el tiempo lo arregle.

Y no solo esperemos que el tiempo lo arregle. También creemos que el tiempo todo lo cura. ¿De verdad el tiempo va a ser capaz de curar mis heridas? No lo sé. Y ahí vuelve a haber un problema... que no puedo esperar a ver como el tiempo cura mis heridas. Creo que soy yo quien tiene que curar mis propias heridas. Soy yo quien ha de superarlo... no el tiempo. 

¿Qué el tiempo pone a cada uno en su lugar? ¿Sí? ¿Seguro? Yo hay veces que no lo estoy tanto. Sigo aquí viendo como todo pasa, y como las personas que tanto daño han causado, que tanta hipocresía han derramado siguen ahí. Siguen en el mismo lugar donde yo las dejé. Y entonces me pregunto que es lo que el tiempo ha hecho. ¿Dónde las ha colocado? ¿Dónde me ha colocado el tiempo a mí? Y ahí sigue habiendo otro problema...

Entonces, llegados a este punto no sé si el tiempo es la solución a algún problema... Creo que el tiempo es el problema. Creo que somos nosotros mismos los que tenemos que solucionar las cosas, hacer lo que creamos conveniente. No podemos sentarnos y esperar. No podemos esperar que el tiempo todo lo cure, lo arregle, ponga a cada uno en su lugar. Aunque creamos que no seremos capaces de hacerlo. Porque al final nos cansaremos de esperar a que el tiempo haga algo.

Pero, tranquilos. Tiempo al tiempo... que al final nos daremos cuenta que el tiempo es el problema.

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