miércoles, 28 de enero de 2015

Y no me malinterpretes...

And I wasn't looking for a promise or commitment
But it was never just fun and I thought you were different
This is not the way you realize what you wanted
It's a bit too much, too late if I'm honest
(Don't, Ed Sheeran)

Prometemos vernos, quedar un día. Quizás tan solo para hablar, tal vez solo para reír o a lo mejor por que tan solo queremos escuchar el suave y tranquilo silencio que hay entre nosotros dos. No siempre necesitamos hablar, a veces lo mejor es tan solo mirarnos, ver que todo está bien. Tranquilizarnos sabiendo que estamos juntos, que todo está bien. ¿Lo está?

Prometemos recorrer nuevos lugares juntos, prometemos explorar rincones desconocidos de una ciudad a la que queramos ir, incluso de allí donde vivimos. ¿Lo hemos hecho? Queríamos hacerlo, estar el uno para el otro. Perderse por las callejuelas recorridas, perderse entre la marea de personas. Hicimos planes que al final no se cumplieron. 

Dijiste que podría llamarte a cualquier hora del día, escribirte un mensaje si así lo necesitaba. Yo prometí lo mismo, yo dije exactamente lo mismo. Preocuparme por ti no es nada malo ¿verdad? Los primeros días te escribo, te saludo, te pregunto como estás... Luego todo cambia. Yo no puedo seguir adelante cuando me doy cuenta de tu actitud, cuando veo que tú verdaderamente no te preocupas por mí. 

Y no me malinterpretes... Yo no pedí esas promesas, yo no pedía esas promesas, no las quería. Tan solo buscaba una amistad, tu amistad. Me dan igual los viajes, las quedadas, las llamadas. Eso no eran promesas que yo buscaba. Tan solo quería encontrar alguien con quien poder estar bien, alguien con quien trabar una amistad, alguien en quien verdaderamente poder confiar. 

Sin embargo, creí que eras diferente. Creí que no serías como todos aquellos calificados de interesados, como todos aquellos que dicen ser amigos tuyos para luego no estar cuando verdaderamente los necesitas. Creí que no me mentirías como muchos hicieron, que no me utilizarías. Confié en ti. 

Pensé que darías la cara por mí si algún día llegaba el momento en el que algo pasara, creí que eras tú quien me ayudaría, quien se enfrentaría conmigo a aquellos que me faltaran el respeto. ¿Lo hiciste? 

Debes entender algo; no siempre se puede quedar bien con todos. En esta vida, todos tenemos enemigos, todos tenemos a alguien a quien no le caemos precisamente bien. En esta vida, nos enfrentaremos a situaciones donde deberemos escoger un bando, donde deberemos decidir de que lado estamos. No podemos quedarnos en terreno neutral, ni tampoco jugar a dos bandas. ¿Decidir el bando correcto? No siempre es fácil y quizás con nuestras decisiones nos equivoquemos, pero, debes escoger. 

Pero, es que se trata de valorar amistades. Un bando es una amistad a escoger, a valorar. Siempre es odioso que te hagan escoger y yo no lo hago, al menos no directamente. Lo único que digo es que en el momento de escoger no entendí tu decisión. 

No había amistad, no había ese cariño que yo veía entre tú y yo o entre tú y otros. No obstante, cuando tenías que tirarte a la piscina, decidiste no hacerlo. Querías estar en dos sitios a la vez cuando eso es físicamente imposible. Lo intentaste y saliste perdiendo. Luego quisiste decidir, escogiste valorar otra amistad. ¿Quién soy yo para juzgarte? Yo también escogí mi propio bando. 

Lo peor de todo esto es que ni siquiera tuviste el valor de decírmelo a la cara. ¿Cobarde? Tuve que enterarme por terceras personas, por personas que ya no forman parte de mi círculo, pero, que están ahí. Veo las conversaciones, veo las charlas, las fotos y bromas internas. Veo todo aquello que un día vi entre tú y yo. Vi lo que ahora ya no está presente entre nosotros dos; amistad. ¿Lo ves? 

Ahora te das cuenta de lo que has hecho mal, de que te has equivocado, de que tu decisión fue errónea. Y si bien dicen que rectificar es de sabios y que nunca es demasiado tarde para pedir perdón, en tu caso ya es mucho más que demasiado tarde. Es divertido que te des cuenta ahora ¿no?

Ahora que no te escribo, que no te llamo. Ahora que decido escribirte un post, ahora que decido que es hora de hablar de ti, de lo que pasó entre nosotros, en porque todo acabó. Es divertido la forma en que te das cuenta del grave error que has cometido, pero, que sabes que aunque yo te perdone ya nada será como antes. La confianza se gana con mil hechos y se pierde con tan solo uno. ¿Nunca te lo han dicho? Pues bien, aplícatelo. 

Y te lo digo otra vez; no me malinterpretes. Te quiero, te aprecio. No es fácil olvidar todo lo vivido con alguien que consideraste importante, alguien que formó parte de tu vida. Pero, si prometes algo debes cumplirlo, sino no prometas nada. No querrás que sean promesas vacías ¿verdad?

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...