jueves, 22 de enero de 2015

Vacío.

Oh spaces between us
Keep getting deeper
It's harder to reach you
Even though I try
Spaces between us
Hold all our secrets
Leaving us speechless
And I don't know why

Who's gonna be the first to say goodbye?
(Spaces, One Direction)



¿Es la hora? Quiero decir, parece que ha llegado el momento de partir, de alejarse, de escoger un nuevo rumbo y camino, pero, por separado. ¿Es ya el momento? Y siento como si nos separara un abismo. 

Estar sentados el uno frente al otro, nuestras manos ocupadas con nosotros mismos o bien con una buena taza de café caliente, mirarnos a los ojos y tan solo ver frío, tan solo ver un profundo vacío. 

No lo entiendo, no entiendo que ha pasado, ni lo que ha sucedido. Nos conocimos hace ya mucho tiempo, hemos vivido muchas cosas, pasado grandes momentos. Hemos caminado, jugado y aprendido juntos. Tantas cosas que hemos hecho juntos y ahora ¿son por separado? Sí, lo empiezan a ser.

Momentos de risas, de muchas risas. De esos días en los que compartes un café y te dan las tantas contando anécdotas ¿recuerdas? ¡Lágrimas de alegría! Secretos susurrados, vivencias contadas y revividas, preguntas y consejos dados; todo entre tú y yo. 

A veces me pregunto qué nos ha pasado. Confiaba en ti, ponía la mano en el fuego por ti, cerraba los ojos y sabía que si caía; tú me sostendrías. Sin embargo, ahora no pienso igual, no lo veo igual. 

Jugaste con mis sentimientos, con mis inseguridades. Solo pasé a importarte cuando tú lo necesitabas, cuando creías que era conveniente que estuviera ahí. Ya no estabas cuando yo lo necesitaba, no cuando yo te llamaba o te escribía. Algún día no respondías mis mensajes y alguna tonta excusa ponías. Y el abismo se hizo más grande...

Es como esas heridas que nunca cicatrizan. Tú lo intentas, tú haces hasta lo imposible para cerrar esa cicatriz, para cerrar esa puerta, para acortar la distancia, pero, nada sirve. Cada vez es más profundo. 

Me enteré de tus mentiras, me di cuenta de tus juegos, quizás un poco tarde, pero lo hice. Entonces me pregunté: ¿es la hora? ¿ya es el momento de decir adiós? ¿Debemos despedirnos? ¿O es que ni siquiera habrá despedida? 

Cerraremos la puerta, pero, la distancia seguirá allí. Ya no veremos esa mirada blanca y vacía, sencillamente porque cerraremos los ojos. Las risas irán cayendo, acabarán; solo escucharemos silencio. ¿Lágrimas? Tampoco habrán, todo queda vacío. 

¿Decir adiós? ¿Quién primero? ¿Tú? ¿Yo? Ya nada es como antes, y ahora lo veo, ahora lo siento. Tú aun no, pero, tarde o temprano lo sentirás de verdad. Poco a poco irás desconectando y te darás cuenda de que fui yo quien decidió poner punto y final.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...