lunes, 17 de junio de 2013

Recuerda...

Sí, estás aprobada. Enhorabuena. Te lo mereces. Te quiero. Estoy orgullosa. Ya tocaba. ¿Vamos a celebrarlo? ¿Vamos a disfrutar? Sí, nos vemos. Perfecto. Lo has hecho muy bien. Se te ve fenomenal. Por fin... 

Sé que ahora mismo te estarás preguntando que significa todo esto que está en cursiva. Sé que para ti son simple frases sueltas que no siguen ningún orden y que no tienen coherencia. Lo sé y lo entiendo. Relájate, ahora lo entenderás todo. 

¿Verdad que he dicho que crees que son frases sueltas, incoherentes? Bueno, en realidad no son tan incoherentes. Si te paras a pensar son cortas frases que en un momento dado han sido capaces de darnos felicidad, de llenarnos de alegría. 

La primera te llena de satisfacción. Saber que después de un gran esfuerzo, de luchar y luchar, de incluso querer tirar la toalla, pues obtienes un resultado satisfactorio, te llena de satisfacción, de orgullo. Y gracias a ese gran mérito, porque para ti lo es, ya que quizás en algún momento te sentiste inútil, llegan todas las buenas palabras para ti. Lo bien que lo has hecho, las enhorabuenas de tus más allegados, el merecerte ese gran premio, esa gran satisfacción. El orgullo que aquellos que te conocen te profesan. Todo te llena de felicidad. 

Y disfrutas de ello. Saboreas el triunfo. Disfrutas rodeada de tus amigas y amigos. Disfrutas de la buena compañía. Ríes y sonríes. Lo haces como una niña pequeña. Vas dando saltitos y todo porque unas simples palabras han sido de capaz de darte una gran felicidad. 

Entonces, eres más feliz cuando alguien que te importa mucho te recuerda cuanto te quiere. Bien lo sabes que oír de sus labios un simple te quiero te provoca esa sonrisilla tonta que se asoma en tus labios y también en tus ojos, porque en ellos se ve reflejado tu estado de ánimo. 

Sencillamente eres feliz. No hay palabras para explicar como se siente una persona cuando le dicen te quiero, cuando le dicen hola, cuando le dicen hoy es tu día. Por eso, recuerda siempre todas esas palabras que tan feliz te hacen en esos días tan tristes. Recuerda ese te quiero inesperado, esa sonrisilla que se va asomando, esos abrazos repentinos, esos momentos mágicos vividos. Recuérdalos, tenlos presentes, siempre. Aquí y ahora. 

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