jueves, 6 de junio de 2013

Cuando alguien...

Cuando alguien deja de gustarte:

Cuando alguien deja de gustarte, en realidad no sabes exactamente como ha pasado. Quizás la distancia, los cambios o el tiempo han provocado que ya nada sea lo mismo. Ya no ves con los mismos ojos a esa persona, ahora ya es solo un amigo más. 

Cuando alguien deja de gustarte, dejas de ponerlo en un pedestal. Él (o ella) deja de ser la máxima prioridad. Ahora lo eres tú. Tú eres lo primero. Tú y solo tú. 

Cuando alguien deja de gustarte, uno se valora más a si mismo. Eres tú quien vale la pena, quien merece ser feliz, quien merece lo mejor. Tu autoestima empieza a subir como la espuma. 

Cuando alguien deja de gustarte, ves el mundo con nuevos ojos. Crees que todo será mejor, que cambiará. Crees que al final del camino encontrarás aquello que verdaderamente vale la pena. 

Cuando alguien deja de gustarte, al principio te ves hundida, creyendo que las cosas peor no pueden ir, que nunca serás capaz de encontrar a alguien. No te engañes, eso es solo al principio. Después todo cambia. Todo va a más, a mejor. Al final, sonríes. 

Cuando alguien deja de gustarte, intentas entender que ha pasado y porqué ahora tan solo es un amigo más, un amigo que ni siquiera es especial. Intentas entender porque ya no te provoca esa sonrisa tonta, ese escalofrío nada más verlo, ese sonrojeo natural. Lo intentas, pero no hay nada que entender. 

Cuando alguien deja de gustarte, se acabó. Tan sólo hay que mirar al frente, seguir en pie, luchar y sonreír. Reír y no llorar.

Cuando alguien deja de gustarte, debes conservar esa amistad si aun no habéis empezado nada, y "reconstruir" la amistad si hubo algo. 

Cuando alguien deja de gustarte, debes pensar en ti por encima de todo y todos. Que nadie más te importe. 

Cuando alguien deja de gustarte,quizás hubo decepciones. Pero debes aprender a olvidar y perdonar. Pasar página, acabar capítulo y cerrar libro. 

Cuando alguien deja de gustarte, di adiós.  

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...