martes, 3 de enero de 2017

Nadie sabe...

Nobody knows how the story ends
Live the day, doing what you can
This is only where it begins
Nobody knows how the story ends
(Nobody knows, The Lumineers)

Nadie sabe lo que se esconde tras una foto tomada, ni lo que puede a llegar a ocultar una sonrisa tímida. No sabes lo que puede llegar a significar una mirada que, quizás, dure más de dos segundos o ese guiño que te regalan de vez en cuando. 

Nadie sabe lo que se esconde detrás de ti. No saben los secretos que uno guarda, calla, esconde. Las cicatrices que maquillamos, esas que no queremos que vean. Los puntos débiles que tapamos construyendo encima una muralla, un muro que no quiere ser traspasado. 

Nadie te conoce como para saber tus gustos. Y no, no me refiero a ese color que nos encanta o si somos más de café o té. No me refiero a todo aquello que es superficial, aquello que una simple búsqueda por Facebook o entre las más de tres mil fotos de Instagram nos puede facilitar. 

Nadie sabe tus sueños, los objetivos que uno tiene para el futuro. No conocen tus miedos más oscuros, aquello que verdaderamente te asusta... Eso que no te dejaría dormir por las noches, que te tendría en vela, dando vueltas y vueltas. Camas que se deshacen, sábanas sedosas ya arrugadas. Y no por noches de pasión. 

Nadie sabe las pesadillas que uno tiene. Como uno busca el confort de los seres a los que ama, los abrazos que nos apaciguan. Nadie te conoce lo suficiente como para saber quien es capaz de calmarte con tan sólo una mirada. 

Nadie te conoce profundamente. Buscas a quien te entienda, a quien sea capaz de escucharte, de ayudarte en todo momento. Quien por más que esté enfadado contigo, te coja el teléfono si así lo necesitas. Pedir perdón sin que sea una cuestión de orgullo. Amar sin reproches, reír sin problemas que nos persigan, soñar sin consecuencias. 

Buscamos a esa persona a la que dejaremos ver cada una de nuestras heridas. Explicar nuestro pasado sin vergüenza, sin reproches a los que atenerse. Encontrar esa persona que no te juzga, que no te mire con tristeza frente a los errores cometidos. 

Alguien que te ame, que quiera conocer. Alguien que quiera recorrer mundo contigo, vivir aventuras, echarte de menos tras un par de semanas separados. Esa persona que no se avergüence de ti, de la persona en la que te has convertido. 

Nadie es capaz de decir "por y para ti en todo momento", "para lo que necesites". Nadie sabe pronunciar esas palabras y que verdaderamente importen. Son palabras que uno se toma a la ligera. Quizás por esto no nos conocen lo suficiente, no saben quien eres. 

Por eso, nadie sabe que tras una foto tomada se esconden mil fallidas. Tras una sonrisa tímida se esconden mil defectos, aquellos que queremos mejorar, aquellos de los que nos queremos desprender. Tras una mirada, tras un guiño se esconden mil y una promesas, miles de secretos, tristezas y aventuras vividas, aquellas que aún están por vivir. 

Nadie sabe que tras nosotros se esconde un mundo nuevo, un mundo diferente. Batallas por luchar, aventuras y experiencias por sentir. Amor y risas por regalar. Todo un sinfín de historias. ¿Te atreverías a conocerlo? Nadie nunca sabe...

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...