martes, 21 de febrero de 2017

Demasiado; ya no.

Let's go back to simplicity
I feel like I've been missing me
Was not who I'm supposed to be
(Don't be so hard on yourself, Jess Glynne)

Todos los días tenemos un objetivo por cumplir, un sueño al que acercarnos un poquito más. Día tras día, intentamos dar lo mejor de nosotros mismos. Siempre hay un fin, un porqué no escrito, una explicación que uno no quiere dar. Nuestra vida se basa en intentos, en dar lo mejor de nosotros mismos. 

A veces intentamos demasiado. No vemos el límite, no paramos a tiempo, quizás nos estampamos contra el peor de los muros. Damos demasiado, nos preocupamos hasta límites insospechables. Tenemos demasiadas cargas en nuestra espalda, pero seguimos poniendo aun más

No importa, nadie las ve, tan solo nosotros mismos. Personas que dejamos de lado nuestros sentimientos, por otras a quienes no importamos. Nos metemos en los problemas de otros intentandi ayudar, y luego siempre salimos mal parados. 

Sonreímos, aunque estemos rotos por dentro. Sonreímos, aunque esa persona no sea de nuestro agrado y ellos lo demuestren llanamente. Sonreímos incluso cuando nuestro mundo alrededor se desmorona. Sonreímos, a quien solo nos dedica comentarios desagradables

Todo está en nosotros. Guardado en nuestro interior, lo estamos interiorizando. Todo acumulado, se crea un fuego en nuestro interior que nos quema, nos sobrepasa. Un día explota. Y no sé como lo hago, que siempre acabo sintiéndome culpable. 

Ya no somos los mismos. Crecemos, maduramos, entendemos. Jamás nos paramos a respirar, a vivir el momento. Avanzamos demasiado deprisa, no sentimos, no nos preocupamos. Ya no sonreímos por ver esa persona, ni por ese cosquilleo que nos producía estar a su lado. 

Nos empujábamos a nosotros mismos, dábamos más de lo permitido. Queríamos complacer sin complacernos a nosotros mismos. Buscábamos salidas para ellos y no nuestro propio camino. Era hora de encontrarnos. 

Comprender que hoy estamos aquí y mañana no sabemos lo que sucederá. Comprometernos a ser mejores, pero no con los demás, sino con nosotros mismos. Sentarnos a contemplar el atardecer, el amanecer. Sentirnos bien con nosotros mismos, sin dar explicaciones. 

Piensa en ti, en tu bienestar. Disfruta del momento, cada pequeña oportunidad que tengas. Sonríe si quieres, y no cuando las circunstancias te obligan. Muéstrate tal y como eres, muy pocos serán los que te quieran así... Sin embargo, serán los de verdad.   

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...