domingo, 12 de febrero de 2017

Binario.

I'd put myself first
And make the rules as I go...
(If I were a boy, Beyoncé)

Dicen que hay dos tipos de personas; las que duermen con el más abrigado de los pijamas y aquellos que lo odian. También nos divide la forma en que comemos el chocolate, las gafas sin guardar en la mesilla de noche y aquellos que impecablemente las dejan en su estuche. 

La pizza se entromete entre miles de personas; hay quien detesta los bordes mientras otros se desesperan cada vez que ven piña en ella. Dicen que las personas se dividen entre aquellos que ven el vaso medio lleno y aquellos que lo ven medio vacío. 

Todo son fórmulas binarias, donde jamás hay punto medio. O es blanco o es negro. No hay matices, ni colores intermedios. No encontramos un "pero" que poner, ni se presentan dudas, ni preguntas por responder. Todo parece ser claro y transparente. Somos firmes en nuestras decisiones. 

¿De verdad tomamos decisiones o las toman por nosotros? ¿Son nuestros pasos y nuestro camino o pertenecen a otros? ¿Quién dice, quién decide? Caminamos, y paso a paso construimos nuestra vida. Tomamos las riendas de toda situación presente. No queremos ser más que otros, ni tampoco menos. 

Queremos igualdad. Cabeza alta y sacando pecho. Estamos orgullosos de lo que hacemos, de aquello que no permitimos. Hay quienes se arriesgan mientras otros son tachados de cobardes. Están los que se paran en el camino, y aquellos que se ahogan en un vaso de agua. 

¿Somos títeres o caminantes sin ataduras?  Muchos se dejan llevar, persiguen la sombra de otros, se quedan con las sobras de lo que ya no se quiere ni necesita. No cortan las cuerdas que lo atan, ni salta desde lo más alto por miedo a lo que los otros dirán. 

Pero entre tanta sombra, sales tú. Repique de tacones, mirando tu propia sombra; decides tu sendero. No le das mil vueltas, pero asumes consecuencias. Te prestas a ayudar, no esperas nada a cambio, pero no dejas que se entrometan en tu camino, en tus acciones. 

Eres dueña y señora de tu vida, tu pones la reglas. Te presentas como egoísta, haciendo lo que te place, sin dar explicaciones a aquellos que tantas veces te lo piden. Vives tu vida riendo, jugando, saltando, volando. Pisando fuerte, miradas que se giran, que te persiguen con la mirada. 

Yo voy primero. Ya no quiero saber sobre aquellos que se auto-definen como mis amigos. Personas que no darán su brazo a torcer, ni se pondrán en mi lugar. Personas que, antes de intentar ayudar, se salvan a sí mismos. Los únicos que son importantes son ellos, los demás importamos poco. 

Pues bien, es momento de decir ¡basta ya! Dejar de mirar alrededor, y ser tu propia persona. No eres de las que que se ponen tres mil alarmas o tan solo una, ni tu vida se basa en comer con tenedor o utilizar palillos. Ni los cambios que hagan se basarán en como ordenas los libros de tu estantería preferida. 

Nada es binario, ni blanco ni negro. Cada paso es diferente, las distancias no son iguales. Las decisiones comportan consecuencias de las que uno decide hacerse cargo. Vemos la vida en colores, con sus partes buenas y algunas que serán malas, otras pasarán sin pena ni gloria por nuestra vida. 

Habrá huellas que nos marcarán. Quizás lo dejaremos anotado en una servilleta, en un calendario de esos que solían regalar, en nuestra agenda con mensajes motivadores o bien en las notas que seguimos guardando en el móvil. Y hay otras marcas que querremos borrar. 

No quieres rememorar, ni pensar en los sucesos de ese día. Esperas a que empiece el nuevo día para salir y seguir caminando. No piensas en revivirlo, tan solo quieres que acabe el día y poder empezar otro con mucha energía. Salir y que tus pies te guíen, te lleven a donde deban llevarte. 

Creas tus propias reglas, eres tú misma. No dejas que nada ni nadie te impida conseguir lo que quieras. Demuestras que no perteneces ni al tipo A de personas, pero tampoco al B. Quizás eres la C, o la H. No hay una etiqueta que te defina. Eres quien eres, pero nadie lo sabe. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...