jueves, 20 de octubre de 2016

Sentimientos.

Me siento torpe, no sé que me pasa 
Hago todo al revés 
(Sin saber por qué, Vanesa Martín)

El tiempo pasa, pero los sentimientos siguen intactos. Ahí de pie, esperando a ser liberados. Que el dolor y la rabia desaparezcan, que el amor por otros nazca. Sin embargo, todavía no es el momento. Los sentimientos se guardan en una pequeña caja, esperas a abrirla, o bien que alguien con un mínimo de curiosidad la abra por ti. 

Curiosidad por conocernos, por descubrirnos. Explorar nuestro ser, nuestra persona y forma de ser sin tener miedo a ser juzgados. Que te miren y crean que brillas, que hay algo en ti que es especial. 

¿Y si escribimos? ¿Planeamos nuestra historia? ¿Y si nos dejamos llevar? Pensar que encajas como una pieza perfecta de puzzle, para luego darte cuenta que no hay pieza perfecta, que lo que verdaderamente existe es la imperfección. 

Sentirte fuera de lugar, perdida y desconcertada. Estúpida e inútil por creer en la perfección de algo que nunca llega, que nunca llegará. Jugar con los sentimientos de uno pensando que se conseguirá algo, que ganarás una batalla ya perdida. Sentimientos que van y vienen. Y quizás hoy te quiero y mañana te olvido.

Risas de fondo que resuenan en tu cabeza. ¿Será que se ríen de ti? Desconfianza en todos aquellos que una vez dijeron "hola", que ayer dijeron "adiós". Voces que suspiran, que susurran, que no callan. No hay motivos para hacerlo. 

Voces que no reflejan nada; ni alegría, ni tristeza. Miradas en blanco, palabras no pronunciadas. Sentimientos escritos, reflejados entre apuntes universitarios, entre planes de trabajo. Ideas locas, planes por hacer que quieres que se cumplan, que nunca cumplimos. Será que somos cobardes.  

Inseguridades que se apoderan de ti, estupideces que te carcomen. De tan buena que eres, acaban tomándote el pelo. Lo sabes y no haces nada. No es fácil cambiar, aunque todos quieran que cambies. 

Ahora bien, una cosa es querer y otra creer. Porqué son muchos los que creen que el cambio es para mejor, mientras otros no le otorgan ni el beneficio de la duda. Tal vez sea porqué  quien quiere que cambies lo hace por beneficio propio. No por ningún otro motivo. Y si eso no se refleja a la corta, lo hace a la larga. 

Como aquella lista de deseos de nuevo año, como las mil motivaciones que te ayudan a continuar, creer que el cambio es uno de esos deseos. Sin embargo, no piensas en los sentimientos, en la rabia y en la desesperación. En aquello que hoy sientes. 

Serán sentimientos encontrados. Saber que te utilizan y dejarlo pasar. Callar. No hacer nada. ¿Para qué molestarme? Lo hago todo al revés. Lo que un día fue bueno, hoy no lo es tanto. Aquello que recuerdo, lo olvido. Y aquello que sentí, ahora no sirve de nada. 

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