martes, 8 de septiembre de 2015

Don't forget...

Living out of cases,
Packing up and taking off.
Made a lot of changes
But not forgetting who I was.

On the horizon.
Oh, well, I know, I know, I know, I know the moon will be rising
Back home.

Don't forget where you belong–home.
Don't forget where you belong–home.
If you ever feel alone–don't.
You were never on your own.
And the proof is in this song.
(Don't forget where you belong, One Direction)

Este último mes he estado muy ausente, y no ha sido por no tener tiempo, si no por falta de inspiración. Tan poca inspiración he tenido, que ni he sido capaz de escribir sobre el tercer aniversario de este blog, ni las más de 16000 visitas que he tenido a lo largo de todo este tiempo. Aun así, eso no significa que no haya pasado nada más que eso en este tiempo, pero ya habrá tiempo para escribir sobre eso. Hoy quiero escribir acerca de la nueva etapa que empezará mañana mismo. 

Mañana, a estas horas ya estaré pisando suelo inglés, concretamente Londres. Durante cuatro meses viviré una de esas oportunidades que vienen una vez en la vida: conviviré y estudiaré allí. Nuevas amistades, nueva cultura, cosas nuevas por aprender y experimentar. Sin embargo, eso no significa que deba olvidar de donde vengo, olvidarme de mi familia y de mis amigos. 

A mi madre y a mi padre, que me dan la oportunidad de poder vivir esto, gracias. Ya no solo por esto, sino por todo lo que habéis hecho por mí en estos veinte años -casi veintiuno- y también por todo lo que habéis soportado. Os voy a extrañar mucho, eso no lo voy a negar, aun así sé que siempre estaréis ahí para mía. No os desmadréis mucho en mi ausencia. 

A mis hermanas, que sí, serán pesadas y me pelearé horrores con ellas, pero aun así, son mi razón de ser, las que me sacan sonrisas en los momentos tristes, las que me alegran con sus contestaciones alocadas y las que me hacen más de mil trastadas. No sé que haré sin ellas y sus peleas durante cuatros meses. 

A mi abuela, quien me lo ha dado todo, quien siempre me ha mimado y defendido a pesar de que yo me enfade con ella, a pesar de que nos peleemos. A ella, quien prefiere que seamos nosotras quien tengamos todo y ella nada. Sé que esta experiencia me ayudará a valorar mucho más lo que tengo en casa, a ella. 

Por último, a mis amigas, Ester y Anna. Personas con las que he compartido grandes momentos y con las que me quedan muchos por vivir. Amigas que han estado en esos momentos malos, aconsejándome y apoyándome en todo momento. Gracias. Anna: tú no eres de muestras de afectos, pero las dos sabemos que nos vamos a extrañar mutuamente, gracias por los abrazos, es una buena forma de marcharse. Ester: sigue con esa alegría, esa sonrisa y ese moño y que el banquero (que no podía faltar en este post y ser nombrado ya que también se le echará un poco de menos) te siga cuidando como hasta ahora y que vaya a probar ya las bolitas de colorines contigo, ya que yo no puedo. 

Pues sí, mañana marcho a Londres, pero, siempre llevando a los míos conmigo, siempre recordándolos, siempre queriéndoles. Eso no significa que uno deba olvidar de donde viene ni a donde va, no significa que deba olvidar a aquellos que me quieren y apoyan. Porque uno podrá viajar, vivir nuevas experiencias, conocer gente nueva, aun así los que siempre han estado ahí, seguirán. 

Por eso, acabo con esta canción, con la misma que empiezo este post, para que cuando extrañe a los míos, recuerde que ellos, de una forma u otra están ahí. 


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...