jueves, 17 de junio de 2021

38 minutos.

Hace tiempo que no dejaba volar la imaginación. Demasiado ha pasado desde la última vez que abrí un cuaderno, que me sumergí en mi mundo dentro de un tren mientras la música me envolvía. Tengo 38' minutos ¿y eso son pocos? ¿demasiados? Tan sólo es suficiente tiempo para dejar que mis pensamientos me invadan. 

Miro a mi alrededor, observo a quienes están sumergidos en su teléfono, los veo reír, hablar e incluso dormirse. ¿Y yo? Sintiéndome más pequeña que nunca. Llevaba tiempo sin vivir algo así, sintiéndome insignificante. Resulta que había despertado mis inseguridades. 

Estaba atrapada por ellas. 38' minutos atrás no lo pensé y ahora nos quedan únicamente 30' para llegar a mi destino y siento que ellas me están ahogando. ¿Será que no merezco lo bueno? ¿Quizás el karma me lo está devolviendo? Me adentro en un mar de dudas, de preguntas que no obtienen respuesta. Analizo el vagón que ahora está vacío, sin vida, apagado. ¿Reflejo de mi realidad? No. ¿Del momento? Sí. 

Antes de emprender el viaje me sentía segura de mí misma, podía conquistar el mundo. 20' minutos más tarde siento como todo por lo que he luchado se desmorona, se convierte en ceniza. Y a veces me siento la reina del mundo y luego esa realidad se esfuma. 

Aparece una nueva realidad y en ella estás tú. Pasábamos las noches en vela y luego éramos dos desconocidos en medio de una tormenta. ¿Fui yo? ¿Qué he hecho mal? Quizás te espanté con mi sinceridad, pensé que no me juzgarías. ¿Te divertía? ¿te reíste a mi costa? Conseguiste dejar tantos miedos en mí, que tuve que rendirme, callarme. 

Aparenté ser quien no era. ¿Y eso a dónde me llevó? A este largo paseo donde el tiempo corre, no hay salida, pero con un rumbo directo que no me ayuda a liberarme de los malos momentos, de las tensiones y de alguna que otra pesadilla. 

Un mal sueño que acaba en 5 minutos cuando llegue a mi ansiado destino y piense que al final de las escaleras volveré a poner una sonrisa, a esconder las inseguridades hasta que llegues tú para avivarlas otra vez. 



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Seguimos viviendo de sueños.

Ojalá poder hablar sin tapujos, ser un maldito libre abierto, no dejar que te coma por dentro, que en ti haya un malestar generalizado por a...