Moralejas.

People change and promises are broken.

(Take a breath, Jonas Brothers)

Cada imagen que pasa por mi cabeza es una lágrima, cada imagen es un pinchazo en el corazón, cada imagen es una palabra odiosa más. Una imagen vale más que mil palabras, pero, hay veces que mil palabras hacen más daño que una única imagen, clavándose así directamente en el corazón.

Ordenando todos los recuerdos dispersos por mi habitación, encuentro las cartas, las imágenes, fotos y palabras escritas. Encuentro todas las promesas hechas, los "te quiero" escritos, las palabras de ánimos. Ordeno todos esos recuerdos, derramo lágrimas mientras me pregunto: ¿qué ha pasado?

Tantas promesas, tantas cosas dichas, tantos momentos compartidos y ahora todo está roto. Todo, mi corazón también. Personas que prometieron tantas cosas, y ahora han desaparecido, ahora se han ido. 

Prometieron no abandonarte, estar contigo a tu lado siempre... ¿Y ahora? ¿Dónde están? Yo no los veo. Se han ido, se han largado de tu vida, sin mirar atrás, sin dar una simple explicación del porque, sin decir adiós. ¡Adiós! Una única palabra, solo una. Y nadie fue capaz de pronunciarla. 

¿Moraleja? Nunca prometas algo que no vas a cumplir. ¿Moraleja? Nunca te creas las promesas de quien, en el fondo, se arrima a ti por interés. ¿Moraleja? No te ilusiones demasiado por promesas de personas que poco a poco van cambiando. ¿Moraleja? Nadie es como dice ser, las personas suelen ser interesadas, hacen promesas que nunca cumplirán solo por conseguir algo de ti. ¿Moraleja? 

Moralejas...

Las personas cambian, se distancian y desaparecen. Se van. Las personas cambian y con ellas todas las promesas hechas desaparecen. Se desvanecen en un abrir y cerrar de ojos. ¿Por qué cambiarán? ¿Por qué se irán? 

Los recuerdos vienen a mí y con ellos las lágrimas. Mientras las personas y promesas se desvanecen, las lágrimas se acumulan, dejando un rastro en mis blancas mejillas. Lloro. Lo admito, lloro. 

Lloro porque a pesar de entender las moralejas que hay, no soy capaz de aprenderlas. Porque, a pesar de todo, sigo teniendo la tonta esperanza de que todo cambie y que esas personas que hoy viven en mi recuerdo, un día vuelvan a mí cumpliendo las promesas hechas en el pasado. 

Y ese es el problemas, son parte del pasado.